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La saga MT, «master of torque», de Yamaha, ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos tiempos con la llegada de estos dos nuevos y atractivos modelos: MT-07 y MT-09. No obstante, son siglas bien conocidas por los aficionados al motociclismo, pues nacieron allá por el año 2005.
El primer miembro de tan prolífica familia fue la imponente y «mastodóntica» MT-01. Una moto desarrollada en torno a un enorme V-Twin de 1.670 cc, que encontraba en su aspecto demoledor y atrayente su punto más fuerte. Dinámicamente era una moto a medio camino entre las custom y las grandes naked, y a pesar del descomunal empuje de su motor, el suyo era un rodar tranquilo y relajado.
Al año siguiente apareció la pequeña de la familia: la MT-03. Esta apostaba por un concepto radicalmente opuesto, aunque compartía la imagen agresiva y visceral de la hermana mayor. Era ligera y manejable, si bien su monocilíndrico de 660 cc transmitía alguna que otra vibración a los ocupantes y sus prestaciones eran algo discretas. A partir de entonces la saga MT pareció caer en un sueño muy profundo… Hasta ahora.
Y es que Yamaha ha roto el largo letargo con dos nuevas e inesperadas monturas, modernas y actuales, agresivas y accesibles, muy capaces en todos los sentidos y sobre todo dotadas de muchísimo carácter, que han impactado en el mercado de las naked como una bomba, confiriéndole nuevos bríos y fuertes aires de renovación.
Primero llego la MT-09 y unos meses después nos sorprendió la MT-07. Y aunque la marca de Iwata ya tenía modelos en los segmentos a los que se dirigen (FZ8 y la XJ6), sin duda, y ante los emergentes fabricantes europeos con sus atractivas y poderosas motocicletas, en Yamaha han querido mover ficha y ofrecer productos de estética más radicales y un carácter muy personal.
Diseño
Buena prueba de ello son sus líneas minimalistas y cortantes, también caracterizada por una óptica delantera muy diferenciadora que les da un toque animal, que reflejan a la perfección el espíritu deportivo y excitante que envuelve a sus motores y su propio comportamiento. No obstante, por cilindrada y configuración de motor (dos cilindros en línea para la MT-07 y tres para la MT-09), se dirigen a públicos diferentes. La «09» va más enfocada a quienes buscan altas prestaciones y sensaciones. Usuarios con experiencia que habiendo poseído una deportiva buscan algo más cómodo, o también amantes de las naked deportivas. La «07» es una moto más económica, accesible en su adquisición y en la conducción, y con la fuerza de su diseño se dirige a un público más joven, de 20 a 35 años. Algo que por otro lado ha quedado perfectamente reflejado en las estadísticas al constatar el gran número de unidades con potencia limitada que se han vendido hasta la fecha.
Así las cosas, la formula MT ha resultado ser un éxito en estas dos nuevas versiones, cuya andadura en nuestro país ha comenzado con buen pie. Tanto es así, que ya están desde hace unos meses disponibles decoraciones especiales de ambas, que enfatizan a través de lo estético el aspecto más visceral de cada modelo. En el caso de la MT-07, se pone de manifiesto con la Moto Cage, mientras que en la MT-09, es la Sport Tracker, la moto que nos acompaña en estas páginas.
Esta se caracteriza por la amplia gama de accesorios para personalizar, además de aportar de serie elementos diferenciadores con respecto a la MT-09 de base: Su diseño de inspiración scrambler; las placas porta números en aluminio; los guardabarros de carbono recortado y con soportes de aluminio; el asiento plano (en lugar de en dos alturas) y bitono en negro/marrón; las cachas en el depósito rediseñadas para una mejor sujeción de las piernas; las amplias estriberas; el tensor de manillar en aluminio anodizado; el chasis pintado en negro mate y las llantas en tono bronce. También destacar, como no, el escape Akrapovic, como accesorio original Yamaha. Por otro lado, hay que saber diferenciarla de las MT-09 Tracer y Street Rally, que son modelos llegados a finales de 2014 y que toman como base la propia MT-09, para focalizarse a otros ambientes.
