Aunque el enduro (“Todo Terreno” en sus inicios) sea una de las disciplinas deportivas pioneras del motociclismo y que los Seis Días Internacionales sea también la carrera más antigua de la historia de las dos ruedas, no fue hasta 1968 que la FIM instaura el primer campeonato de la especialidad, el Campeonato de Europa, que no alcanzaría la categoría de Campeonato del Mundo hasta 1990.
Con este cambio, se reducían también las diferentes cilindradas en liza, que pasaron de ser ocho, desde los 50 hasta los 500 cc, a seis, con la cilindrada mínima establecida en los 80 cc desde 1981.
Esta pequeña categoría contaba desde sus inicios con un importante seguimiento, al ser la puerta de entrada tanto para pilotos noveles como para unos ciertos fabricantes especializados en modelos de pequeña cilindrada, pero de gran difusión comercial.

De esta manera, marcas como las centroeuropeas Zundapp, Puch, Simson, KTM o Sachs en la primera época y luego las italianas Fantic, Acossato, Ancilloti o TM se convirtieron en las dominadoras de las categorías de 50 y 80 cc, obviamente con pilotos de los mismos países mayoritariamente a sus mandos.
Campeona
Pero en el año 1991 se produce la gran novedad de ver a una moto japonesa coronarse Campeona del Mundo de los 80 cc con el italiano Pierfranco Muraglia al manillar. ¿Japonesa hemos dicho? Sí, pero no tanto, puesto que la historia que hay detrás de la vencedora Kawasaki KXE 80 tiene mucho de saber hacer italiano, y no tan solo por las manos del piloto.
Como ya hemos citado, la cilindrada de los 80 cc estuvo dominada a finales de los 80 por las marcas transalpinas, especialmente por TM, con pilotos como Stefano Passeri, Gian Marco Rossi y el citado Muraglia, que alcanzaba la corona en 1989 y el subtítulo en 1990. Siempre con la marca italiana para protagonizar un sonado fichaje en 1991 por el importador de Kawasaki, que con su escudería Jolly Club Totip alineaba una potente formación de pilotos en las categorías de 80, 125 y 250 cc, con máquinas profundamente modificadas en Italia.

Este era el caso de la KXE80 (la “E” por Enduro) de Muraglia, quien tras las primeras pruebas con la máquina japonesa echó en falta la potencia de la TM. Por ello obligó al equipo a una solución para ofrecerle una máquina competitiva a uno de sus pilotos estrella y que pasó por una profunda reconversión del motor: partiendo de unos bajos de KX125, a los que se acopló una parte termodinámica completamente nueva, de inspiración TM.
Tras el éxito obtenido por Muraglia y ante el interés de los aficionados, la propia escudería Jolly Club comercializó una serie limitada de kits de conversión de motor idénticos al empleado por el campeón italiano, uno de los cuales equipa la moto protagonista de esta sección.

La parte ciclo completa de una Kawasaki KX125 – a excepción del amortiguador trasero Öhlins - era la base de esta KXE80 (“E” de Enduro) creada por la escudería Jolly Club para que Pierfranco Muraglia se proclamara Campeón del Mundo en 1991.
Toda la parte termodinámica de la moto es de creación propia. Las siglas “JC” del cilindro delatan su origen, aunque inspirado en un TM. El diámetro por carrera del cilindro es de 47 x 46.5 mm y en su interior encontramos un pistón de aluminio forjado y una biela de acero mecanizada de una sola pieza. La culata es de la KX 125 modificada y el carburador, un Keihin de 30 mm. El escape es artesanal.