Piaggio X7 125

Acaba de llegar a nuestras manos una de las novedades de Piaggio para este 2008, el nuevo X7, un scooter que completa una familia de éxito contrastado. El primero de ésta en aparecer fue el X9, con el que la marca italiana ofrece una opción más GT, donde prima la comodidad y la capacidad de carga sobre el comportamiento y las dimensiones. Después se puso en escena el X8, de tamaño más contenido y con una estética más actual, pero manteniendo las cualidades de los scooter con orientación «turística».

Así que la creciente comunidad del 125 podía echar de menos un modelo que se defendiese mejor en la ciudad, pero que al mismo tiempo mantuviese el gran nivel de la familia X. Para complacerlos Piaggio ha creado el X7.

La idea es clara: ofrecer un scooter capaz de moverse con soltura en la ciudad sin, por ello, renunciar a la comodidad, el espacio y la protección. En su interior se utiliza el conocido motor LEADER 125, un cuatro tiempos, refrigerado por agua, con culata de cuatro válvulas y alimentado por un carburador. Todavía mantiene este sistema de alimentación, en lugar de la inyección, ya que supera sobradamente la Euro3.

En la parte ciclo, un chasis tubular de acero se combina con una horquilla de 35 mm y doble amortiguador en el tren trasero. Mientras que la frenada se confía a un disco de 260 mm delante y a uno de 240 mm detrás.

La carrocería es totalmente nueva y lo diferencia de los demás X, con unas líneas más afiladas en su parte frontal, que destaca por una moderna doble óptica y una cúpula de buenas dimensiones.

Acertado
Al subirte encuentras enseguida el enfoque ciudadano y dinámico en la posición de conducción, dado que el scooter se aprecia compacto y más corto que sus hermanos. La distancia entre ejes también es menor, lo que se traduce en una mayor agilidad y rapidez de reacciones, así que puedes avanzar con mucha facilidad y meterte rápidamente en cualquier hueco que deje el tráfico.

El asiento llama un poco la atención por su forma. Que te impide irte muy hacia atrás y por su dureza, algo superior a la media, si bien al rato te acostumbras. No es demasiado alta, de tal modo que un piloto de talla media llega al suelo con los dos pies. A pesar de ser compacto y tener menos espacio para moverte sobre el asiento, te encajona en exceso y permite colocar los pies en dos posiciones sobre la plataforma.

En muchos detalles encontramos un gran equilibrio, como en la anchura y tamaño del frontal, que le permite pasar con bastante soltura entre los coches y a la vez le otorga una gran protección aerodinámica. Las suspensiones son muy firmes y aseguran una buena estabilidad y elevada precisión, además y aunque inicialmente no lo parezca, no son secas. Los frenos, con sistema combinado, ofrecen potencia y un buen tacto, con lo que aumenta su carácter deportivo.

El comportamiento del propulsor ya lo conocemos de otros modelos, así que la suavidad de funcionamiento y la buena respuesta no sorprende en absoluto. Gracias al acertado desarrollo, el X7 acelera muy bien de semáforo a semáforo y también lo hace al circular ya lanzados por encima de 90 km/h, algo que se agradece mucho al rodar en vías rápidas. En ellas es relativamente fácil alcanzar los 120 km/h de marcador y mantenerlos, que se traducen 115 reales.

Desde el punto de vista práctico está bastante logrado, ya que tiene hueco para un casco integral y un algo más (aunque no dos integrales), también dispone de una guantera de buena capacidad detrás del escudo. Los puntos mejorables en este aspecto son la apertura del depósito de combustible (hay que abrir el asiento) y la ausencia de pata lateral.

La verdad es que el nuevo X7 tiene un diseño muy acertado que le permite defenderse a la perfección tanto en la ciudad como fuera de ella. Además, su relación calidad-precio es muy buena, dado que sus acabados son de primera y puede ser tuya por 2.999 euros.

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