La rueda de prensa organizada por Estrella Galicia 0,0 en Madrid fue la primera en la que vimos a los hermanos Márquez en su nuevo rol de compañeros de equipo en el Gresini Racing. Los de Cervera mantienen una larga relación con la compañía cervecera, que en el caso de Álex le ha acompañado desde antes de su llegada al Mundial, como reconocía el bicampeón del mundo.
“Sin ellos no estaría aquí. Es verdad que hay algunas marcas que cuando estás en MotoGP es más fácil que te apoyen, pero hacerlo desde la base no es tan fácil. A mí me han apoyado en toda mi carrera deportiva, desde el CEV en 2012 hasta el día de hoy. Hemos estado siempre juntos, hemos ganado dos mundiales juntos y nunca voy a olvidar nunca la celebración en Valencia con el CEO, Ignacio Rivera. Estrella Galicia es un icono del paddock”.
El pequeño del clan Márquez afrontará su segundo año en el equipo italiano, después de una primera temporada que le dejó un buen sabor de boca. “Hay que seguir la evolución. Empezar con buen pie, hace que sea más ameno. Tengo ganas de pretemporada y de que llegue el test de Malasia. Acabamos muy bien el año y hay que empezarlo bien, pero no hay ahora expectativas. Es muy pronto. Perfil bajo. A mejorar la regularidad y a ser más sólido”.
El botín del año pasado fueron dos victorias al sprint, dos podios en carreras de domingo y una pole, para concluir noveno en su primer curso en Ducati. De cara al 2024, el objetivo de Álex Márquez debería ser ganar su primera carrera de la categoría reina: “¿Por qué no? El objetivo es ganar carreras o estar en el podio. El año pasado hubo momentos mejores o peores, pero siempre empujamos. Y este año si seguimos trabajando y siendo constantes podemos conseguirlo. En Malasia se escapó por poco, porque Bastianini iba muy rápido ese fin de semana, pero en mi segundo año con la misma moto será más fácil”.
“Marc no ha perdido la magia”
Álex volverá a compartir box cuatro años después. Entonces, era un recién llegado a MotoGP en el box del Repsol Honda y Marc acababa de ganar su cuarto título consecutivo y sexto en la máxima cilindrada. Fue en 2020, el año de la pandemia y el de la lesión en el húmero que tuvo a Marc fuera de juego desde la segunda cita de la temporada.
“Es una segunda oportunidad para nosotros, pero llegando en una situación muy diferente. En aquel momento yo era rookie y Marc luchaba por el campeonato, así que estábamos en situaciones muy distintas. Este año puedo aprovechar más tener un piloto como Marc, que es rápido y yo ya tengo experiencia en la categoría”.
La experiencia sobre la moto italiana la tiene ahora Álex, que bromeaba sobre qué secretos le contará a su hermano. “Cuando llegué a Honda me daba la brasa y llegué a decirle que me dejara en paz. Tenerle ahora es especial, porque es mi hermano, tengo la información más directa y unión hace la fuerza. De eso me tengo que aprovechar. Cuando he tenido un compañero de equipo con el que me he llevado muy bien ha sido cuando he hecho mis mejores años. Tener un piloto como Marc puede ser muy beneficioso para mí y para el equipo”.
Álex es la persona que mejor conoce a Marc y la que más cosas puede aportarle a nivel profesional y personal. “Creo que nos aportamos mutuamente. No sabría decirte una cosa en concreto, quizás el feeling, esa conexión que tenemos entre hermanos que nos conocemos con la mirada. Antes le aportaba la tranquilidad, ponerle cabeza, pero ahora con 31 años ya tiene esta tranquilidad. Creo que lo más importante es ese binomio nuestro es que nos entendemos a la primera”.
Y preguntas por si su hermano Marc podría volver a pelear por el campeonato en 2024, Álex lo tenía claro. “De Marc se puede esperar todo. La magia no la ha perdido. Me ha preguntado mil veces si irá bien con la Ducati. Sigue teniendo el nivel de 2019, se ve entrenando. Habrá momentos difíciles y en los que tocará sufrir, pero si alguien sabe sufrir es él”.
De la DesmosediciGP 2022 a la 2023 “Más ágil”
Siguiendo el escalafón Ducati, en el box del Gresini Racing habrá sendas versiones 2023 de las DesmosediciGP. Un paso por detrás en la evolución de la nueva arma italiana que pilotarán un año mas los dos pilotos del equipo de fábrica (Bagnaia y Bastianini) y del Pramac Racing (Martín y Morbidelli). Algo que, viendo los resultados de las últimas temporadas, no será un gran hándicap para el resto de pilotos Ducati.
Álex pudo comprobar en el pasado test de Valencia el salto que había entre la versión 2022 que pilotó durante la temporada y la 2023 del test: “Es diferente sobre todo el carácter del motor. Noté algo más de potencia y también mejoras en la aerodinámica, que hacía que la moto fuera algo más ágil sobre todo con viento que hacía en el test. Pero tampoco era un paso tan grande. Ya lo vimos durante la temporada que varias motos del 2022 ganamos carrera, así que esperemos que no haya tampoco un salto grande en el 2024 para que podamos seguir luchando por carreras”.
En cualquier caso, lo que no cambia es el flujo de información dentro de las cuatro estructuras de Ducati y los ocho pilotos. Lo que para Álex Márquez es, al mismo tiempo, “una ventaja y desventaja. Puedes tener mucha información y referencias, pero te puedes liar. Te llegas a obsesionar comparando con unos y con otros. Mi experiencia es coger siempre a los dos mismos de referencia. Pecco y Martín son en los que más me fijé el año pasado. Son estilos de pilotaje diferente y hay que entenderlo”.