Por segundo año consecutivo, el suizo Thomas Luthi apuraba sus opciones de dar caza al líder de Moto2 para intentar lograr su segundo título mundial, después del logrado en 2005 en 125cc. Por segundo año, sus opciones se veían disipadas en Malasia... pero de forma muy distinta.
El año pasado acabó sexto y nada pudo hacer ante Johann Zarco, que revalidó el título ganando en Sepang. Luthi tuvo que conformarse con lograr el subcampeonato, cerrando su mejor temporada en Moto2 en su séptimo año en la categoría.
En este 2017 volvió a hacer gala de su gran regularidad para mantenerse vivo en la pelea por el título frente al gran dominador de la categoría, el italiano Franco Morbidelli. Una continuidad que le valió para firmar un contrato para, a sus 31 años, dar por fin el salto a MotoGP el próximo 2018 con el Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, precisamente con Morbidelli como compañero.
Llegado el Gran Premio de Malasia, esta vez confiaba en extender la resolución del título hasta Valencia batiendo a Morbidelli, pero todo se torció en los últimos compases de la sesión de clasificación. Una dura caída acabó con sus huesos en el hospital y con la duda de si podría salir el domingo a carrera.
Finalmente no pudo ser así, y su ausencia convertía de forma automática a Morbidelli en campeón del mundo de Moto2. Las pruebas médicas revelaban la fractura del astrágalo del pie de izquierdo, lo que lógicamente se tradujo en que fue declarado ‘no apto’ para correr en Sepang.
Una tremenda decepción que, lamentablemente, no ha acabado ahí. Las desgracias nunca vienen solas, y el propio Luthi ha confirmado en su cuenta de Instagram que su ausencia en Malasia no será la única, ya que tampoco podrá estar en la última cita de la temporada: el Gran Premio de la Comunidad Valenciana en el Circuit Ricardo Tormo.
“Desgraciadamente, no podré correr mi última carrera en Moto2 con mi Kalex en Valencia”, se lamenta Luthi. “Tengo que fijar mi tobillo con una operación esta semana. Espero empezar el programa de rehabilitación muy pronto”, promete, confiado en volver lo antes posible y agradeciendo todo el apoyo recibido estos últimos días.
Dado que ya tiene asegurado el segundo subcampeonato consecutivo, la carrera del trazado español no tiene mucha trascendencia para el helvético, más allá de que nadie quiere despedirse de una categoría en la que ha pasado ocho años de su vida con una caída en la clasificación de la penúltima carrera.
Lo que sí tiene una trascendencia mucho mayor es lo que viene después de la carrera. Y no es otra cosa que los primeros test de pretemporada 2018 para los pilotos de MotoGP. En el caso de Luthi, iba a suponer su primera toma de contacto con la Honda RC213V que llevará la próxima temporada.
El propio piloto no lo ha mencionado, pero está claro que en vistas a su futuro, es un claro varapalo perderse los primeros entrenamientos con la Honda, lo que a priori le hará partir con cierta desventaja ante Franco Morbidelli y Takaaki Nakagami, los otros dos ‘rookies’ de Honda; y de Xavier Simeon, que debutará con la Ducati del Reale Avintia.