Carretera

Moto Guzzi Griso V8 Special Edition

Presentación de la edición especial de la Moto Guzzi Griso. A pesar de que su denominación parece evocar a los enormes motores americanos de 8 cilindros, la Griso V8 monta, como no podía ser de otra manera, el bicilíndrico que ha convertido en eterna a la marca del águila.

Pere Casas / Fotos: Milagro

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Moto Guzzi Griso V8 Special Edition

Propulsada por el vigoroso V a 90º en versión de 1.200 cc y 8 válvulas por cilindro última generación «Quatrovalvole», cuenta con variaciones estéticas que realzan una imagen realmente conseguida: en primer lugar, su pintura en color «Terni», un verde satinado que contrasta con el negro con que se viste la parte motriz de la moto, la transmisión, el chasis y las ruedas…

Como habrán observado los entusiastas de la marca, las llantas son ahora de radios, más clásicas, y equipan los neumáticos Pirelli Scorpion desarrollados para las grandes trail de carretera tipo Stelvio, lo que le da un aire parecido al de sus antecesoras, las famosas «scrambler». Eso sí, en la Griso el aspecto pasa a ser más agreste y rudo que campero, puesto que su agarre en asfalto estará siempre a la altura de lo exigido. Para terminar, el asiento está ahora tapizado en un bonito y exclusivo símil piel de color marrón con las costuras a la vista, y los logos Griso V8 destacan aún más al ocupar un lugar de privilegio tanto en el colín como en el depósito de combustible.

La Griso ofrece, ya en marcha, todo su personal carácter producto de su vigoroso motor de 110 CV y un par omnipresente desde medios, que es capaz de propulsarla hasta velocidades cercanas a los 230 km/h. Su equipamiento de suspensiones –una Marzocchi de 43 mm regulable en tres vías–, el cardán con bieletas que garantiza progresividad de la suspensión, el doble freno de disco…

Su parte ciclo también requiere una conducción peculiar: se trata de una moto larga, con 1.544 mm, y no precisamente ligera, pero su dirección relativamente cerrada –el «off-set» de la horquilla es de sólo 108 mm– hace que gire bien en corto, admitiendo de buen grado una conducción deportiva. Pero si la Nevada y la Cafè son modelos muy sosegados, la Griso es una moto ya realmente seria…