Jorge Lorenzo: El camino del guerrero

Píldoras 2019, capítulo 25: Jorge Lorenzo, adiós a una leyenda de MotoGP.

Jorge Lorenzo (Foto: Gold & Goose).
Jorge Lorenzo (Foto: Gold & Goose).

No sucumbe hasta que vislumbre la cumbre. De entre todas las grandes virtudes que se podrían resaltar de Jorge Lorenzo en las casi dos décadas que ha pasado en el Campeonato del Mundo, destaca su perseverancia en la búsqueda del triunfo. Jamás se ha conformado con nada que no fuera ganar una carrera o hacerse con un título.

Permaneciendo en guardia aunque parezca dormido. Las malas rachas, que evidentemente han existido en la carrera del balear, no han sido más que lapsos de tiempo entre periodos victoriosos. El mejor ejemplo es su periplo en Ducati, donde parecía dormido pero estaba agazapado esperando su momento.

Todo es posible con práctica y experiencia. Si buscamos un adjetivo que acompañe al de perseverante, sería metódico. Cuántas veces le hemos visto, ya sea en entrenamientos o carreras, hincharse a dar vueltas y calcarlas prácticamente a la milésima en la búsqueda de la perfección.

Viendo grandes verdades en los detalles anónimos. Mientras todos buscaban sus décimas perdidas en las grandes diferencias entre Yamaha y Ducati, encontró el click definitivo en un detalle tan anónimo como un apéndice al depósito para reencontrarse con la postura y, de ahí, con su velocidad.

Se enfrenta a sus rivales, conoce sus defectos y también sus cualidades. Dani Pedrosa, Casey Stoner, Valentino Rossi y Marc Márquez. A todos se enfrentó y a todos ganó, siempre desde la misma premisa: saber qué nadie es imbatible y, desde ahí, trabajar para maximizar sus puntos fuertes y buscar los débiles de sus contrincantes.

Ante las dificultades siempre se esfuerza y se crece. Desde la Derbi hasta la Ducati, pasando por muros dentro del box o súper talentos innatos como Stoner o Márquez. Cuando más complicado ha sido el desafío, más ha elevado su nivel con ese don que tienen los grandes de convertir complicaciones en retos.

Aprende de sí mismo / Saber aprender del ayer. Su agresividad inicial, sus problemas en lluvia o sus malas salidas. Todos aquellos aspectos que un día fueron debilidades los fue transformando –en mayor o menor medida- en virtudes para convertirse en un piloto realmente completo.

Cada victoria es otro paso hacia la cima / Y si vence lo celebra pero no se vanagloria. La evolución le llevó de marcar cada triunfo con la bandera de ‘Lorenzo’s Land’ a entender que un triunfo en un GP no era un fin, sino un medio en la búsqueda del título.

El guerrero jamás piensa en qué dirán las malas lenguas. Otra de las grandes capacidades de Lorenzo ha sido la de abstraerse del qué dirán, porque han dicho mucho. Su brutal sinceridad le granjeó enemigos, pero jamás dejó que eso afectase a su nivel en pista.

Cargó el peso de sus metas, prohibiéndose descansar hasta dejarlas completas. Todavía habrá quien equipare retirada a rendición, pero la realidad es que ha completado sus metas y, seguramente, su mejor triunfo haya sido el de comprender que el final del camino del guerrero es el merecido descanso con la satisfacción del deber cumplido.

(Nota: En cursiva, frases extraídas de la canción 'El camino del guerrero', de Nach).