Prácticamente idéntico que su «hermano» de 250, sólo que con una rueda trasera de mayor diámetro y el lógico aumento de cilindrada, potencia y par motor. Equipa el motor Piaggio MASTER, monocilíndrico y con inyección que destaca sobre todo por la velocidad punta que ha registrado.
Es uno de los 400 más económicos, y eso sin renunciar a la calidad de acabados o a su fiable motor, lo que le hace ser una inmejorable opción de compra. Como todos los Peugeot que hemos probado en esta prueba, el sistema ABS/PBS ha sido el más efectivo a la hora de frenar, eso sí, con un tacto a la maneta al que hay que acostumbrarse al ser diferente al resto.
La manejabilidad no ha sido demasiado buena, en cambio muestra aplomo y estabilidad fuera de ciudad, aunque en curvas rápidas flanea. El conductor viaja cómodo, con mucho espacio y buena protección al viento; el pasajero queda demasiado elevado respecto a éste. El equipamiento de serie hace que se viaje como en «business class».
Lo mejor:
- Equipamiento
- Velocidad punta
- Frenada
Lo peor:
- Tacto manetas
- Puesto del pasajero
- Agilidad