La firma del ala ha conseguido desarrollar un scooter vanguardista tanto en estética como en la avanzada tecnología que emplea y ofrecerlo a un precio muy asequible, casi irrisorio. El público no ha dudado y se ha lanzado en masa a por el suyo, de ahí que en la actualidad sea el modelo más vendido del mercado -en scooter y motos-.
El PCX es pequeño y ágil, perfecto para desplazamientos urbanos. Además incorpora un nuevo sistema «start/stop» que hace parar el motor cuando nota que no hay actividad -en un semáforo, por ejemplo- y vuelve a ponerse en marcha en cuanto enroscas el puño de gas de forma suave y casi sin enterarte. Este mecanismo, empleado desde años en coches, hace que el consumo y las emisiones se reduzcan considerablemente. El propulsor cuenta con inyección y ofrece unas cifras de aceleración a tener en cuenta.
Le falla la velocidad punta, algo escasa. La postura de conducción es atípica pero estudiada para tenerlo todo bajo control gracias a un manillar elevado tipo moto que, por otro lado, queda muy cerca del cuerpo, demasiado para conductores altos y de brazos largos. La frenada es buena a pesar de montar tambor trasero, es combinada y detiene el scooter en poco metros en caso de frenada de emergencia.
EL PCX es «el mejor ciudadano», un apelativo que esconde un gran mérito ya que la competencia en el segmento es multitudinaria y feroz.
Lo mejor:
- Sistema "Idling-Stop"
- Consumo
- Aceleración
Lo peor:
- Sin plataforma plana
- Freno trasero de tambor
- Sin reloj horario