Scooter

Peugeot Satelis 400. Prueba

El nuevo Peugeot Satelis 400 se alía con acierto a una parte ciclo ágil y segura con la que desenvolverse con gran soltura en cuidad y extra radio.

Óscar Pena. Fotos: Jaime de Diego

4 minutos

Peugeot Satelis 400. Prueba

  • Ficha técnica y precio del Peugeot Satelis 400

El nuevo Satelis 400 es un vehículo premium de fabricación 100 por cien francesa. Así es como lo anuncia la firma del león en su catálogo, y así es como se percibe en la práctica rodando con él a lo largo y ancho de la ciudad. Para empezar, a sus líneas suaves y redondeadas le dan forma múltiples componentes y detalles que destilan calidad de acabados y ajustes. Veamos algunos ejemplos.

Diseño

Destacan los grupos ópticos delantero y trasero compuestos por LED, los encajes del asiento o la guantera al abrirla o cerrarla, el suelo de goma de la plataforma que filtra vibraciones y confiere un gran tacto, el ergonómico y confortable asiento en dos alturas que favorece un confort muy elevado, la propia funda impermeable del mismo que lo protege en caso de lluvia y que está alojada en un pequeño hueco, el acceso al depósito de combustible a través de una cerradura con llave, los espejos retrovisores retráctiles que favorecen la conducción cuando el tráfico es intenso y está parado (al reducir considerablemente la anchura total del scooter), el parabrisas elevado que ofrece una inmejorable protección aerodinámica para gran número de usuarios, la completísima información ofrecida por su panel de instrumentos de aire automovilístico... ¡etcétera!.

Y todo ello, conjugado a la perfección con unas dimensiones generales muy compactas y accesibles para todos, al punto de llegar a dar la impresión de ser un maxiscooter de menor cilindrada de la que realmente tiene. Esto te ayuda especialmente a la hora de utilizarlo constantemente en el día a día. El túnel central es estrecho y bajo, facilitando el acceso al puesto de conducción sin hacer ejercicios de contorsionismo, mientras que la posición de conducción adoptada es con el cuerpo erguido y cerca del manillar, favoreciendo el control sobre la dirección en cualquier circunstancia.

La altura del asiento también es muy contenida, y llegas bien al suelo aun siendo bajito, como es mi caso. Además, los pies puedes apoyarlos en la plataforma o tras el escudo sin problema, y la protección ofrecida por el carenado es muy elevada. Sólo algunas turbulencias percibidas a la altura del casco cuando ruedas a alta velocidad son mejorables, y en todo caso, reclinándote ligeramente sobre el manillar desaparecen. Así las cosas, todo parece indicar que el nuevo Satelis 400 es todo un acierto.

Pero atención, que aún hay más, porque este maxiscooter francés mantiene las excelentes cualidades de carga de sus predecesores. El maletero, que se abre automáticamente desde el contacto, tiene capacidad para dos cascos integrales, y por sus particulares formas, es capaz de transportar, por ejemplo, un par de raquetas de tenis. Deporte por cierto muy generalizado en el país galo. La guantera tras el escudo incorpora la toma de 12v para el cargador del teléfono móvil o un navegador, y la del manillar, tras un embellecedor, tiene una capacidad más discreta, la justa para las gafas de sol. El caballete central de fácil manipulación, y las amplias asas para el pasajero y su espacioso asiento, con sus estribos retráctiles equipados con gomas, son otros de sus múltiples detalles. Eso sí, al estar realmente elevado su acceso es algo más complicado.

Potencia

Pero por encima de cualquier otra consideración, la incorporación más destacable del nuevo Satelis 400 es precisamente su inédita motorización de 399 cc LFE (Low Friction Efficience) de fabricación propia, para el que se declaran 37,2 CV de potencia máxima, y que lo hace cien por cien francés. Esa potencia es la que se declaraba en el anterior Satelis 500, animado por motor Piaggio. Este motor ya lo hemos podido probar a fondo en Metropolis 400, el scooter de tres ruedas de Peugeot, y lo cierto es que sus cualidades son sobresalientes, tanto en lo referente a su tacto como a sus prestaciones: te impresiona con una fuerza y contundencia tremendas, especialmente al recorrer los primeros metros desde parado.

Así, sale catapultado hacia delante con gran energía al roscar todo el puño del gas, mientras que lo hace de forma muy progresiva y dosificable si lo haces de forma más moderada. No se perciben altibajos en ningún momento y, dejándolo correr, sin excesivos esfuerzos alcanza los 150-160 km/h de marcador. La rumorosidad mecánica, algo elevada a bajas revoluciones, puede ser el único punto mejorable, pues ni en lo referente a vibraciones (del todo inexistentes), ni al consumo (3,9 litros a los 100 km a ritmo alegre de media en la prueba), el Satelis 400 muestra debilidad alguna.

Parte ciclo

Desde el punto de vista ciclístico también apunta buenas maneras. A la agilidad ya mencionada en las «distancias cortas» se une una correcta estabilidad tanto en curva como en autopista. No es el colmo de la solidez, pero en ningún momento llegan a producirse oscilaciones o movimientos extraños a alta velocidad. Y eso a pesar de sus llantas «pequeñas» y su geometría. La frenada también es consistente gracias al doble disco de freno delantero mordido por pinzas de dos pistones paralelos, y está favorecida por un buen tacto.

Eso sí, de momento carece de ABS, ni siquiera opcionalmente, algo que puede llegar a echar para atrás a los potenciales clientes de este maxiscooter tan completo y funcional. Otros componentes opcionales sí disponibles en el catálogo de la marca son, por ejemplo, diversos parabrisas de diferentes alturas, suelo de acero inoxidable para la plataforma, transportín y baúl trasero, respaldo para el pasajero, encendido por mando a distancia, deflectores laterales, manoplas y manta de invierno.

Conclusión

Peugeot ofrece un «maxiscooter» que puede rivalizar perfectamente con cualquier otro de su segmento. Está a la altura por precio, por acabados, por moderno diseño y por componentes, y aporta una serie de «habilidades» que le hacen realmente atractivo de conducir en cualquier ambiente. Así, destaca el empuje desde parado de su propulsor, enérgico y poderoso. Sorprendente.

También nos ha embelesado la agilidad con la que se desenvuelve en distancias cortas, sobre todo teniendo en cuenta que es un «cuatrocientos» relativamente grande y pesado. Y todo ello sin mermar en exceso la estabilidad a alta velocidad. La ergonomía es excelente, el tacto general agradable, la capacidad de carga notable... pocos peros y muchos aciertos encontramos en el remodelado scooter francés.