Talco, yeso, calcita, fluorita, apatito, feldespato (u ortosa), cuarzo, topacio, corindón y diamante. Son, del 1 al 10, los diez minerales de referencia en la escala de Mohs, llamada así en honor a su creador, el geólogo y mineralogista alemán Friedrich Mohs, que la creó en 1812 tomando como base la capacidad de un mineral de rayar a otro más blando.
A partir de ahí, todos se sitúan entre el talco, que se puede rayar con la uña, hasta el diamante, que únicamente puede ser rayado por otro diamante. Como bien es sabido, el diamante no es sino carbono puro, con la particularidad de que cada átomo forma cuatro enlaces covalentes fuertes con otros átomos, creando una red tridimensional tetraédrica y extremadamente rígida.
Si existiera una escala de dureza en el mundo del motociclismo, empezaría muy arriba. Para ser profesional, como mínimo tienes que estar al nivel del feldespato o del cuarzo, tal y como demuestran los pilotos de las diversas modalidades del deporte de las dos ruedas, todas ellas exigentes y peligrosas. Dicho esto, también es evidente que hay niveles de dureza en el motociclismo.
Por ejemplo, a nadie se le escapa que, por ejemplo, el motocross es más duro que la velocidad. Se puede atestiguar echando un vistazo al número de carreras que se pierden los pilotos de la élite cada temporada; o el nivel de cansancio que exige una carrera donde el circuito cambia a cada paso y en el que hay multitud de saltos y rebotes.
Aunque sería entretenido, no se trata tampoco de establecer una escala de Mohs-tociclismo para ordenar cada una de las modalidades. Sin embargo, se puede afirmar (y sin rayarse) que el diamante de esa escala sería el hard enduro. Más que nada porque fue creado para eso. De hecho, si se tradujese, sería enduro duro. Y que también se llama enduro extremo.
Carreras de horas y días de duración donde terminar ya es poco menos que una proeza, capaces de poner a prueba a pilotos y motos por igual. En las últimas décadas fueron ganando tal popularidad con pruebas como el Erzberg Rodeo o la Red Bull Romaniacs, que en 2018 se llevó a cabo una iniciativa para agruparlas en unas Series Mundiales: el WESS.
Tras dos años de duración y uno de pandemia, nació al fin el Mundial de Hard Enduro en 2021, con título para el inglés Billy Bolt ante el joven alemán Manuel Lettenbichler, que ya había sido campeón y subcampeón del WESS en 2019 y 2018, respectivamente. Desde entonces, nadie ha conseguido volver a derrotarle en el global de una temporada.
Mario Román en 2022, Billy Bolt en 2023, Wade Young en 2024 y nuevamente Bolt en este 2025 han visto cómo, cuando el ‘circuito’ es el mundo abierto, nadie puede con Manuel Lettenbichler. Con cuatro victorias en seis pruebas conquistó el título a falta de una, además de ganar tanto Romaniacs como Erzberg, fuera del calendario del curso. El más duro de la escala de Mohs.
