Industria y tecnología

La Generalitat de Catalunya quiere eliminar las motos de combustión antes de 2030

Se ha disparado la alarma en Cataluña con el Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030 de la Generalitat de Catalunya, que prevé eliminar las motos de combustión antes de 2030.

Juan Pedro de la Torre

3 minutos

La Generalitat de Catalunya quiere eliminar las motos de combustión antes de 2030.

Ayer fue presentado el Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030 de la Generalitat de Catalunya, que va a invertir 1.400 millones de euros en la promoción de la moto eléctrica. El reverso tenebroso de este plan, presentado por el president Salvador Illa, contempla la paulatina eliminación de las motos de combustión antes de 2030, y lo sorprendente de este proyecto es que esta restricción se centra exclusivamente en las motos y no afecta a ningún otro vehículo de combustión.

El Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico 2025-2030 se centra en cinco ejes de actuación: desplegar la infraestructura de recarga instalando 9.000 puntos nuevos; impulsar la demanda del vehículo eléctrico; mejorar la percepción social del vehículo eléctrico; reforzar la cadena de valor en la industria y realizar una gestión eficiente.

Lógicamente, la industria motociclista española, por boca de Anesdor, ha hecho saber su inquietud ante semejante propuesta, considerando positivamente la contribución a la movilidad sostenible de la moto eléctrica, tanto desde el punto de vista del usuario, como desde el punto de vista industrial. Sin embargo, ante la idea de eliminar la moto de combustión, antes de 2030, Anesdor se ha mostrado claramente en contra, solicitando una aclaración del texto del plan.

Anesdor señala expresamente un párrafo del punto 2: “Promoción de la limitación paulatina de la motocicleta de combustión. Paralelamente a la implementación de restricciones graduales de circulación de motocicletas de combustión con etiquetas ambientales B y C, se establecerá un programa de transición industrial para promover la producción, distribución y reparación de motocicletas eléctricas”.

De llevarse a cabo, la medida afectaría a más de 1.180.000 motos censadas en Cataluña, y afectaría a motos que se encuentra actualmente a la venta. Para Anesdor es inaceptable este planteamiento, que señala única y exclusivamente a la motocicleta y no a otros vehículos como coches o furgonetas.

Esta situación vuelve a poner sobre la mesa una de las reclamaciones que Anesdor lleva realizando desde años a la Administración, el etiquetado mediambiental, porque a diferencia de los coches, no hay motocicletas con etiqueta ECO, porque no hay modelos de motos híbridos ni propulsados a gas. Y, sin embargo, las motos Euro 5+ que se venden actualmente tienen factores de emisiones inferiores a los coches ECO.

Incidiendo en la importancia de mejorar valores mediambientales en la circulación viaria, cabe recordar las claras ventajas en términos de movilidad que ofrecen las motos, por su menor ocupación de espacio, su mayor eficiencia energética y su reducida huella ambiental. De hecho, el plan de la Generalitat ignora las decisiones de la Comisión Europea, que estimó que la contribución del parque de motos al total de las emisiones del tráfico no es relevante y, por esta razón no incluyó esta categoría de homologación en las prohibiciones de combustión previstas en 2035 y 2050.

Por otra parte, el plan manifiesta una completa ignorancia sobre la realidad del uso de la moto en Cataluña, una Comunidad en la que disfruta de un singular arraigo, y que en su momento fue el eje de la industria motociclista española, y aún sigue siendo la Comunidad con mayor número de empresas del sector. Esta medida afectaría a más 1.180.000 usuarios cuya movilidad se vería restringida y serían forzados por el Gobierno catalán a comprar nuevos vehículos. Sólo como ejemplo, en Barcelona se realizan alrededor de 450.000 desplazamientos diarios en moto con origen o destino en la capital.

José María Riaño, secretario general de Anesdor, ha valorado así el plan presentado: “Desde Anesdor valoramos positivamente el Plan de Impulso al Vehículo Eléctrico en general, pero incluir la medida de restringir todas las motos de combustión, discriminándolas respecto a otros vehículos es simplemente inaceptable. La moto de combustión no es el enemigo de la movilidad sostenible, sino parte de la solución junto a la moto eléctrica. El Gobierno de la Generalitat debería explicar a estos usuarios por qué quiere restringir el uso de sus motos, pero no plantea hacer lo mismo con los coches”.

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