Pruebas

Royal Enfield Classic 650, estilo tradicional y funcionalidad moderna

La Royal Enfield Classic 650 ha llegado para hacerse un hueco en el mundo de las clásicas de media cilindrada. Su presentación en el Reino Unido, en un ambiente que evoca la tradición británica, deja claro que es una celebración de la herencia de Royal Enfield y también una la evolución de su gama.

Sergio Romero

5 minutos

RoyalEnfield Classic650 accion (4)

Para rememorar la tradición de Royal Enfield, que fabricó su primera moto en 1901, y para conocer su nueva creación nos han llevado al Beamish Museum, en el norte de Inglaterra, un escenario perfecto para ver cómo empieza esa historia y como llega hasta nuestros días. La Classic 650 se ha presentado en ese escenario tan clásico y tan británico, al que la marca está estrechamente unida.

En las calles de este museo, en el que se han reconstruido ladrillo a ladrillo muchos edificios históricos del Reino Unido, pudimos ver la historia de la marca con motos que han marcado su historia como las Bullet, las Airborne, las primeras bicilíndricas en línea de 500 cc y muchas otras motos únicas que nos han llevado al momento actual de la marca.

Desde esa primera moto de 1901 hasta hoy, la marca ha construido un linaje que conecta pasado y presente, y la Classic 650 lo refleja a la perfección. Con elementos de diseño de modelos muy reconocidos como de la Classic 350, esta versión de 650 cc se posiciona para aquellos que buscan una moto capaz de ofrecer tanto el encanto del estilo retro como la capacidad para viajes largos.

Royal Enfield Classic 650.

El motor bicilíndrico en paralelo de 650 cc ya conocido en otros modelos de la marca, asegura que esta Classic no solo sea atractiva, sino también potente y suave en su rendimiento. La Classic 650 mantiene la esencia visual de la Classic 350, con líneas elegantes, guardabarros estilizados y ese característico depósito en forma de lágrima que se ha convertido en sello de la marca. La pequeña cúpula frontal añade una leve protección aerodinámica y sobre todo aporta al conjunto un atractivo diseño nostálgico.

Mirar la Classic 650 es como ver parte de la historia de la marca en movimiento, y aunque tiene un diseño inspirado en las motocicletas de posguerra, Royal Enfield ha sabido darle un
giro actual con detalles en aluminio pulido como el faro de LED y un pequeño display digital.

Inspiración clásica, corazón moderno

La Classic 650 cuenta con el mismo motor bicilíndrico de 650 cc calado a 270º que impulsa a la Interceptor y la Continental GT, una configuración que se ha ganado el reconocimiento por su suavidad y entrega de potencia lineal. En esta moto, el motor responde con progresividad, algo especialmente útil en ciudad y en carreteras secundarias, como por las que discurrió la presentación internacional.

Royal Enfield Classic 650.

No es una moto diseñada para ir estresado, y aunque al abrir gas no se percibe una explosión de potencia, el motor se comporta con una suavidad que invita a disfrutar de un viaje relajado a buen ritmo. Sus 47 CV hacen que siempre esté bajo control y que los usuarios menos experimentados también puedan disfrutar de ella. Al mantener una velocidad de crucero en autopista, la moto se siente cómoda y estable, con casi ninguna vibración, lo cual es una grata sorpresa en un modelo de este segmento.

La postura de conducción en la Classic 650 es bastante cómoda, con el asiento monoplaza amplio y bien acolchado, de modo que se pueden realizar trayectos largos sin resentir el cuerpo. Los estribos están colocados para ofrecer una postura natural, algo más elevada de lo habitual en una moto clásica, así que tienes una buena distancia libre al suelo para inclinar sin limitaciones tempranas en las curvas. Aunque la moto pesa, el centro de gravedad bajo hace que el manejo sea intuitivo y que se sienta estable incluso en terrenos irregulares.

