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Turismo: Hoces del Cabriel y Júcar en Kawasaki 1400GTR

El levante español no solo debe evocarnos el sol y las playas que adornan sus costas. El interior también respira un ambiente particular donde la historia, sus gentes y la orografía condicionada por los ríos del lugar, otorgan un protagonismo peculiar que vamos a ir descubriendo, cómo no, en moto

Texto: Luís López. Fotos: Lluís Llurba

5 minutos

Turismo: Hoces del Cabriel y Júcar en Kawasaki 1400GTR

Requena nos recibe entre las estrechas calles de su casco antiguo, donde contemplamos en un paseo intramuros los recuerdos de un pasado glorioso, así como un presente y futuro dominados por la producción vitivinícola. Sus bodegas albergan los más apreciados caldos producidos en los campos de Requena y Utiel, por lo que una visita enológica se impone en una ruta donde se entremezclan olores, sabores y colores variopintos. Abandonamos el centro de la localidad por la antigua N-III, la vía que sirviera de peregrinación a cientos de miles de meseteños que buscaban los aires levantinos en época estival. Hoy queda como vía de unión entre los pueblos de la cruzaban, por lo que hacemos uso de ella para dirigirnos hacia el sur en busca de la CV-431 y, tras salvar el río Magre, afrontamos las curvas del Collado de la Calera. A la vez que disfrutamos de un tramo divertido y con poco tráfico, obviamos circular por la N-330 con la que enlazaremos poco antes del Puerto de la Cruz de Cofrentes, bordeando la Serra de Martés. Las curvas apenas nos dan tregua. Nos disponemos ahora a abordar el Puerto de Chirrichana, de ángulos suaves y varias enlazadas que apenas nos dan respiro. La GTR parece querer aprovechar el momento y cambia de dirección tan rápido como obliga la línea del asfalto. Poco a poco ganamos altura y, tras toparnos con el río Júcar, embalsado por estos lares, llegamos a la localidad de Cofrentes. Las enormes chimeneas de su central nuclear nos saludan con los alargados rastros de sus tremendas columnas de vapor, al tiempo que la altura de la carretera nos permite divisar una privilegiada radiografía del pueblo.

Desde Cofrentes nos encaminamos por la CV-439 hacia Balsa de Ves, a través de un sinfín de curvas que mantienen la temperatura corporal bien alta; y es que el clima con el que nos está tocando lidiar no es precisamente benigno a estas alturas del año. La calidad del asfalto, en este tramo, no es la mejor del recorrido, pero la práctica total ausencia de tráfico junto con unos alrededores dominados por cortados y barrancos, nos anima a disfrutar tanto del trazado como de las vistas. Enlazamos hacia El Viso por la CM-3207 al tiempo que cambiamos de provincia. Una vez en suelo albaceteño y al llegar a Casas de Ves, giramos hacia la izquierda para encaminar nuestros pasos en busca de una de las perlas más preciadas de la ruta. Alcalá del Júcar nos sorprende con sus vistas desde lo alto, al tiempo que circulamos entre garrotes de segunda y primera. Hay tantos rincones de los que disfrutar que sin duda obliga a realizar un pertinente alto en el camino. El castillo resulta imponente, tanto desde fuera como una vez lo visitamos, con hermosas vistas desde sus torreones, a los que accedes tras una buena caminata de escalera. Mientras tanto, en las sucesivas plantas que vamos superando, comprobamos que se usan a modo de sala de exposiciones. El puente romano, la isleta, su peculiar plaza de toros o la iglesia de San Andrés, otorgan una pincelada de colorido que a buen seguro sabrás apreciar. Todo ello bañado por las aguas del Júcar que, además de aportar el apellido al nombre de esta localidad, dan forma a la carretera que nos acompañará hasta el giro que daremos en busca de las otras hoces, las del Cabriel. Una carretera cuyos recovecos alegran el espíritu, independientemente de lo gélido de la temperatura. La Recueja, Jorquera, Cubas y Alcozarejos salpican un camino abarrotado de constantes cambios de dirección. ¡Diversión a tope!

