Un neumático válido para todo tiene unas exigencias muy variadas, y muchas de ellas necesitan propiedades contrarias en su construcción. Un neumático muy estable en conducción deportiva necesita tener una cierta rigidez en su estructura para soportar fuertes frenadas y aceleraciones, además de estabilidad cuando está inclinado. Si de lo que hablamos es de turismo de largo recorrido, todos vamos a exigirle duración, que requiere compuestos de goma dura que en principio no tienen el agarre de los más blandos.
Cuando salimos de las carreteras principales empiezan otras complicaciones, llegan los grandes baches, las sorpresas en el firme en medio de la carretera, las machas, las zonas con poca adherencia, las curvas más retorcidas. Y todo esto tiene que compaginarse con todo lo demás. Para lograrlo hay que diseñar una estructura interna adecuada, lograr una gran agilidad a baja velocidad y tener una goma capaz de mantener la adherencia en cualquier firme. En este vídeo os contamos cómo se ha comportado el Michelin Road 6 en estas situaciones.
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