Carretera

Honda CBR 1000 RR Carlos Checa

Prueba de la moto oficial del equipo Honda Ten Kate del Mundial SBK. La cabeza del toro en el dorsal número siete identifica la moto de Carlos Checa en medio de la parrilla del Mundial de Superbike. Casta y nobleza hacen al toro bravo, potencia y equilibrio hacen a la CBR 1000 RR de Ten Kate una de las motos favoritas al apagarse el semáforo rojo.

Óscar Pena / Fotos: FG Sport/Mikel Helsing

4 minutos

Honda CBR 1000 RR Carlos Checa

En esta tercera entrega de las motos del Mundial de Superbike (ver en números anteriores la Ducati de Troy Bayliss y la Yamaha de Noriyuki Haga), es el turno de hablar de la Honda CBR 1000 RR de Carlos Checa.

La marca del «ala dorada», y en concreto el equipo TenKate, abordaba la temporada 2008 con grandes expectativas. No en vano, se habían proclamado campeones del mundo con James Toseland el año anterior, y además estrenaban modelo (la CBR 1000 RR de 2008) y piloto, nuestro Carlos Checa. Las expectativas eran halagüeñas, pero como siempre, un nuevo modelo exige un trabajo de desarrollo enorme para hacerla plenamente competitiva. Los holandeses siempre han sido famosos por hacer «volar» las Honda, y en esta ocasión no iba a ser menos. Así que el equipo probablemente más dinámico del Mundial y con más medios se puso manos a la obra... El resultado, dos victorias parciales para Checa y tres para Kiyonari. No es lo mismo que revalidar el título, pero ya están sentadas las bases para optar al mismo en 2009.

Como en casa

La Honda de Carlos Checa no es la misma de principio de temporada. «Nuestro» Randy Mamola, que viajó hasta el sur de Portugal para probar las motos en nombre de La Moto, ya tuvo la oportunidad de probarla hace varios meses, y según sus palabras sin duda el equipo TenKate ha realizado un impresionante trabajo, pues han logrado redireccionar la moto de carreras original haciéndola más fácil de entender y más homogénea. Más cercana a la de serie en ciertos aspectos, pero claro, mucho más potente y eficaz en pista...

Puestos manos a la obra, y teniendo por delante cinco vueltas para disfrutar y de paso conocer el trazado de Portimao (aunque sea la tercera moto que publicamos, la Honda fue la primera con la que me tocó rodar), lo primero que llama la atención es que tiene una posición de conducción cómoda y habitable. Carlos no es mucho más alto que sus sus rivales, pero en las motos de Troy y de Haga te sientes más encajonado. Y en la Kawasaki de Laconi el suplemento que lleva en el asiento para evitar el dolor de espalda que le produce una lesión es bastante incómodo. Por otro lado, y también en comparación con las rivales, sus manillares están colocados en una posición más abierta. Comentándolo con el propio Checa nos dijo que le gusta así para mover mejor la moto a la hora de entrar en las curvas. Más al estilo supermotard.

Potencia electrónica

El sonido del cuatro ciclindros en línea de la moto del «ala dorada» es el más agudo de todos. Embriagador en todos los sentidos, cada reducción de velocidades, y si son más de una seguidas no digamos, parece una traca de las fallas valencianas. Y es que la electrónica está muy presente en la moto de Ten Kate, como en el resto de competidoras, pero en esta parece que se nota más. Tanto, que trabajando a fondo en ella consiguen dosificar toda la fuerza bruta del motor, que es el que parece más potente cuando abre gas a fondo, alcanzando una curva realmente plana.

Al acelerar el primer golpe de gas es tan inmediato que parece que se puentease la mano derecha y tus pensamientos pasasen directamente a la respuesta del motor. Y si te pasas un poco el control de tracción hace el resto. No obstante, hay que rodar muy fuerte para, primero, acabarse el «grip» de los Pirelli de Superbike, y segundo, hacer saltar el susodicho control de tracción en los ajustes de los pilotos del Mundial.

Volviendo a las reducciones, destaca en la CBR 1000 RR Ten Kate la poca retención del motor (la que menos), lo que nos hace pensar que a Carlos le gusta que tenga un tacto parecido al de los motores de 2T. No en vano es también la que mantiene las revoluciones del motor más altas, algo que se regula electrónicamente y que va encaminado a este mismo comportamiento.

Neutral


La moto de Checa tiene un comportamiento absolutamente neutral, y es probablemente la menos estresante con el piloto a la hora de controlar todas sus reacciones. No tiene nada que ver con la entrega brusca de la Kawasaki por ejemplo, ni es tan manejable e intuitiva como la Yamaha... Pero va exactamente por donde tú quieres, y sobre todo con gran sensación de seguridad y control sobre la rueda delantera al frenar. Algo que por otro lado es fundamental en un circuito como el de Portimao, donde los fuertes apoyos a baja velocidad llegando de rápidas curvas enlazadas son abundantes. Además la rueda delantera parece ser la que tiene menos tendencia a levantarse al acelerar fuerte, otro aspecto destacable en la pista lusa con sus constantes cambios de rasante. Luego, en medio de la curva, es tan estable como la que más y muy noble en su tren trasero. sin duda ha sido importante el trabajo realizado por Showa en la puesta a punto, siempre crítica en una moto nueva. En contrapartida, los frenos Nissin no parecen tener el mordiente de los Brembo de sus rivales, aunque probablemente estas diferencias de tacto sean establecidas por el propio piloto y sus gustos y no por las limitaciones del material utilizado.

Con todo, y como ya anticipamos la pasada semana, la Ducati 1098 R es la que nos ha parecido la más homogénea; la Yamaha R1 de Haga la más manejable y de excitante motor; y la Honda CBR 1000 RR de Carlos Checa es la más neutral gracias al buen trabajo de la electrónica en un motor muy potente, ayudado por la solidez del tren delantero. Ya sólo nos falta la Kawasaki de Regis Laconi... ¿Te esperas al último capítulo?