La presentación de la YZ250F 2024 ha sido para nosotros como una especie de “déjà vu”. Resulta que, por estas mismas fechas, pero el año pasado, Yamaha nos convocó al lanzamiento de la YZ450F 2023 en el trazado francés MC des Costieres, en la población Beauvoisin, situada unos 20 kilómetros al sur de Nimes. Justo el mismo escenario de esta ocasión, en la que, además, la menor de las YZF estrena gran parte de las soluciones de su hermana mayor, incluyendo el chasis, el diseño de la carrocería y las demás modificaciones.
Pero, en verdad, la percepción de “haber vivido ya este momento” también nos genera una sensación de alegría, por lo divertido de este circuito natural francés y por el buen sabor de boca que nos había dejado la nueva 450 azul doce meses antes. Además, el ejercicio de repetir escenario nos parece muy útil porque es un circuito en el que ya tenemos referencias y podemos apreciar claramente los cambios de comportamiento.
Para poner brevemente las cosas en contexto, conviene señalar que, frente a las versiones anteriores, la YZ450F 2023 ofrecía un puesto de mandos más natural y estrecho, junto a un chasis mucho más ágil aunque, como señalamos en su momento, menos estable que antes. El nerviosismo del tren delantero también ha trascendido entre los propietarios de la 450 azul e incluso entre los pilotos oficiales en MXGP y los certámenes AMA. Tampoco es algo sorprendente, pues por algo la nueva generación de YZF cuenta con ese rebaje en la parte delantera de la pipa de la dirección y un portanumeros frontal alejado de las tijas, dejando un gran hueco para un posible amortiguador de dirección -ese de tipo magnético que Yamaha sigue desarrollando en Japón…-.
En este enlace podéis ver la ficha técnica completa de la Yamaha YZ250F 2024.
Prueba
Es patente que los ingenieros de Yamaha han tomado nota de esos comentarios y han actuado en consecuencia al configurar la nueva YZ250F 2024, que ofrece de partida un equilibrio más acertado que su hermana mayor.
Al subirnos a la MX2 azul, unos cuantos minutos después de quedarnos embobados admirando la preciosa versión 50 Aniversario, encontramos un puesto de mandos mucho mejor que el de la versión anterior. La carrocería ofrece una fisionomía más esbelta y natural, con notable estrechez en la parte delantera, equiparable al de una 125 como pudimos verificar en Francia -la presentación también incluía alguna tanda con la YZ 125 dotada del renovado kit de motor GYTR-.
La nueva configuración de la YZ250F también destaca por la posición más natural de las piernas, ya que ahora hay más distancia entre las estriberas –más bajas- y el asiento –más alto-, lo que facilita claramente los gestos de levantarse y sentarse durante la conducción. En general, la movilidad del piloto sobre la moto es excelente.
Menos varían las características del manillar, que sigue sin convencernos, porque está bastante alto y adelantado -incluso en la posición más atrasada sobre las tijas, que es la de serie-, y porque mantiene esos sempiternos puños Yamaha que son ásperos como una muela de afilar.
Comportamiento ciclo
Otra característica nueva es que la YZ250F ’24 resulta muy, pero que muy alta, tanto en parado como al subirnos a la moto, pues las suspensiones ceden muy poco. Esta es precisamente la clave de que la MX2 japonesa ofrezca una dosis de estabilidad superior a su hermana mayor, pues la horquilla y el amortiguador denotan un setting bastante firme y rígido, trabajando ambos desde muy arriba y reduciendo la transferencia de pesos.
Es una configuración tipo tabla que, obviamente, reduce la sensación de confort y la absorción de baches pequeños, pero se muestra tremendamente efectiva a ritmo elevado pues el conjunto resulta preciso y confiable. En curvas nos parece mucho más manejable que el modelo anterior, tanto al iniciar el giro como en mitad y al final de la trazada.
