‘Salir, beber, el rollo de siempre’. Ganar otro TT. ‘Hablar con la gente'. Quizás, de todo lo impresionante que esconde la figura de Michael Dunlop, sea su capacidad para haber convertido en rutina eso de ganar carreras en el prestigioso Tourist Trophy de la Isla de Man. Tanto que ‘llegar a la cama’ sin un nuevo trofeo es casi ‘una guarrada’.
Y es que, cuando el de Ballymoney se baja la visera del casco y recibe el proverbial toquecito de hombro que le indica que puede lanzarse a dar otra vuelta a la isla, ‘va que ni toca el suelo y espanta hasta las nubes’. Y, durante los casi 20 minutos que dura cada uno de los giros, siente que ‘todo es de colores’.
El pasado 2024, consiguió un póquer de victorias en el TT a través de sendos dobletes en las categorías de Supersport y Supertwin, lo que le permitió igualar y superar el récord histórico de 26 victorias de su tío Joey Dunlop. Un récord al que él nunca le ha dado ninguna importancia: para él, el TT “es un viejo y divertido juego”.
No lo dice de farol. No está bromeando y tampoco es un alarde de falsa modestia: él lo siente así. Desde que nació hace más de 36 años en un pueblecito de diez mil habitantes, estaba condenado a dar vueltas a esa bendita y maldita isla en medio del mar de Irlanda, como una especie de Sísifo. Ni sabe ni quiere hace otra cosa.
Por eso, cualquiera hubiese optado por dar un paso al lado tras convertirse en el nuevo ‘King of the Mountain’ y llevar la leyenda familiar a cotas absolutamente inaccesibles para el resto de los mortales. Su lógica es muchísimo más simple: “Me sigue gustando ganar, por eso sigo corriendo”, comentaba cuando todavía llevaba ‘solo’ 25 victorias.
También por eso, cuando elevó el registro de 25 a 29 en 2024, a nadie se le pasaba por la cabeza que se fuera a quedar ahí. Todo el mundo sabía que volvería estar presente en este 2025 y que volvería a ganar, como efectivamente hizo para añadir otras cuatro victorias más a su impresionante palmarés: dos en Supersport y dos en Supertwin.
Ya lo decía Santos Isidro Seseña en el poema de su libro ‘La mala gana’ que popularizó Robe Iniesta en uno de los grandes éxitos de Extremoduro: “Para algunos, la vida es galopar un camino empedrado de horas, minutos y segundos. Yo, más humilde soy, y solo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo me transporte mecido hasta el siguiente”.
Para muchos pilotos, la vida es galopar sobre una moto por carreteras empedradas de horas, minutos y segundos. Michael Dunlop, más humilde es, y solo quiere que la ola que surge del último suspiro de un TT -ese en el que celebra con su equipo los éxitos cosechados la semana previa en la carretera- le transporte mecido hasta el siguiente. Hasta el siguiente TT, claro está.
Las frases con entrecomillado simple, literales o parafraseadas, son de la canción 'Salir' de Extremoduro.
