Hace ya más de un lustro del último título de Yamaha en MotoGP, conquistado en 2015 por un Jorge Lorenzo que se despidió de la marca de Iwata un año más tarde, en el que consiguió hasta cuatro victorias, incluyendo la del día de su despedida en Valencia.
Desde la marcha de Lorenzo, que formó junto a Valentino Rossi la dupla más exitosa de la historia de la marca en la categoría reina con siete títulos y 100 victorias entre ambos, los diapasones no han vuelto a conseguir la afinación exacta de la YZR-M1. Durante tres temporadas (2017-2019) tuvieron que ver desde un segundo plano cómo el binomio formado por Márquez y Honda sometía a Ducati, con Andrea Dovizioso al frente.
Tres años en los que Yamaha apenas consiguió siete triunfos, los mismos que en todo el 2020… en el que aprovecharon la ausencia de Márquez para volver con asiduidad a lo más alto del podio, pero sin estar en la lucha por el título. El motivo es que no hubo un número uno definido en la marca: esas victorias se repartieron entre tres pilotos.
Tres fueron para Franco Morbidelli, tres para Fabio Quartararo y una para Maverick Viñales, que había sido el autor del único triunfo de Yamaha en 2018 y los dos de 2019. El de Rosas llegó para coger el relevo de Lorenzo pero nunca ha conseguido estar en sus números.
De hecho, son varios los registros que Yamaha no ha vuelto a conseguir desde la marcha de Jorge Lorenzo, y que seguramente tengan mucho que ver con la sequía de títulos de la marca.
En primer lugar, ningún piloto Yamaha ha ganado cuatro carreras en un año, algo que Jorge Lorenzo hizo hasta en seis temporadas distintas. Desde su marcha, el tope son las tres victorias logradas por Viñales en 2017 y por Quartararo y Morbidelli en 2020. Es cierto que el año pasado Joan Mir fue campeón con un solo triunfo, pero tan cierto como que no es la tónica: en toda la historia de MotoGP, solo dos pilotos han sido campeones con menos de cinco triunfos: Nicky Hayden con dos en 2006 y el mencionado Mir.
En segundo lugar, ningún piloto Yamaha ha sido capaz de ganar tres carreras consecutivas, algo que en MotoGP solamente han hecho cinco pilotos: Valentino Rossi, Casey Stoner, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y Marc Márquez; pero que desde 2014 solamente han hecho Márquez en cuatro ocasiones (10 seguidas en 2014, tres seguidas dos veces en 2018 y cuatro seguidas en 2019) y Lorenzo en 2015, cuando enlazó cuatro.
Casi parece una especie de maldición: desde que se marchó Lorenzo, en tres ocasiones un piloto Yamaha ha conseguido encadenar dos, pero nunca tres. Es más, nada más irse el balear, Maverick Viñales parecía heredar su afinidad con la M1, ya que si Lorenzo se despidió ganando en Valencia, el gerundense arrancó su periplo venciendo en Qatar y Argentina… pero se cayó en Austin.
Hubo que esperar tres años para ver a otro piloto llevar la Yamaha a lo más alto en dos grandes premios consecutivos: fue Fabio Quartararo en las dos carreras que abrieron el curso 2020 en Jerez. Sin embargo, en Brno se diluyó y solo finalizar en séptima posición.
El mismo Quartararo volvió a repetir victoria en este 2021, al ganar primero en el segundo paso por Qatar y hacer lo propio en Portimao. La siguiente cita era Jerez, su escenario fetiche, al que llegaba como máximo favorito. Una condición que estaba acreditando sobradamente con la pole y escapándose en carrera, pero cuando todo estaba encaminado a ser el primer piloto en ganar tres seguidas con una Yamaha desde Lorenzo en 2015 y acabar con esa maldición… su antebrazo le traicionó y se quedó sin fuerza, yéndose hacia atrás y terminando 13º.
Sea el propio Quartararo, o bien Viñales, Morbidelli o incluso o Rossi, tarde o temprano llegará el piloto que consiga derribar las barreras invisibles que Yamaha parece tener delante: tres victorias seguidas, cuatro en un año y, por supuesto, el título. Pero de momento, la sombra de Jorge Lorenzo se sigue alargando y ya va por el quinto año.