Carretera

MV Agusta F4 RR. Prueba

La MV Agusta F4 RR es el último eslabón en cuanto desarrollo y equipamiento se refiere. Se trata de una moto brutal, exclusiva y que ofrece toda la tecnología del momento.

Sergio Romero. Fotos: Jaime de Diego

3 minutos

MV Agusta F4 RR. Prueba

La F4 ha sido desde su aparición el máximo exponente de los modelos deportivos de MV Agusta y además el estandarte de la marca, gracias a las líneas que un día le dibujó Massimo Tamburini y a sus prestaciones. En este 2013 la gama se ha ampliado y hay disponibles tres versiones, la F4, la F4 R y la F4 RR. La F4 RR de esta prueba es, además del tope de gama, la moto más moderna y efectiva que ha salido de la fábrica de Varese. Se diferencia de sus hermanas por la mayor potencia del motor y por el mejor equipamiento de la parte ciclo, que incluye suspensiones electrónicas Öhlins entre otras cosas.

En el banco de potencia ha rendido la friolera de 180 CV reales, tan solo 3 menos que la todopoderosa BMW S1000RR. En modo Rain se percibe que al abrir el acelerador a tope la electrónica contiene a la caballería y no tienes que luchar con ella, pero cuando la utilizas en modo Normal la cosa cambia. La respuesta es más directa y tienes potencia a raudales, de esa que te hace agarrarte bien a los semimanillares y que todas las rectas te parezcan cortas. Lo mejor viene cuando la utilizas en modo Sport, ahí ya no hay concesiones, el acelerador es directo, el motor explosivo y la entrega potencia brutal. Al tener cigüeñal ligero y bielas de titanio el tetracilíndrico en línea sube de vueltas como si fuera de 600 cc pero dando potencia como una Superbike preparada. Parece que nunca llega al corte y al final lo hace al poco de pasar las 14.000 rpm.

La horquilla Öhlins es lo primero que te llama la atención y es que tiene una suavidad de funcionamiento y un aguante fuera de lo común, lo que te permite aprovechar el infinito potencial de las pinzas Brembo M50. Por mucha velocidad que lleves siempre tienes esa sensación que dan las horquillas buenas, se comprime despacio y con suavidad. El amortiguador es muy rígido en carretera, aunque siempre aguanta con firmeza las cargas que produce este motor tan potente. Lo bueno es que con solo cambiar de modo de gestión las suspensiones electrónicas varían notablemente su comportamiento. Así que puedes usarlas en modo Normal hasta llegar a un tramo de curvas o al circuito y una vez allí pasas con rapidez a la mayor retención del modo Sport.

El chasis posee la estructura habitual en la marca: multitubular de acero al cromomolibdeno con placas de aluminio y soldaduras TIG. En esta RR tienes la sensación de cargar más peso sobre el tren delantero y estar más alto. Así que es una moto rápida de reacciones a pesar de no ser especialmente ligera, 212 kg en lleno, aunque también es cierto que tiene llantas ligeras de aluminio forjado. Estas cualidades la hacen especial y cuando entras en curva tienes la percepción de estar lejos del suelo y con el centro de gravedad algo, así que te permite «tirarte» al interior y utilizar la inercia para cerrar el viraje. Una vez te acostumbras a este efecto consigues un buen paso por curva y es extremadamente difícil rozar. Es bastante estable en aceleraciones, algo a lo que el ayuda el amortiguador de dirección Öhlins también electrónico.

Carrocería completa en fibra de carbono
Protectores de motor en fibra de carbono
Portamatrícula de ergal
Embrague antibloqueo
Batería de litio
Caballetes trasero y delantero
Cubreasiento de piloto y pasajero
Funda
Bolsa sobredepósito
Escape completo de acero acabado en negro
Contrapesos de ergal

Esta F4 RR no solo tiene esa esencia que hace especiales a las motos italianas, también dispone de la tecnología más actual en forma de una completa electrónica, que gestiona el motor y las suspensiones. Algo que se ha vuelto imprescindible para controlar las superbike actuales y para disfrutar de ellas, ya sea en circuito o en carretera. En cuanto a sensaciones es brutal, tanto al hablar del comportamiento de su chasis, como de las inacabables prestaciones de su motor. Hay que pagar un precio por ella pero a cambio tienes todo lo mencionado y ese aire diferenciador que siempre emana una MV Agusta.