Polivalentes
Nuestras protagonistas son llamativas y entretenidas en carretera abierta, sin renunciar en absoluto a la practicidad necesaria para ser tu moto en el día a día. De ergonomía similar, ambas se caracterizan por el manillar ancho, las suspensiones ligeramente elevadas y el asiento estrecho y nada alto. Eso sí, es más ancho y ligeramente más elevado en el caso de la MT-09, que también tiene los estribos un poco más atrás, aunque las diferencias de posición de conducción no son muy notables. Tanto es así, que en ambos casos llegas con los dos pies al suelo sin ser alto.
No obstante, al maniobrar en parado, la MT-07 se percibe más ligera y manejable, también debido a la mayor anchura del motor de la MT-09, y al menor radio de giro de su manillar. Este último es quizá el aspecto que nos ha chocado más en la «09». Todas estas impresiones que favorecen a la «07» son básicamente porque es una verdadera peso pluma, de dimensiones súper compactas. Y es que comparada con cualquier otra naked de su categoría, la MT-09 se siente tremendamente manejable y práctica, pero su hermana menor es un hueso duro de roer.
No en vano, ambas llenas de gasolina hasta arriba arrojan unos datos en la báscula demoledores, de 181 kg y 189 kg, respectivamente. Así las cosas, en tus desplazamientos diarios te encuentras como pez en el agua con cualquiera de las dos, si bien es cierto que la MT-07 es más fácil de conducir, permitiéndote zigzaguear entre los coches con una soltura inaudita.
Motor
Otro aspecto que le da ventaja en cuestión de movilidad es la respuesta del propulsor. Su particular bicilíndrico en línea, denominado CP2, se caracteriza por montar el cigüeñal calado a 270º, al estilo de la configuración «crossplane» de Yamaha, y responde de forma muy dócil y directa al mismo tiempo. Parece un contrasentido, pero no lo es. El acelerador el predecible y «amigable» con su conductor, y al tiempo ofrece una excelente respuesta desde bajísimas revoluciones con una sensación de empuje ejemplar, y con ello confiere al conjunto un gran equilibrio de funcionamiento.
La MT-09, por su parte, está animado por un tricilíndrico en línea (denominado CP3), en su caso calado a 120º, que tiene una filosofía muy similar al de la MT-07, pero más carácter si cabe, y desarrolla unas prestaciones claramente superiores. Es también más contundente y directo en el primer golpe de gas, y aunque es una sensación muy divertida y excitante, es menos práctica en según qué circunstancias te encuentres. Por ejemplo, en ciudad, o circulando sobre firme resbaladizo.
Ofrece tres modos de gestión de motor, de los cuales el B es el más adecuado para una utilización urbana, ya que ralentiza ligeramente la respuesta del «gas». El A y el Std son similares, y aparte de diferenciarse sensiblemente en la respuesta del acelerador, lo hace en la potencia máxima (106 CV en el estándar y el A, y 95 en el B). Aun así, siempre hay que estar más pendiente que en la MT-07, especialmente cuando la conducción requiere continuas aceleraciones, o cuando lo exprimes al máximo.
La fuerza que despliega cerca de la línea roja es claramente superior al de su hermana pequeña, que «muere» antes. Es una conducción más exigente que la de la MT-07 pero también más divertida, especialmente para los que ya tengan experiencia. Por otro lado, de tacto general es algo más durilla (de embargue, cambio, rumorosidad, etc.), pero solo si la comparamos con su ultra dulce hermana. No haríamos justicia si la criticamos en este sentido, pues rodando con ella es suave y el motor no emite vibración alguna.
Otros detalles comunes, y que atañen a la funcionalidad y al minimalismo de su diseño, los encontramos en el nuevo pulsador de arranque, que se acciona hacia atrás y que hace las veces de botón de pare; o los cuadros de instrumentos, que aunque algo diferentes, en ambos casos se trata de un cuadro digital que ofrece prácticamente la misma información. Destacan la marcha engranada, el nivel de combustible, los consumos (medio e instantáneo) y las temperaturas (motor y aire).