Se aprecia sobre todo en giros con varias líneas a los que llegamos apurados e improvisamos la elección de la trazada en el último momento; o en roderas largas de múltiples ápices. En ambas situaciones la YZ250F nos ayuda a salir airosos gracias a un chasis muy reactivo, siempre rápido de movimientos y fácil de corregir.
La MX2 azul, o mejor dicho blanca, rosa y morado, consigue estas capacidades atléticas incluso sin sentir que es mucho más ligera que antes, pues de hecho la marca declara unas cifras de 99 y 105 kilos (vacío/lleno), solo uno menos que el modelo anterior.
Durante la presentación en Francia, el ingeniero japonés Atsushi Ishino, líder del proyecto de desarrollo de la YZF, nos explicaba que el aligeramiento de peso no ha sido una finalidad en sí misma al desarrollar la nueva 250, sino el conseguir el tipo de comportamiento que buscaban. Tanto que, incluso, resulta que el nuevo chasis es más pesado que el anterior, pero era así como se quería para lograr esa mejora en agilidad -aunque hay otros elementos como el subchasis, la bomba de gasolina y las tijas que sí han permitido ahorrar unos cuantos gramos-.
Como antes apuntábamos, las suspensiones proponen un setting firme y muy “de carreras”, que funcionan muy bien a ritmo elevado pero que no serán tan agradables para usuarios de menor nivel. A nosotros nos ha parecido que se trata de una dureza por causa de los muelles, y no tanto de hidráulicos, algo positivo pues con cambiar los resortes según el peso y nivel de cada uno será suficiente para contentar a sus futuros propietarios. ¡Que todos los males esos!
Menos sorpresas deparan los frenos, pues el material Nissin no ha recibido cambios y mantiene un gran rendimiento, con su característica bomba delantera de tacto esponjoso.
Respuesta del motor
La mecánica de la YZ250F ’24 no recibe tantos cambios como el apartado ciclo, pero lo cierto es que en la pista sí hemos notado una variación de carácter notable. Se aprecia desde el primer momento en el que arrancamos el motor, que emite un sonido muy deportivo e incluso con un nivel sonoro excesivo para el propio piloto.
En bajos, encontramos un golpe de gas fortísimo y muy inmediato, con clara sensación de haber optado por una configuración muy agresiva, como si el avance de encendido estuviera muy, pero que muy adelantado. Esto nos invita a olvidarnos de la primera y la segunda marcha en la gran mayoría de las curvas, pues la sensación de par motor nos permite acelerar con energía en tercera en mitad de la trazada.
Ahora bien, cuando salimos de la curva empezamos a entender que nos habíamos confiado en exceso, pues la YZ250F no puede evitar una pequeña duda a medio régimen, que no penaliza mucho en zonas llanas pero sí salía a relucir en las fuertes subidas del circuito MC des Costieres. Parece que se ha sacrificado un poco aquella subida de vueltas fulgurante de las anteriores versiones del motor invertido de Yamaha, pero con el beneficio de haber desplazado esa energía a la gama alta de revoluciones.
La japonesa es ahora una MX2 más puntiaguda, que estira claramente más que antes y lo hace con mayor sensación de caballería. También es claro que gusta de ser pilotada de forma más agresiva, siempre alta de vueltas y apurando cada marcha hasta el final, además de pedir el uso de la segunda e incluso la primera en los ángulos más cerrados.
Sin duda, la nueva YZ250F hará las delicias de los adolescentes más “acelerados” y usuarios de nivel alto, aunque lo bueno para los demás es que Yamaha sigue ofreciendo grandes posibilidades de personalización gratuitas en su aplicación para móviles con la que modificar el mapa del motor, y además ahora con nuevas funciones más compresibles e intuitivas para todos los usuarios.
En resumen, la marca de los diapasones ha conseguido una MX2 con un apartado ciclo de lo más equilibrado y un motor más competitivo. Señalar, por último, que la nueva YZ250F 2024 estará disponible en los concesionarios a partir de octubre, a un precio de 9.999 euros, la versión estándar, y de 10.199 € la edición 50 Aniversario.