Este año su sustituto ha sido el S-Wing, un modelo
que pasa por primera vez por nuestro MASTER y que estábamos
deseando poner a prueba en nuestras exigentes mediciones.
Dentro de su categoría «GT» se ha visto superado
por nombres como Burgman, Satelis o X Evo, pero la sensación
general resultante es la de un scooter difícilmente mejorable,
un lujo dentro del «octavo de litro». El tacto de su motor
de refrigeración líquida e inyección es pura suavidad pero
la toma de prestaciones no le han hecho justicia ni a él ni a
la puesta a punto de su variador, las aceleraciones son algo
pobres y la velocidad punta justita para su categoría.
Equipa
frenada combinada y disco en ambos trenes (no como sus
hermanos de marca con tambor trasero) y además en este
caso ABS, seguro pero algo intrusivo en la rueda trasera.
Donde mejores notas obtiene el S-Wing es en calidad de
vida, el confort es absoluto tanto para piloto como pasajero,
con buena protección y un nivel de acabados excelente,
al igual que su cuadro de instrumentos. Bajo el asiento cabe
un casco integral y varias cosas más pero en ningún caso
dos integrales, lástima.
LO MEJOR
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<td><p>-Confort<br>
-Frenada<br>
-Protección</p>
</td>
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LO PEOR
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-Prestaciones
-Sin plataforma plana |
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