Buen sabor de boca. “El fin de semana en general me ha dejado muy buen sabor de boca, incluso mucho mejor que en Aragón, pero tenemos que ser realistas, en un fin de semana totalmente seco en todas las sesiones la posición no hubiese sido un cuarto, sino un pelín más atrás. Pero han sido las mismas condiciones para todos, nos hemos sabido adaptar bien y, sobre todo, en la carrera he sido constante de principio a fin, sin inventar. En la primera vuelta he tenido un problemita que lo he podido solucionar cambiando el mapa. Eso me ha costado bajar al quinto. Ahí he dicho, no inventemos. Si hubiese estado delante a lo mejor intentas apretar un poco más pero he visto que me costaba adelantar y que me costaba acercarme a Oliveira. Hacía mucho tiempo que no podía atacar al final, era al revés, siempre me atacaban a mí”.
Problema técnico en la vuelta 1. “Prefiero que se quede internamente. Al final Honda me defiende a mí y yo tengo que defender también a Honda. Creo que ha sido una confusión, pero lo bueno es que lo he sabido solucionar rápido porque me lo habían explicado muy bien. Saliendo de la curva dos en la primera vuelta lo he solucionado y a partir de ahí ha comenzado mi carrera”.
El estado del brazo. “Se habla muy poco dentro del box. Casi con el único que hablo es con Alberto porque él es el que más ha estado en el día a día, antes y después de la operación, y es el que ahora también está muy encima para ver la evolución y tenerme controlado. Alberto sabe un rato de esto y le estoy muy agradecido por ello, pero dentro del box no se habla si yo no les digo que ‘tengo limitación en una curva'. Aquí, por ejemplo, la de entrada a meta la hacía como podía. No empiezo los fines de semana gestionando, sino que los empiezo y voy hasta donde llegue”.
¿Alguna mejoría? “Es un proceso largo, de Aragón a aquí no he notado prácticamente mejoría. Ahora mismo estoy aquí hablando y no me toco el brazo. Si duele algo inconscientemente te lo vas tocado. En la rueda de prensa de ayer me lo iba tocando un poco, estirando, el brazo ha estado rotado y ya no es sólo los músculos es que hay nervios dentro que se van estirando y cuando el músculo se vuelve a contraer. Los médicos me han dicho que es todo un proceso”.
Buen final de carrera. “No esperaba terminar tan bien y poder atacar en las últimas vueltas. Sí que hay síntomas porque el brazo izquierdo se me ha puesto como una piedra. Seguramente porque de alguna manera he ido compensado con el izquierdo pero el brazo derecho ha acabado bien. Y sobre todo no he sentido el dolor ese que te llega a la cabeza, que ya ni la adrenalina lo suple. He sentido pues como cuando vas en bici y en las últimas vueltas ya no puedes”.
El adelantamiento a Oliveira. “No me lo he pensado mucho. Por ejemplo en la primera vuelta no he querido inventar en ese punto con Binder y tampoco iba cómodo porque tenía ese problemita técnico. Luego durante la carrera he ido cogiendo confianza y tenía claros dos puntos de adelantamiento. Para mí el más seguro era ese, pero no sé cómo han sido los adelantamientos de los demás. Con estas motos tienes que adelantar agresivo, sino es casi imposible una frenada larga porque es muy fácil perder el radio de la curva y te vuelven a pasar saliendo”.