Cuando Alexander Fleming visitó España en los años sesenta, el Régimen le preparó una recepción con una fiesta que incluía a lo más granado de la sociedad y de la cultura española (como ejemplo, Lola Flores era la anfi triona). El inventor de la penicilina salvó más vidas que ningún otro ser humano de la historia (la estatua del científico junto a la plaza de las Ventas hace referencia a los toreros, un colectivo que le debe, literalmente, la vida), y así se le agradeció en todo el globo terráqueo. Recuerdo cómo contaba su encuentro con él un cantaor flamenco, "Er Beni de Cai", que es probablemente el tipo que mejor ha cantado los fandangos de su tierra. Decía que cuando se lo presentaron, el Beni le dijo: "Tú eres un “mostru”. Hay que ver la cantidad de vidas que has salvao, coño". Contaba a continuación que, como no acababa de entender la traducción de lo que le decía ese tipo espigado con pinta de señorito gitano, le miraba "asustao, con esos ojos pequeños y juntos como los de un Land Rover". Cuando acabé de montar en la nueva 796 que Ducati nos prestó en las afueras de Bolonia estuve a punto de decirle a la moto que era una Monstruo, pero no hizo falta. Con su ojo grande y central muy sonriente me hizo ver que ya lo sabía.
Monte S. Pietro
A pocos kilómetros de Bolonia hay cientos de carreteras con más curvas que una "starlet", así que los hombres de Ducati lo tuvieron fácil para que probáramos las habilidades dinámicas de la nueva 796. Siguiendo a Beppe Gualini (10 Dakares a sus espaldas) por esas carreteras que rodean y suben al Monte San Pietro pudimos probar hasta el último tornillo de la 796, y a fe que se portó, permitiendo nuestros errores y facilitando que le siguiéramos cuando decidía que esos baches de treinta centímetros tampoco importan demasiado…
No, en serio, hicimos un recorrido muy variado salvo quizás, algo de autopista a máxima velocidad, y lo completa que es la 796 dejó claro que aguanta más que el que va encima. Para empezar, el motor te evita esos momentos de pulsaciones al salir de una curva porque tiene más potencia (más par motor) que la pequeña 696 y no hay que afinar tanto con la marcha que llevas para que la respuesta sea buena. Cambios en el cigüeñal, con un volante de inercia construido a imagen y semejanza del de la 848 le dan una alegría subiendo de vueltas que se refuerza con el aumento de cilindrada. El embrague es suave y cómodo de accionar (APeTeCe usarlo), y dispone de sistema antibloqueo que ayuda cuando crees que le vas a recuperar a Beppe esos metritos que te ha metido y que vas a solucionar con una frenada extrema. Si te pasas, notas cómo el embrague patina y evita los bloqueos que quizás te hubieran puesto en una situación incómoda. Chapeau. En lo que a parte ciclo se refi ere, el bastidor es de sobra conocido, una estructura multitubular que une motor autoportante y pipa de la dirección, y una vez más se muestra sólido y ofrece confi anza. Las suspensiones son nuevas, con una horquilla invertida Showa de 43 mm que no es regulable, pero que tiene un tarado fi rme que impide los topes de suspensión que una carretera de montaña mal mantenida hubiera provocado. Aquí entra el único pero que le encontré a la 796, pero que verás que quizás es mío y no de la moto. Al cabo de una hora y pico de pelearme con el trazado se me cargaban los hombros y los brazos, pero no juraría que sólo se deba a la posición (manillar más bajo, asiento remodelado…) y a la horquilla dura, me temo que yo no estoy acostumbrado y punto.
El amortiguador trasero es Sachs (regulable en precarga de muelle y en extensión) y aunque va anclado directamente al bastidor y al enorme monobrazo trasero, nunca se quejó ni me descolocó en "mis fi nas trazadas". Los frenos son fantásticos, 320 mm de discos y pinzas radiales Brembo de cuatro pistones, y por poco dinero puedes tener un ABS impecable que, además, podrás desconectar a tu gusto si vas a hacer tandas en un circuito o similar. En carretera abierta no es necesario ni aunque te piques por la sierra, porque es muy poco intrusivo y permite apuradas "metafísicas". La posición de conducción es muy Monster, y ésa es una de sus diferencias con la Hypermotard 796, una magnífica moto para todo que tiene el mismo motor aunque menos potente por las mejoras en la caja del filtro y en las salidas de escape que la configuración Monster permite. Dicha postura, un poco echado sobre el manillar, se acerca más a la original Monster, y da confianza por cómo notas la rueda delantera, pero no es tan radical como para molestarte en la espalda o en el cuello.
Además, te llegan las vibraciones típicas del bicilíndrico Ducati, pero creo que ya sabes que sólo están ahí para avisarte de que el motor está arrancado, no llegan a ser un problema ni en períodos prolongados de conducción. Hay que decir que la instrumentación (ahora blanca) es muy completa, con todo lo necesario para el uso diario y, además, cronómetro con memoria, desconexión para el ABS, preinstalación para la toma de datos, temperatura de aceite, inmovilizador electrónico, y te avisa de que ha llegado el momento de hacer una revisión, lo que no es despreciable teniendo en cuenta que las operaciones de mantenimiento están previstas cada 12.000 km y no sería raro que lo olvidases (un motivo más de felicidad)…
Ahora decídete
Si quieres acceder a una 796 pero tu carné no ha hecho la suficiente gimnasia, debes saber que hay una versión de 32 CV que cuesta lo mismo que la "full power". La versión con ABS cuesta 695 € más que la que no lo tiene, pero te aseguro que es dinero bien gastado, porque funciona. Suma esta cifra a los 8.995 € de la versión base (ya lo hago yo, 9.690 €) y tendrás una Monster que te va a cambiar la vida. Eso sí, tienes que emplear un rato en decidir el fondo de armario de tu moto. En los recuadros anteriores puedes ver las posibilidades, y queda decir que los colores base negro y blanco son "casi mate". Eso sí, acuérdate por favor, si en un semáforo se te acerca un tipo delgado, con pantalones y camisa negra y pinta de no haber doblado la espalda en su vida, y te dice que eres un "Mostru", no te enfades, tiene razón…
Vídeo promocional de la Ducati Monster 796, una moto convertida en objeto de deseo que ha revolucionado el mundo de las Naked. Puedes ver más pruebas de motos en nuestra web Motociclismo.es/Pruebas.