El BMW Motorrad Days 2013 ha significado, una vez más, la gran fiesta de los seguidores de la marca bávara. Y este año, con más motivo, pues el evento coincidía con los 90 años de BMW Motos. Y con esta temática ha discurrido la fiesta en la localidad alpina de Garmisch, en la que se ha podido disfrutar de una gran exposición de gran parte de los modelos más emblemáticos en su larga trayectoria. Muchos teníamos la esperanza de que BMW nos diera la sorpresa de enseñarnos una versión más o menos definitiva de la R1200R 90 Aniversario, pero nos quedamos con las ganas, aunque sí nos han hablado de que tras el verano podría ser presentada.
Esta pequeña decepción quedaba pronto en el olvido con la puesta en escena del prototipo del que derivará la 90 Aniversario, la Ninety Concept diseñada por Roland Sands, una de las motos más bonitas y espectaculares que se ha podido ver en los tres días que ha durado el festival. El propio diseñador ha estado atendiendo a los distintos medios presentes y a los aficionados que acudían a disfrutar de su obra de arte.
Y es que poder mantener el contacto con personalidades de BMW es otro de los alicientes de los Motorrad Days. Uno de los más aclamados, Marco Melandri, quien no dudaba de compartir mesa en la carpa principal con el resto de aficionados. Y eso que no le resultará fácil pasar desapercibido con su novia Manuela, quien le saca un par de cabezas. Aún más accesible es Troy Corser, retirado de la competición pero que realiza una gran labor de embajador de la marca y no duda en hacerse fotos con todos aquél que se lo pide, aunque para ello tenga que abandonar momentáneamente la jarra de cerveza.
Sí, la cerveza corre a raudales por Garmisch. Hay que recordar que estamos en Alemania y que las cañas aquí son de litro. Evidentemente, la organización resulta perfecta y los aparcamientos para motos, enormes explanadas de verde hierba, permiten que te despreocupes de la máquina durante todo el día. No hace falta tocarla en todo el día, desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la madrugada hay actividades de todo tipo. Cada carpa es un espectáculo en sí, con preparaciones de todo tipo y con empresas de accesorios con millones de piezas para personalizar cada uno de los modelos del fabricante germano.
Pero no todo es beber, comer y ver accesorios. Por supuesto que también se puede rodar por las increíbles carreteras de montaña de la zona, incluso con motos de prueba que BMW pone a disposición de los allí presentes. Hasta el C-Evolution, el scooter eléctrico, permitía ser probado durante un espacio de media hora.
Por si fuera poco, este año ha vuelto a acompañar el sol y el calor, lo que ha facilitado que mucha gente se haya acercado a Garmisch, y que los espectáculos de stunt por parte de Chris Pfeiffer y Russ Swift (éste con un Mini) brillaran de forma especial.
Ya por la noche, la carpa principal se convertía en el centro de reunión por excelencia. En ella, alrededor de un millar de personas aprovechaban para cenar, bailar y beber hasta las 2 de la mañana. Fue sin duda un momento especial, en el que todo el mundo aprovechó para acercarse a saludar a viejos conocidos o, simplemente, para entablar conversación con alguien que es la primera vez que has visto en tu vida. En este terreno donde se mueve como pez en el agua el gran Miquel Silvestre.
Tras terminar la fiesta, cada uno volvía a su hotel sin montar escándalo, algo que me sorprendía, con la gran cantidad de personas que pululaba por la zona. Unos lo hacía a los mandos de su moto, otros, montados en los numerosos autobuses puestos por la organización, con distintas rutas, para evitar problemas con aquéllos que se han pasado un poco con el alcohol.
El año que viene no se celebrará onomástica alguna, pero seguro que merecerá la pena volver, aunque sólo sea para poder apuntarse a una ruta con la BMW R1200R 90 Aniversario.