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Viaje por el cantón de Valais: los Alpes y el Ródano

Los diez picos más altos de Suiza se encuentran en el cantón de Valais, desde el que varios grandes pasos conducen al gigantesco valle del Ródano.

Dirk Schäfer

6 minutos

Viaje por el cantón de Valais: los Alpes y el Ródano

Cuando piensas en un destino soleado para tu viaje puede que no pienses en las montañas, o mejor dicho en los valles que las jalonan. El valle del Ródano comienza en el Valais suizo, con la ciudad de Sion como un buen punto de partida para viajar alrededor de este gran río que nace en un glaciar de los Alpes suizos y tras formar el lago Leman discurre hacia el Sur camino del Mediterráneo. Partiendo de Sion, y dejando atrás sus sinuosas calles medievales tenemos que tomar la decisión de partir hacia alguno de sus valles laterales, ¿pero cuál? Porque lo complicado del Valais es que todos o casi todos son callejones sin salida.

En cualquier caso, hay que salir del caluroso valle principal donde el termómetro raspa los 30˚C. El todavía joven Ródano, el ferrocarril y la autopista piden espacio junto a la ciudad apretados entre las laderas de las montañas. Siseando en las colinas del sur, hacia la población de Hérémence te deshaces del tráfico y del ritmo frenético de la civilización con la misma rapidez. Una buena carretera que salva la ruta central se balancea hacia arriba con varias curvas cerradas y anuncia el preludio de un popurrí panorámico.

Esta ruta la hemos realizado a bordo de dos Ducati, una de ellas una Sixty2 de 400 cc que tendrá que ascender todos estos enormes picos uno tras otro. Y sobre ellas comenzamos a adentrarnos en los fríos bosques de coníferas que sumergen todo en el aroma resinoso de la madera fresca. No hace falta mucho tiempo para que el gran valle del Ródano desaparezca de la vista y el burbujeo de los bicilíndricos nos empuje más allá de las zonas de pastos alpinos y nos lleve hacia los casquetes de nieve del Dent Blanche de 4.357 metros, uno de los picos más altos de los Alpes.

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Para no entrar en un camino sin salida que tiene ni más ni menos que 20 kilómetros, tomamos un desvío antes de Les Haudères en el centro del valle y al sur de Sion, Sin embargo, antes de descender hasta ella tenemos que conducir por un grandioso tramo de balcones que preceden a enormes precipicios como si la ruta no quisiese volver a tener contacto con el fondo del valle, hasta que llegamos a la estación de esquí de Nendaz. Para entender lo sinuoso de la ruta no hay más que comprobar que aunque estamos a menos de diez kilómetros de Sion en línea recta, los parciales de nuestras motos ya marcan más de 80 km.

Sin Olimpiada

El Valais es una región muy especial, y también lo son sus habitantes. Como prueba se puede comentar que la ciudad de Sion podría haber albergado los Juegos Olímpicos de Invierno del año 2026. No obstante, la región del Valais mostró a los organizadores de los Juegos Olímpicos el lado más frío del invierno con su respuesta: “Ne veut pas!” (¡No queremos!). Algunos lo tildaron de ignorancia, otros de arrogancia, ellos simplemente decidieron que después de unas semanas de publicidad mediática, no se habría logrado mucho. El resto del país se lo toma más como parte del folclore típico del cantón que como algo realmente serio.

Nuestra siguiente meta es el gran paso de San Bernardo, desde el que podemos tomar la rama que va a Sembrancher. El puerto es pequeño, intenso, oscuro, y también empinado y estrecho. Las curvas se doblan en horquillas de ida y vuelta y la 400 tiene que trabajar duro a través de casi tres decenas de revueltas. Después de cada giro de 180 grados, el pequeño bicilíndrico intenta dominar de nuevo la montaña, solo para volver a verse atrapado en la siguiente serpentina después de unos pocos cientos de metros. De repente, nuestro camino serpenteante se vuelve ancho como un mantel y emerge de manera sorprendente de la maleza como un enorme telón de fondo el Gran San Bernardo frente a nosotros entre la bruma del mediodía. Cualquiera que esté pensando en darse una vuelta por el sur y continuar por el paso para entrar en Italia hacia Aosta y regresar al Valais debe planificar al menos otros 320 km. Es una tentación porque el Col de la Forclaz está a la vuelta de la esquina y también puedes hacerlo y dar allí media vuelta.

Vistas infinitas

Hay un impulso que provoca que te pares en la primera curva del Forclaz para disfrutar de las vistas del valle del Ródano en línea recta, pero también, y no menos importante, para hacerlo de las las amplias sombrillas verdes del bistró “Le Virage”, que se encuentra precisamente en esa curva, hablan por ello. Es como si tuvieras en tu ojo un teleobjetivo enfocándolo justo enfrente de ti. El valle de los valles hace que hasta te olvides del café.

