Kawasaki ZX-10R

La Kawasaki ZX-10 R no ha podido revalidar su título de vencedora entre las «mil» del pasado año, y mucho menos el de vencedora absoluta de hace dos. Ocupa el tercer peldaño, eso sí, prácticamente empatada con la Honda CBR 1000 RR, y tres pilotos realizaron su mejor tiempo a sus mandos.

La fuerza desplegada por el poderoso motor tetracilíndrico no es suficiente para compensar sus limitaciones cuando se trata de abordar las curvas. Y es que es una moto grande y ancha a la que no todos los pilotos son capaces de adaptarse al 100 por cien. Eso sí, su mayor lentitud a la hora de negociar los virajes los compensa con un empuje espectacular a la salida de los mismos, haciendo siempre parecer cortos los tramos rectos más largos. Aquí es importante saber dosificar bien el puño del acelerador para dar rienda suelta con garantías los 167 CV de su propulsor.

Por otro lado, en lo que atañe a la parte ciclo, hay que remarcar que la horquilla tiene cierta predisposición a rebotar en fuertes apuradas, algo que se compensa por unos excelentes frenos y un muy bien resuelto sistema antibloqueo del embrague. A la salida de las curvas, posiblemente por su geometría, cuesta un poquito más de lo normal mantenerla en la trazada, teniendo cierta tendencia a abrirse hacia el exterior. Una vez dentro de la curva la estabilidad está a la altura de las mejores.

Con todo, la Kawasaki ZX-10 R, por sus características, es una moto que ha de ser pilotada con agresividad, tanta como ésta es capaz de desplegar si eres un piloto duro al que le van las motos con músculos de acero.