El scooter «económico» de Yamaha ha sabido situarse desde siempre como un referente de su clase, sólo hay que ver la cantidad de modelos «chinos» que intentan imitarlo.
Sus diferentes evoluciones le han permitido brillar siempre muy alto y en esta última, recién llegada a nuestras tiendas, hay que reconocer que los ingenieros de Yamaha se han lucido. No tan sólo se ha aprovechado para retocar un poco la estética (nuevo frontal) sino que se ha dotado de inyección electrónica al motor y se le ha equipado con una nueva instrumentación analógico/digital que cubre a la perfección todas las carencias de la anterior versión. Como todo scooter que llega a los puestos más altos en nuestro Master, al Cygnus es difícil encontrarle defectos importantes.
En la mayoría de pruebas dinámicas se ha situado siempre en un término medio, lo que supone estar delante de modelos mucho más caros. Sus prestaciones no defraudan, pero es en los aspectos prácticos donde el Cygnus brilla con luz propia. Destaca su agilidad en marcha y sobre todo, también su accesibilidad, con un asiento bajito y una amplia plataforma plana, que no sólo permite transportar grandes bolsas, sino que también facilita mucho la operación de subir y bajar del scooter. Bajo su asiento encontramos un hueco notablemente grande, en el que cabe de sobra un integral y bastantes más cosas, lo que teniendo en cuenta sus compactas dimensiones hay que considerarlo como todo un logro.
LO MEJOR
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-Accesibilidad
-Capacidad de carga |
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LO PEOR
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-Accesibilidad
-Capacidad de carga
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