El español Marc Márquez no tendrá que ser operado, pero se perderá los grandes premios de Australia y Malasia a consecuencia de la lesión sufrida en la primera vuelta de la carrera de Indonesia, cuando fue derribado por Marco Bezzecchi y entró a la grava a gran velocidad, dañándose el hombro derecho.
"Dentro de lo malo ha salido barato", comentaba ya el propio piloto en sus primeras declaraciones tras salir del centro médico del circuito de Mandalika, aunque todo iba a depender de los chequeos que se hiciera hoy lunes en Madrid, donde viajó ayer mismo.
Han sido varios los exámenes médicos a los que ha tenido que someterse en el Hospital Ruber Internacional de la capital española, que han revelado que sufre una fractura en la base del apófisis coracoides y una lesión de ligamento en el hombro derecho.
La mejor parte es que se ha descartado tanto cualquier conexión con las lesiones anteriores -incluida la del húmero que estuvo cerca de costarle la retirada tras obligarle a pasar cuatro veces por el quirófano- como un desplazamiento óseo significativo.
Por lo tanto, el equipo médico que lideran los doctores Samuel Antuña e Ignacio Roger de Oña han decidido llevar a cabo un tratamiento conservador, por lo que el flamante campeón del mundo de MotoGP 2025 se evitará una nueva visita al quirófano.
El tratamiento consistirá en descanso e inmovilización del hombro afectado hasta la curación completa y consolidación clínica de la fractura, lo que descarta por completo su participación en las dos proximas citas: el GP de Australia en Phillip Island y el GP de Malasia en Sepang.
De cumplirse los plazos de dicha consolidación (y Marc ya dejó claro que estaría el tiempo de recuperación que dijeran los doctores), su reaparición podría producirse en la penúltima cita del curso: el Gran Premio de Portugal, del 7 al 9 de noviembre.