El año pasado Yamaha lo perfeccionó equipando
su monocilíndrico refrigerado por aire con inyección
electrónica, un pequeño lujo para su categoría, y aprovechó
para rediseñar su frontal y modernizar su cuadro de instrumentos.
Lo mires por donde lo mires muestra un gran nivel
de acabados y en la clasificación de su grupo ha empatado
con el SYM VS y sólo el Daelim S1 le ha superado.
Destaca
como buen ciudadano tanto en la agilidad en los eslalon como
en el radio de giro, demostrando que su hábitat natural
se encuentra dentro de la ciudad y no fuera de ella. Su protección
es casi nula y sus prestaciones las justas y necesarias
con casi 100 km/h reales, por lo que no se encontrará
del todo a gusto circulando por vías rápidas. La frenada la
enturbia un poco su tambor trasero pues el disco delantero
cumple noblemente y las suspensiones se encuentran a
la altura de las circunstancias.
Su cuadro de instrumentos
es moderno y muy completo, tiene plataforma plana y bajo
el asiento hay espacio para un casco integral y varias cosas
más. No le vendrían nada mal unas estriberas plegables para
el pasajero.
LO MEJOR
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<td><p>-Agilidad y Manejabilidad<br>
-Plataforma plana<br>
-Cuadro de instrumentos</p>
</td>
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LO PEOR
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-Protección
-Prestaciones
-Tambor trasero |
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