Antonio Marsinyach Sellarés (Manresa, 1949) ha sido piloto e importador de marcas como KTM, Axo o Ipone, entre otras muchas cosas. Pero yo diría que por encima de todo ha sido un apasionado de las carreras.
Como piloto tenía un don innato para ser rápido en cualquier especialidad y se enfrentó siempre a equipos más potentes. Importador de Ancilliotti y más tarde de KTM, se siguió enfrentado a los equipos oficiales con la misma pasión y destreza con la que pilotaba.
Un tipo divertido, pícaro y simpático que se adelantó a su tiempo como empresario, importador o mánager, capaz de organizar el primer Supercross en España o hacer debutar en el enduro a todo un campeón del mundo de motocross como Heinz Kinigadner.
O, entre otras muchas historias, llevar a Carlos Mas al París-Dakar haciéndole de asistencia con un pase comprado a un mecánico de un equipo retirado o colándose en un avión de periodistas. Con él hemos charlado del pasado y del presente.
Piloto de carreras
- ¿De dónde te viene la afición a las motos?
- "La afición a la moto me vino por mi hermano Pere. Nací en Calders (Manresa), en una colonia en la que trabajaban mis padres. La Colonia Jorba, una fábrica textil al lado del río Calders. Mi madre trabajaba en la fábrica y mi padre en el campo; Jorba tenía campos de cultivos. Desde muy pequeño destrozaba las bicicletas. Con solo 9 años, alrededor de la iglesia de Can Jorba, hicimos un circuito para bicicletas. Le robaba el reloj despertador de la mesita de noche a mi madre para cronometrar. Solo tenía en la cabeza que tenía que ir más rápido que los demás".
- ¿Tu primera moto?
- "Me compré una Ossita 50 y Pere tenía una 175 Sport. Los domingos, mientras él dormía, me iba por los caminos con su moto de carretera. Se la devolvía sucia de barro. Para compensar le ponía gasolina. Luego llegaron las motos de motocross y mi abuela me compró una Sherpa S de segunda mano por 11.000 pesetas".
- ¿Cuándo empiezas en las carreras?
- "Hice mi primera carrera de motocross en Cardona. Allí estaba Estanis Soler de Bultaco y le dijo a Don Paco Bultó que en Manresa había un tío que iba deprisa. El concesionario me cambió la moto por una Pursang MK 3. Le dije que no tenía dinero, que trabajaba de camarero. Me dieron una MK 3 que costaba 33.000 pesetas. Y me dijeron que cada mes les pagara lo que pudiese. Antes de eso ya hice la subida en cuesta de Pont Vilomara, me dejaron una Montesa Brio 101 y entrenando la fundí. Entonces me dejaron una Impala 250 Sport, el casco, mono de cuero, todo".
- Es decir que empezaste en carreras de asfalto…
- "Sí, en subidas en cuesta que me gustaban más que el motocross. En Monserrat, con una MK 6, bajé diez segundos el récord que tenían Carlos Giro o Ricardo Fargas. Una vez me apunté a una carrera del Nacional en Cádiz en un circuito urbano; todas las curvas eran de derechas. Estaban Nieto y Grau con las Derbi. Si alguien me hubiese ayudado, habría sido velocista. Pero estaban las Derbi, algunas Yamaha que llegaban de contrabando y punto. Con una Bultaco Pursang era imposible ganar. También hice las 24 Horas de Montjuïc durante la mili".
- ¿El enduro?
- "Mientras hacía el servicio militar, organizaron un enduro que hice con una Pursang y en un crono gané a Narcís Casas. A mí no me conocía nadie, nunca había corrido un enduro. Vino Surinyach, mánager de Ossa, y me dijo: “¿Quieres correr enduro el año que viene? Tendrías una moto para entrenar y otra para correr, además de un sueldo”. Fuimos a Ossa a firmar y a ver las motos. Me dieron un paseo por la fábrica y me enseñaron la Ossa Enduro, me propusieron correr con una. Detrás de mí estaban las Ossa Phantom de motocross y le comenté a Giro que quería correr enduro con una Phantom. Me contestaron que no estaba preparada, que no tenía luces ni nada, pero Eduardo Giró aceptó. Salí en el Segre con una Phantom con luces y llegué a final de carrera con el escape, que salía por debajo, completamente abollado. Así nació la Ossa Desert".
- Ganaste el Campeonato de España de 1974 con polémica. Te acusaron de tramposo.
