Cuando tu estado natural es ser el número uno, todo lo que sea llevar otro dorsal en el carenado se considera una anomalía. También desde dentro. Sobre todo en una especialidad donde la moda de conservar el número tras ser campeón no ha penetrado todavía: la resistencia. Y, en el EWC, si se piensa en una moto con el 1, se piensa en el SERT.
El Suzuki Endurance Racing Team domino con puño de hierro la modalidad, logrando 16 títulos mundiales entre 1997 y 2020. Nada más ganar ese 16º, tres años después del anterior, anunciaron la fusión con el Yoshimura Racing, cuatro veces ganador de las 8 horas de Suzuka. Toda una declaración de intenciones: les quedaba hambre de sobra para seguir coleccionando éxitos.
Ya unidos, se hicieron con el título en 2021, en una edición sin Suzuka. Podría parecer que dicha fusión no era necesaria, pero el nivel del EWC ha subido y los equipos permanentes ya optan a (casi) todo en Suzuka. En el SERT lo sabían: si querían seguir engrosando su vitrina de trofeos, la fusión con el Yoshimura era la mejor opción.
La demostración llegó en 2022, cuando la victoria en Le Mans y el podio en Suzuka fueron insuficientes para imponerse a un solidísimo TSR Honda y tuvieron que conformarse con el subcampeonato, que repitieron el pasado 2023; cuando el triunfo en el Bol d’Or final no pudo impedir que el YART acabase con su larguísima sequía y retornase a la cima del mundo.

Para 2024 perdieron a Sylvain Guintoli y ficharon a Dan Linfoot para unirse a dos súper campeones de la disciplina como Gregg Black y Etienne Masson con el claro objetivo de desterrar de una vez por todas el número 12 del carenado y recuperar ese 1 que en su día parecía sempiterno como los de Mick Doohan o Jonathan Rea, por ejemplo.
El año empezó de forma inmejorable con la victoria en Le Mans, pero lo sucedido dos años atrás invitaba a la prudencia. Más todavía cuando la segunda posición en Spa no les sirvió para ampliar su liderato, sino todo lo contrario: el YART ganaba en la cita belga y se ponía a un punto. Suzuka sería más vital que nunca.
Allí el YART logró una memorable segunda posición para ponerse líderes, pero salvaron un tercer puesto con el trío formado por Albert Arenas -reclutado para la ocasión-, Cocoro Atsumi -reserva el resto del año- y Dan Linfoot, el único titular tras la lesión de Gregg Black y la cesión de Etienne Masson al nuevo equipo oficial Suzuki de categoría Experimental. Decidiría el Bol d’Or.
Con su terceto de gala, el SERT se puso al frente de la general virtual tras el reparto nocturno para cerrar un año memorable en el que no han bajado del podio y han ganado las dos pruebas de 24 horas. Cuando se enciendan las luces de 2025, volverán a tener el 1 tras lo que ha sido una larguísima noche de dos años.