No hace mucho tiempo estuvimos celebrando el 20 aniversario de la legendaria Yamaha R1, nacida allá por 1998 como una auténtica revolución del sector deportivo sobre dos ruedas. ¿Y qué presentó Yamaha poco más tarde? En efecto, la hermana pequeña de 600cc. La Yamaha YZF-R6 hizo aparición en 1999 tomando buena parte de la filosofía de la Superbike, lo que le permitió convertirse en un auténtico éxito de ventas, llegando a tiempo para la era dorada del segmento Supersport en España. Aquella primera generación comercializada del 99 al 2000 era capaz de desarrollar unos 120 cv para algo más de 190 kg lista para rodar y llegó a los concesionarios en dos decoraciones: una casi idéntica a la de la R1 original en azul y otra en rojo, calcada a su otra hermana mayor, la R7.
Pues bien, habiéndose cumplido dos décadas ya desde su aparición, la gente de YART (Yamaha Austria Racing Team), que probablemente conozcas por ser uno de los equipos con más éxito en Resistencia, han aprovechado la ocasión para rendirle homenaje con la creación de una edición única de la Yamaha YZF-R6 2020 con una decoración retro que, simple y llanamente, le queda como un auténtico guante.
Parece que a nivel mecánico no se hacen grandes cambios, salvo el montaje de un silencioso de la firma eslovena Akrapovic, pero en lo que a estética se refiere YART lo ha bordado. Saldrá a un precio de 19.999 euros y se pueden encargar poniéndose en contacto con el concesionario austriaco.
En el pasado, viendo el interés que despertó una preparación local británica de la Yamaha R1 con al decoración de 1998, la firma lanzó de forma oficial una serie limitada de la máquina: la Yamaha R1 GYTR 20 Anniverary. Quizás, si esta Supersport llama la atención de la misma manera, Yamaha considere ponerla a la venta de forma oficial en sus concesionarios. Recordemos que fueron uno de los primeros fabricantes que, en un desierto de noticias en el segmento de 600cc deportivas, renovó por completo su máquina, convirtiéndola en 2017 en la única supersport Euro4 del mercado. Además, su adopción fue inmediata, tanto que un año más tarde la parrilla del campeonato del mundo de SSP parecía más una "Copa Yamaha".