- "En la primera carrera del campeonato, en el Segre, como yo no tenía palmarés, me hicieron salir el 30. Todos los pilotos de Bultaco, buenos y malos, y los de Montesa salían por delante de mí. Los de Ossa parecíamos los tontos de la película. En una trialera me taponaron. Los buenos pasaron, pero todos los demás no, y yo me quedé allá en medio sin poder subir, entre un montón de motos. Palmé simplemente por no tener palmarés y salir el 30. En aquella época tú ibas a correr al Segre y la carrera la marcaban los de Bultaco. Todos entrenaban el rally y el tramo. En Prats de Llucanés sucedía lo mismo con Montesa, entrenaban, sabían el recorrido, etc. Yo pensé, ya vendréis a Manresa. En la última carrera que se disputó en Manresa gané el campeonato".
- ¿Por qué la polémica?
- "Marcamos un control apretado. Nos jugábamos el campeonato Bubú Casanovas (Montesa), Toni Soler (Bultaco) y yo. Me pusieron un piloto detrás por si recortaba el recorrido. Vinieron a correr pilotos del equipo de motocross, tanto de Bultaco como de Montesa para que quedaran delante de mí. El control lo había entrenado, al igual que hacían los de Bultaco en el Segre y los de Montesa en Prats de Lluçanès. En aquel tramo yo era rapidísimo. Atrapé a Narcís Casas y me acordaré toda la vida de la cara que puso. No corté en ningún sitio, simplemente lo tenía entrenado como los de Bultaco en el Segre. En Bultaco tenían al vicepresidente de la RFME, que era Juan Soler Bultó. En Montesa, un Permanyer era otro vicepresidente. Al acabar la carrera se nos tiraron encima, reclamaron al moto club que la media que hice superaba lo reglamentado y otras muchas cosas. Eran las dos potencias, Bultaco y Montesa, contra los de Ossa".
- ¿Y cómo acabó la película?
- "Quitando el famoso control, acababa tercero y ganando el Campeonato de España. Lo que ha quedado en la historia es que soy un tramposo porque corté, pero no fue así. Es más, en la segunda vuelta, Casas ya no penalizó en este control, lo que demostró que se podía pasar. Eso sí, te aseguro que allí, en medio de un bosque lleno de ramas, yo volaba".
- Buenos recuerdos de Ossa…
- "Sí, muchos. Antes de llegar a Ossa, en lo que respecta al enduro, Bultaco y Montesa eran dos potencias, y a los de Ossa no se los tomaban en serio. Tengo muy buenos recuerdos de Ossa, especialmente de Carlos Giró".
- No volviste a ser campeón.
- "En 1975, el segundo año que se inventaron la cilindrada de 175, quedé segundo. Fui primero todo el año, pero en la última carrera me montaron un escape por arriba (bufanda) que perdía 4 ó 5 CV. Me ganó J. M. Pibernat. Un año más tarde hice el Europeo con OSSA y el importador francés Marcel Seurat. Una gran experiencia".
- Fichas por Montesa.
- "Ossa ya hacía aguas. Me debían dinero y me pagaron con una Ossa Yankee y una Ossa Phantom. Fiché por Montesa y quedé subcampeón de España. En Montesa me hacían correr con el cambio de enduro que no funcionaba, era muy lento. Les dije: o me ponéis un cambio de motocross en la moto de enduro o no sigo con vosotros. Me dijeron que no podía ser. Carlos Mas ya estaba en Montesa. Me enteré de que a él sí le montaron el cambio de motocross. Me fui a Milán, vi las Ancilliotti y me las compré. Fue mi viaje de novios. Le dije a Gemma que iríamos a Florencia y luego a comprar unas motos. En 1980 fui subcampeón de España de Enduro 125 con Ancilliotti".
La historia con KTM
Entre 1980 y el año 2000, por medio de Marsimoto, Ton fue el importador de KTM en España y como piloto quedó subcampeón de España de 125. Como importador, consiguió casi 40 Campeonatos de España.
- En España ya había un importador…
- "Vi a las KTM competir en el Europeo y me fui al Salón de Milán con la idea de traerme la marca a España. Jaime Alguersuari y Joan Vilaró habían importado algunas KTM, la historia no acabó muy bien. Cuando les hice la propuesta a los austríacos, me miraron mal. Les expliqué que era importador de Ancilliotti. Ellos no sabían ni que existía. Pero cuando les dije que había vendido más de 100 motos les cambió la cara. Me dijeron que me contestarían en dos semanas. Me llamaron y me dijeron que OK. Estuve más de dos años yendo a buscar motos a Austria con el camión. Recuerdo que el gran jefe, Trunkenpolz, la T de KTM, me cogió cariño. Y ¡siempre me hablaba de Franco!".