Es momento de poner rumbo norte hacia Casas-Ibáñez por la CM-3218 y abandonar el cauce del Júcar, no sin antes haber pasado por Abengibre y degustar sus famosos rollos de mosto o los sequillos, unos bollitos pequeños anisados y dulces a más no poder. Una vez llegamos a Casas, pueblo de «La Manchuela» como aquí denominan a esta zona limítrofe entre Albacete, Cuenca y Valencia, y tras visitar la célebre capilla de los Ochando, grandes impulsores del lugar durante la Restauración, nos acercamos poco a poco al Parque Natural de las Hoces del Cabriel. Para ello seguimos el curso de la Nacional atravesando el río del mismo nombre, y haciendo lo propio en la denominada Sierra de Rubial. Poco antes de llegar a Los Isidros, contamos con la opción de girar hacia la izquierda y rodear un tanto la ruta antes de llegar a Utiel, disfrutando así del Parque a través de la Rambla Albosa y en un «ida y vuelta» a Tamayo. Una vez hayas disfrutado de este tramo, solo queda acercarnos hacia Venta del Moro dejando atrás el paraje natural serrano en busca de la autovía y, tras cruzarla, llegar a Caudete de las Fuentes. De nuevo la N-III nos lleva en volandas por una vía anteriormente saturada y, hoy día, libre del tedioso tráfico para dar fin, tras casi 200 kilómetros de recorrido, a la ruta en Utiel. ¡Qué mejor excusa que realizar una cata vinícola! La moto en el parking del hotel y tú en una bodega local… De lujo.

Requena

Su destacado patrimonio monumental muestra al visitante diferentes ambientes. Así, el Barrio de la Villa se encuentra adornado por lo que hoy queda de la antigua muralla que fortificaba el centro, las iglesias góticas y neoclásicas intramuros o las casas blasonadas. Por su parte, el Barrio de las Peñas nos ofrece una muestra de arquitectura mudéjar, mientras que el del Arrabal despunta por el atractivo del Museo Municipal, antiguo convento carmelitano donde el claustro de la iglesia del Carmen es la auténtica joya.

Alcalá del Júcar

Declarado conjunto histórico artístico en 1982, esta bella localidad albaceteña cuenta con diferentes reconocimientos mundiales, como el tercer premio tras la torre Eiffel y la Mezquita de Estambul a la mejor iluminación artística. La magnífica localización, con un enclave estratégico otorgado por la hoz del Júcar y sus casas excavadas en la montaña, ofrecen al viajero la excusa perfecta para un atractivo alto en el camino. De hecho, encontrarás varias opciones para realizar recorridos diversos a pie descubriendo los principales elementos de interés turístico.

Vinos con denominación de origen

No deberías pasar por alto una degustación de los vinos del lugar, que además cuentan con denominación de origen. La variedad de tintos ocupa la práctica totalidad de la superficie de viñedo, de entre las que destaca la Bobal, que ocupa un 80% de la producción total, lo que la sitúa como la segunda en importancia tras la uva Tempranillo. En cambio, entre Utiel y Requena es la vid de Tempranillo la que supone el 12% del cultivo, mientras que en las variedades blancas encontramos la Tardana, también denominada Planta Nova o Coma, de maduración tardía.

Utiel

Del legado utielano resaltan los muros y torres del hospicio-convento de San Francisco. Levantado en 1516, no fue hasta finales del siglo XVIII cuando le fue concedido el reconocimiento como convento. Construido bajo las directrices arquitectónicas del Neoclásico, llama la atención la larga torre campanario situada en la parte occidental del caserío, así como la cúpula que la acompaña. El interior se vio forzado a emplearse con diferentes usos en función de la época que le tocó vivir: fortaleza, hospital, escuela y, en la actualidad, como centro de atención primaria. La iglesia anexa hace las veces de sala de exposiciones.

Para cualquier plan que se te ocurra, siempre estará lista la Kawasaki 1400GTR, una turismo incansable de motor incombustible y extraordinario confort a los mandos. La regulación electrónica de la pantalla permite apretar el ritmo en las zonas más rápidas, mientras que en los tramos revirados demuestra los genes deportivos que toda Kawasaki lleva dentro de sí. ¡Diversión a tope! Con capacidad de carga suficiente como para que no eches en falta de nada a lo largo de todo el recorrido, la GTR garantiza un rendimiento a la altura de lo que esperas de una incansable tragamillas.