El único «pero» es que hay que manejarlos con dos pulsadores que hay integrados en su carcasa, no siendo posible desde la piña de mandos. Otro aviso que puedes ver en los cuadros es el de «Eco», cuando estás realizando una conducción eficiente y el gasto de gasolina es contenido. En este sentido, ambas tienen un consumo muy bajo dadas sus prestaciones y cilindradas, y si mantienes el susodicho testigo en pantalla puedes llegar a hacer consumos ligeramente inferiores a cuatro litros a 120 km/h en la MT-07 y algo por encima de en la MT-09.
Enérgicas
En carretera abierta y dando rienda suelta nuestros instintos, enseguida te das cuenta que para los que tengan menos experiencia será mucho más fácil sacarle partido a la «07», que es tan accesible como divertida. A sus mandos tienes total sensación de control, es muy rápida de dirección sin llegar a ser nerviosa y las suspensiones son suaves pero progresivas. La frenada contundente y los apoyos sobre la rueda delantera muy seguros. Detrás el amortiguador cumple y sólo a ritmos deportivos aparecen algunos signos de debilidad, en forma de movimientos controlados en el tren trasero.
En este sentido, y si circulas disfrutando de tu carretera de curvas favorita, la MT-07 te permite inclinar bastante sin que rocen los estribos, así que se convierte en un juguete en zonas de montaña. El motor, con 70 CV verificados, le cunde muchísimo, tanto por su excelente respuesta, anteriormente alabada, como por la buena relación peso potencia del conjunto. Las aceleraciones en marchas cortas son fulgurantes y es tan lineal en su entrega, que pareciera que estás directamente comunicado con la rueda trasera. A todo esto se suma el particular pulso de su motor con configuración «crossplane», más agradables que los de los otros bicilíndricos.
La MT-09, por su parte, tiene un chasis muy estrecho y suspensiones de recorrido mayor al habitual (137 mm). Esto, unido a las particularidades de su tricilíndrico, le confiere un comportamiento muy particular. Rodando con ganas se percibe manejable y precisa, y hay que acostumbrarse a la sensible transferencia de pesos en las fuertes aceleraciones y frenadas. De hecho, y contribuyendo a su carácter excitante y atrevido, encuentras algunos movimientos generales en conducción deportiva, especialmente si ruedas sobre asfalto irregular.
En una carretera normal, la moto se comporta de forma más predecible. La frenada, por su parte, es contundente y efectiva, tanto como en su hermana menor, no siendo este un aspecto que genere duda alguna. Los frenos equipan pinzas de anclaje radial y discos de mayor diámetro que el de la MT-07. Son más potentes que en ella, algo de esperar teniendo en cuenta su orientación más deportiva. Sin salir del apartado frenada, no hay que olvidar que el ABS es opcional en ambos modelos.
Conclusión
MT-07 y MT-09 Sport Tracker son dos monturas que se complementan. La una es el paso previo a la otra, se localizan en segmentos diferentes y existe una importante diferencia de precio entre ellas. Partiendo de esta base, encontramos en la MT-09 una naked de planteamiento deportivo e imagen impactante, indicada para usuarios con cierta experiencia que buscan una moto con prestaciones, a la par que polivalente en uso diario. Ofrece igualmente el suave funcionamiento de las motos japonesas, con la particularidad de ser el único motor tricilíndrico de ese país.Así que se trata de una moto diferente, que además tiene un precio muy competitivo. Su competencia es muy dura, y está en constante evolución. Algo que a la postre no deja de ser sino bueno para el usuario final.
Por otro lado, la MT-07 es la aliada perfecta en tus desplazamientos urbanos y de extrarradio. Y también para iniciarte en las dos ruedas con el carnet limitado. Además de muy accesible y fácil de llevar, es también divertida y más excitante de lo que puedas imaginar, gracias a tacto de su motor y las buenas cualidades desplegadas por su compacta y efectiva parte ciclo. Su relación calidad-precio es otro argumento a su favor en los momentos que vivimos, y es que por menos de 6.000 euros puedes tener una moto de verdad y con la mayor personalidad