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De vuelta a los alrededores de Sion un sol de cobre brilla sobre Conthey y el lago de Deborence a través de las densas enredaderas. La tierra está salpicada por casas ordenadas con balcones de madera. Es un lindo lugar, pero tenemos que llegar hasta Aven para encontrar lo que buscamos en el Café de Sapins. Acabamos de repanchingarnos bajo las sombrillas de color amarillo limón cuando nos llega el típico sonido de escape de una R 1100 R. El boxer rojo vino y con un color ya bien envejecido se para justo al lado de nuestra sombrilla. Una aparición desciende de ella con anillos en todos los dedos, pelo largo y negro, gafas oscuras y una gran sonrisa. “¿De dónde eres?”, me pregunta la extraña figura. En menos de dos minutos, sentados en una mesa con Kimberley ya circulan historias que le vendrían bien conocer a un marinero. Ahora viene directamente de Derborence, la siguiente parada de esta carretera, y le pregunto qué le pareció. "Simplemente genial. ¡Tienes que ir ahí!”

Una pequeña capilla marca el punto donde la majestuosa belleza del Valais es sustituida por una inesperada irregularidad. La madre naturaleza demuestra que podemos estar aquí, pero que sólo somos unos visitantes. La carretera está pegada a la ladera oriental de la montaña, y ha tenido que arrancarse del valle salvaje con trabajo ingente. Nuestra ruta discurre a través de túneles naturales sin iluminación.

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El camino es demasiado estrecho para conducir rápido, demasiado complicado, pero también demasiado espectacular. Derborence ganó una cierta fama local cuando dos importantes deslizamientos de tierra invadieron el valle superior. A partir de entonces, la cadena de picos se llamó "Teufelsberge", pero lo realmente notable fueron las nuevas laderas de cien metros de altura que represesaron el arroyo Derborence hasta convertirlo en un lago encantado. Allí donde creció un bosque primitivo que es una rareza no solo en Suiza. Ahora nos estamos acercando a él mientras dejamos atrás el desfiladero, y con él, el resto del mundo siguiendo el camino hacia esta carretera sin salida que conduce a un raro paraíso.

La temporada

Está rodeado de altas montañas alpinas y se puede recorrer en las zonas más elevadas desde finales de primavera hasta finales de otoño. El acceso desde el lago de Ginebra está abierto todo el año. Los pasos de Furka, Simplon, Grosser Sankt Bernhard y Forclaz, que desembocan en Valais, están cerrados en invierno. Alternativamente, hay posibilidad de elegir la vía ferroviaria desde Kandersteg en el Oberland bernés a Goppenstein/Wallis. Un recorrido por el Valais se puede integrar fácilmente en un recorrido alpino mayor. Para las autopistas suizas se necesita una viñeta que puedes comprar en la frontera.

El recorrido de 400 kilómetros pasa por carreteras alpinas que se encuentran en las condiciones típicas de Suiza. Sin embargo, se utilizan muchas carreteras estrechas llenas de curvas cerradas. Las curvas incluso de primera marcha son una ventaja para la seguridad, y te recompensarán con excelentes vistas y paisajes espectaculares. La entrada al valle de Derborence puede estar cerrada por un corto espacio de tiempo debido caídas de rocas o deslizamientos de tierra. Información sobre esto se puede encontrar directamente en la entrada del valle.

En el maravilloso y pintoresco valle de Derborence, el Auberge du Godet ofrece habitaciones rústicas en un ambiente igualmente rústico. Las tablas del suelo chirriantes y las habitaciones amuebladas de forma bastante sencilla contrastan con la alta calidad y el opulento catering. En cualquier caso, podemos recomendarte encarecidamente la raclette y las otras especialidades de Valais. Información: https://auberge-du-godet.business.site. Poco antes de Martigny, en Vernayaz, las Rêves Gourmands son el punto de partida central para los recorridos por el Valais. La habitación doble con desayuno cuesta 140 francos suizos. Información: www.revesgourmands.ch. El recomendable café / restaurante Des Rangs en el camino de Conthey a Erde ofrece buena cocina a precios justos. Y nos ofrecieron un gran desayuno allí. Dirección: Route des Rank 11A, 1975 Conthey.

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Los amantes del vino sacarán provecho de su dinero en el ultramoderno museo del vino de Sion. Información: www.celliers.ch. En septiembre, el festival gourmet Fête du Goût con vinos y especialidades locales tiene lugar en el casco antiguo de Sion. Información: www.siontourisme.ch. Grimentz, se ha establecido como el pueblo supuestamente más hermoso de Valais. Es mejor echarle un vistazo durante la semana, cuando la fiebre turística es moderada. Información: www.valdanniviers.ch.

El mapa Suiza-Oeste de Marco Polo en una escala de 1:200.000 es lo suficientemente detallado como para poder llegar a cualquier parte. Precio: 9,99 euros.

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