Desde la creación de la categoría femenina en el Campeonato del Mundo de Motocross, se pueden establecer tres eras diferentes. La primera, entre la edición inaugural de 2005 y el curso 2011, tuvo como gran dominadora a la alemana Stephane Laier con cuatro títulos (tres consecutivos) y dos subcampeonatos en siete años, con permiso de la neozelandesa Katherine Prumm, bicampeona.
La segunda era contó con una protagonista indiscutible: la italiana Kiara Fontanesi. Subcampeona tras Laier en 2011, asalto el título en 2012 y, desde ahí, enlazó cuatro seguidos. Lo cedió en 2016 ante la italiana Livia Lancelot (que ya pescó el único que dejaron Laier y Prumm en la era anterior) y lo recuperó en 2017, logrando el sexto y último en 2018.
La transalpina cedió el testigo y lo recogió la neozelandesa Courtney Duncan, que consiguió ganar tres seguidos. Todos por delante de la neerlandés Nancy van de Ven, que en 2022 aprovechó la lesión de su rival para auparse a lo más alto. Recuperada, Duncan retornó el pasado 2023 para convertirse en tetracampeona. Pero ya se podía ver que algo estaba cambiando.
A sus 27 años, Duncan había tenido que lidiar con la nueva generación para llevarse el título ganando cuatro de los seis grandes premios, batiendo a dos menores de edad como la española Daniela Guillen y la neerlandesa Lotte van Drunen, que se repartieron las dos citas que dejó escapar la hasta entonces dominadora de la categoría para terminar, respectivamente, subcampeona y tercera en la general.
La prueba del cambio ha llegado ya en este 2024, donde Duncan comenzó sucumbiendo ante Guillen y van Drunen en la primera carrera del año en Madrid; hundiéndose en la segunda, de nuevo con victoria de Guillen ante van Drunen. En la siguiente cita, disputada en Cerdeña, fue la neerlandesa la que ganó ambas mangas por delante de la española.
Transcurrido un tercio de curso, estaban empatadas al frente de la general con 94 puntos y Duncan ya prácticamente habiendo abdicado del trono, que entregaría poco después al lesionarse y perderse. Por lo tanto, ya solamente faltaba coronar a su heredera, con dos adolescentes optando a la entronización: Guillen, de 18 años; y van Drunen, que cumpliría 17 en agosto.
Curiosamente, la neerlandesa empezó a inclinar la balanza en España, cuando se repartió los triunfos con Duncan mientras Guillen terminaba tercera y cuarta. La española reaccionó con una victoria en Alemania, pero la cancelación de la primera manga en Maggiora fue un duro revés para la catalana en el peor momento, justo antes de la penúltima cita: el GP de Países Bajos.
Allí, la que fuera bronce en categoría absoluta tanto en el Mundial Junior de 65cc en 2019 como en el Europeo de 85cc en 2021, firmó un doblete inapelable para adquirir una ventaja decisiva y ponerse primera en la línea de sucesión al trono mundial para terminar coronándose como la campeona más joven de toda la historia. Ahora le toca el más difícil todavía: marcar su propia era.