Por su parte, el chasis tubular de acero, que utiliza el motor como elemento estructural, ofrece firmeza y estabilidad. Así que te transmite una gran confianza en curvas y tramos rápidos. Y la sorpresa ha llegado también por parte de los neumáticos MRF, desarrollados junto a Royal Enfield y fabricados en la India, que proporcionan un buen agarre, incluso en superficies mojadas, algo fundamental para el clima cambiante en el Reino Unido.

Royal Enfield Classic 650.

Las suspensiones, horquilla de 43 mm en la parte delantera y doble amortiguador en la trasera, se adaptan bien a la estructura de la moto, aunque la falta de progresividad del tren trasero puede sentirse en terrenos muy irregulares, generando una sensación un poco más seca en los baches.

En cuanto al sistema de frenos, la Classic 650 apuesta por un solo disco delantero con pinza de dos pistones, suficiente para el uso urbano y recorridos a velocidad de crucero. El freno trasero cumple adecuadamente y el ABS evita que te excedas con cualquiera de los dos trenes, y te permite sacarle un buen rendimiento al sistema.

En marcha

En marcha, la Classic 650 ofrece una experiencia de conducción realmente agradable. Aunque su diseño clásico invita a disfrutar de un paseo tranquilo, es capaz de mantener velocidades de 120 km/h en autopista con gran estabilidad.

La entrega de potencia del motor es progresiva, lo que se traduce en una buena tracción, y se portó de maravilla para conducir bajo condiciones de lluvia como las que nos encontramos en parte de la ruta. Con un motor equilibrado y un buen reparto de peso, la moto da una sensación de control y confianza, incluso para los menos experimentados.

Royal Enfield Classic 650.

La Royal Enfield Classic 650 es una moto que logra una combinación muy buena entre estilo clásico y funcionalidad moderna. Con un diseño que rinde homenaje a la historia de la marca y un motor que responde con suavidad, esta máquina promete atraer tanto a los nostálgicos de las clásicas como a quienes buscan una moto fiable y capaz de enfrentarse a largas rutas. Disponible en cuatro colores, desde el Teal hasta el Black Chrome, la Classic 650 se posiciona como una opción versátil y llena de personalidad dentro de la oferta de Royal Enfield.

CONCLUSIÓN

Royal Enfield ha anunciado que será su año de las clásicas y que vamos a ver más modelos de este perfil, y la Classic 650, que es la primera que hemos probado, es un gran acierto para los que busquen una moto bonita, accesible y con prestaciones para hacer todo tipo de usos.  No solo es una moto para contemplar, también para disfrutar, para vivir el auténtico espíritu del motociclismo clásico. Además a nivel de acabados se encuentra en línea con las mejores del segmento. En definitiva, la Classic 650 representa un paso adelante para Royal Enfield.

Detalles

La unidad de la prueba es monoplaza, pero también está disponible el kit para llevar al pasajero. La moto está disponible en cuatro decoraciones con logos diferentes.

Royal Enfield Classic 650. Asiento monoplaza.

Escapes, amortiguadores, retrovisores y en algunas versiones el depósito y el guardabarros cromados. El diseño del motor se inspira visualmente en los "Twin" clásicos de la marca.

Royal Enfield Classic 650 guadabarros cromados.

El bicilíndrico cuenta con un único árbol de levas que actúa sobre cuatro válvulas en cada cilindro y se acciona mediante una cadena central. Sus cotas internas son 78 mm x 67,8 mm y la compresión es de 9,5:1.

Royal Enfield Classic 650 motor biclíndrico.

La horquilla y los amortiguadores traseros son Showa y a pesar de tener solo regulación de la precarga trasera, tienen una buena puesta a punto.

Royal Enfield Classic 650 horquilla Showa

La instrumentación se integra muy bien para no romper la línea clásica del faro. Los mandos se han inspirado en los modelos clásicos de la marca. El guardabarros trasero de metal es una seña de identidad.

Royal Enfield Classic 650 cuadro de instrumentos

 

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