Carretera

Moto Morini Granpasso H83

Moto Morini Granpasso H83: Un paso adelante. Llamativa como pocas motos del mercado, confortable como una turística y veloz como una deportiva. Así es la Granpasso, la maxitrail de Moto Morini que viene equipada con un poderoso motor bicilíndrico y una parte ciclo de altura. Y ahora, en su versión Granpasso H83, da un paso adelante al ser más accesible...

Oscar Pena. Acción: Víctor Fernández-Gancedo. Fotos: Jaime de Diego

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Moto Morini Granpasso H83

La Granpasso de Moto Morini da un paso adelante para la inmensa mayoría de usuarios de maxitrail en su última versión, la H83. Ésta se caracteriza por la reducción de la altura del asiento a, precisamente, 830 mm; por la incorporación de un nuevo amortiguador Öhlins con unos reglajes más de asfalto y la utilización de una llanta trasera de 5,5” que permite montar un neumático de 180/55-17”. Con estos ligeros retoques, la Granpasso gana enteros en carretera y se consolida como una de las más efectivas y deportivas maxitrail.

Poderío

Sin lugar a dudas el motor bicilíndrico de 1.187cc refrigerado por agua, cuya potencia declarada es de nada menos que 118 CV a 8.500 rpm (119 CV verificados en nuestro banco a 8.560 rpm), marca el fuerte carácter de la Granpasso. Común con otros modelos del fabricante, como la Corsaro o la 9 ½, es sobresaliente en términos de potencia y par, desarrollando igualmente unas excelentes prestaciones. Buen ejemplo de ello son los 4,5 s que tarda de pasar de 0 a 100 km/h, o los 5,1 s que necesita para pasar de 60 a 100 km/h, unas cifras muy serias tratándose de una gran trail.

En su contra, la Granpasso, como ocurre con el resto de la familia Moto Morini dotada del mismo motor en una u otra versión, adolece de unos consumos nada contenidos que se reflejan en los 6,2 l que gasta de media a 120 km/h, o los 9,3 que nos ha consumido de promedio en la prueba. También es mejorable el tacto del embrague antibloqueo, pues en una conducción muy deportiva actúa de manera poco homogénea, llevándote a confusión en fuertes reducciones donde es imprescindible un control exacto de lo que hace la rueda trasera. No obstante, es algo que ocurre en contadas ocasiones, y en realidad exigiéndole a la moto quizá más de lo que debe dar por concepto.

Otra característica de la Granpasso es su eficaz parte ciclo, que en buena sintonía con el propulsor, la convierten en una rival muy seria para cualquier moto en zonas de velocidad media y rápida de montaña. La rigidez del conjunto transmite mucha seguridad al conductor, y jugando con los reglajes de su excelente amortiguador trasero no es difícil adaptarla a tus necesidades. Lástima que la horquilla Marzocchi no sea regulable. Al menos de serie se comporta de forma muy equilibrada y sus reglajes hidráulicos son muy progresivos. Por su parte, la llanta «grande» con neumático de 180 mm de ancho permite fuertes aceleraciones y una excelente velocidad de paso por curva, amén de un mejor aprovechamiento de la excelente tracción del bicilíndrico.

En zonas muy viradas la Granpasso deja entrever sus 230 kg de peso verificados (en este caso con las maletas de aluminio opcionales instaladas el peso aumenta sensiblemente), aunque para ser sinceros es de las más rápidas maxitrail en los cambios de dirección y de las más precisas a la hora de apuntar con la rueda delantera al vértice de las curvas. También son notables los frenos, que sin recurrir a un equipo radial completo es bastante dosificable y gracias a los latiguillos metálicos inextensibles difícilmente perderán tacto en la maneta o mordiente en las pinzas.

En ruta

La nueva Granpasso H83 tiene el aliciente de una menor altura de asiento con respecto a la versión estándar, y aunque nos ha medido algo más de los 830 mm declarados, se aprecia la mayor facilidad de acceso a la moto de gente de 175 cm de estatura para abajo (existe un asiento opcional todavía más bajito). No obstante y dado el porte de la montura, no es muy agradable en ciudad si el tráfico se complica y exige muchas maniobras en parado o a baja velocidad… Como ocurre en realidad con cualquier otra maxitrail.

Iniciada la marcha te adaptas enseguida a su peculiar posición de conducción, producto de un manillar ligeramente echado hacia delante. El cuerpo pese a ello está erguido, las piernas centradas a media altura y el mullido del asiento, aunque aparentemente es duro al principio, luego se agradece por su calidad.

Por otro lado, y pensando en los desplazamientos de media y larga distancia, destaca una cúpula que protege más de lo que aparenta, y que es además regulable en cuatro posiciones para adaptarla a los gustos y necesidades del conductor. Bajo ésta encontramos un compacto cuadro de instrumentos digital con ordenador de a bordo incluido que informa de todo lo que podamos necesitar en nuestros desplazamientos, salvo un siempre práctico nivel de combustible.

También pensando en echar un buen rato a los mandos de la Granpasso, hay que señalar la conveniencia de disponer de un par de tapones para los oídos, pues el poderoso y excitante traqueteo emitido por el escape original firmado por Zard termina por molestar. Esta particular característica comulga con la imagen completamente diferente y opuesta a lo convencional de la Moto Morini Granpasso. Llamativa como pocas en cualquiera de sus variantes cromáticas, sin duda diferencia a su poseedor del resto de motoristas por lo vanguardista y deportivo de su concepto en un segmento bastante conservador.