- En 1983 seguías compitiendo, pero ya fichaste a Pablo Colomina en motocross…
- "Sí, no podía seguir compitiendo y llevando los equipos de carreras. Pablo Colomina me hizo ganar el primer Campeonato de España de 250 contra Toni Elías y el equipo Montesa oficial. Si vendía 300 motos, solo 30 eran de motocross. Ganamos cuatro ediciones del Nacional".
- ¿El enduro?
- "Muchos pilotos, muy buenos como Agustí Vall, Jordi Arcarons... Lo ganábamos todo en enduro y raids, donde nadie nos hacía sombra. ¡Competían entre ellos, una ruina en recambio! Tuve que acabarlo. Se daban hostias entre ellos. Un año les dije: se acabó, tiraré una moneda al aire y quien gane escogerá la carrera que quiera ganar. El otro hará segundo. Los dos eligieron la Baja Aragón. Una vez, Agustí Vall llegó a un control sin rueda de atrás, ni llanta, ni neumático, nada. Solo el disco de freno y la corona. Luisake, que venía detrás, no entendía nada. Podría decir muchos buenos pilotos, pero me acuerdo de Álex Llobet, Nani Roma, Miki Arpa, Isidre Esteve, José Luis Steuri... Conté los títulos que ganamos en España con KTM y eran casi 40”.
- Kinigadner vino a competir en el Nacional contigo.
- "Sí. Vino a correr el Campeonato de España de Enduro de 1992. Ya había dejado el cross, hicimos enduro y él tenía en la cabeza los raids. Tenía el Dakar en mente".
Dakar
El Dakar africano era un estilo de carrera apasionante en la que un tipo como Marsi encajaba perfectamente.
- ¿Cómo fuiste al Dakar?
- "Juan Porcar nos animó. KTM montaba entonces los motores Rotax. No teníamos dinero, pero llamé a Jesús Gómez Frías, de la RFME, que habló con Ducados y nos ayudaron. El Lada de asistencia se rompió nada más llegar a África. Nos quedamos sin asistencia. Cogí una mochila, le compré un brazalete (pase) a un mecánico, cogí un avión hasta Tanmarrasset y seguí el rally como pude. Carlos Mas hizo una gran carrera".
- En el año 2000 se acabó tu importación de KTM.
- "Antes, a finales de los noventa, nos pidieron dinero a los importadores para salvar la quiebra. Tenían más de 500 trabajadores y con 250 era suficiente. La compraron Stefan Pierer y algunos importadores europeos. Pusimos dinero para seguir adelante. También el gobierno austríaco, y el que puso menos dinero fue Pierer".
- ¿Fue un mal trago perder KTM?
- "No me sentó mal. Negociamos. Una vez por semana venía un austríaco a negociar. No insistí. Como caramelo me dijeron que fuera el responsable de carreras, pero duré solo dos meses. En 2007, me lie a montar una tienda en Barcelona que fue una ruina, antes de la crisis. Pasé a ser concesionario como Marsimoto. Al final decidí traspasarlo".
- Ahora restauras motos. KTM, cómo no…
- "Un día me compré una KTM clásica y la restauré. Desde entonces me dedico a esto. Tengo un buen mecánico que hace los motores y el resto lo hago yo. En España tenemos un gran problema con las clásicas: en Francia o Italia hay carreras con 300 inscritos, aquí apenas llegan a 50".
- ¿Cómo ves la situación del enduro y del motocross?
- "No acaba de despegar. Nadie sabe que García es Campeón del Mundo. KTM lo intentó con la fórmula del Hard Enduro y algo ha cambiado. Pero lo que encuentro más grave es que después de una carrera de motocross de Jorge Prado, ningún medio publique nada. Es increíble".
- ¿Te arrepientes de algo?
- "Una de las cosas de las que me arrepentiré toda la vida es del dinero que quemé en las carreras. Me gastaba fortunas. Llegué a tener treinta pilotos entre motocross, raids, enduro, rallys… Íbamos treinta personas a las carreras. Ganaba mucho dinero, pero me lo gastaba todo en las carreras. La competición era mi forma de vida. Y sigo igual. Cuando puedo, me voy a ver carreras de clásicas o de lo que sea, como el Mundial de Cross en España".