Carretera

Comparativa Yamaha FZ8 vs Yamaha MT-09

Llega la MT-09, una moto que podría pensarse que canibaliza en Yamaha a la ya existente FZ8, pero que en realidad la complementa.

Pepe Burgaleta / Fotos: Jaime de Diego

7 minutos

Comparativa Yamaha FZ8 vs Yamaha MT-09

Parece mentira que a principios de 2014 podamos considerar una Yamaha FZ8 como una moto suave y cómoda, con una filosofía casi «burguesa» dentro de su segmento. Es toda una seña de lo que han cambiado las naked en muy poco tiempo. Hemos pasado de considerar motos en cierta medida como radicales, por tratarse de deportivas desprovistas de carenado, como es el caso de la propia FZ8, a que su concepto pierda terreno con los nuevos modelos dotados de diseños específicos, motos creadas desde una hoja en blanco para este terreno, como es el caso de la MT-09.

Origen

La FZ8 llegó en 2010 como una extensión de la FZ1, que a su vez derivaba de un modelo con tan pocos compromisos como la YZF-R1. Era la confirmación de que la categoría naked cambiaba, y de que la Kawasaki Z750 había vencido la batalla en las cilindradas medias contra sus rivales de 600 cc. La FZ6 pasó a FZ8, y Yamaha creó una moto deportiva sin carenado con todo lo que sus clientes podían desear: un chasis de aluminio de doble viga, motor a imagen y semejanza de los de las deportivas, la carrocería de su hermana de un «litro»... Yamaha tan solo «se olvidó» de lanzarla con un precio más cercano a la de su principal rival, lo que redujo inicialmente el éxito que se merecía, porque lo que quedaba claro es que este apartado era decisivo en el segmento en el que jugaba. Desde entonces, la FZ8 ha demostrado ser una moto realmente notable, con un motor suave y dócil, y una parte ciclo sin fisuras.

Sin embargo, el devenir de las naked ha ido cambiando en los últimos tiempos, en parte por el ciclo de vida de sus motores, pero también por la entrada en escena de nuevos jugadores que han introducido cambios. Por una parte, la crisis ha obligado a crear motos con costes muy contenidos, con motores de bajo consumo y emisiones, pero al tiempo a poner en el mercado modelos que se distinguiesen de los demás. Los europeos, jugando con series más cortas y plantas motrices comunes, empezaron con ello, pero ahora es ya una norma común, y un perfecto ejemplo de ello es la nueva Yamaha MT-09, una moto sin par en la historia reciente de su marca, con su motor de tres cilindros. La firma japonesa ha iniciado una política de distinción que la ha obligado a integrar sus dos últimas novedades dentro de su serie MT, hasta ahora formado por un conjunto de motos que podríamos considerar «raras», como la 01, una deportiva equipada con un motor de custom de alta cilindrada, o la 03, una monocilíndrica de estética y arquitectura sacada de una «concept bike» de salón. Por tanto, aún dirigiéndose a un público que puede parecer el mismo, las dos Yamaha naked de media cilindrada, no comparten casi nada, ni su mecánica, ni su estilo, ni siquiera sus cualidades. Y sin embargo son motos de la misma marca, que se venden en los mismos concesionarios, casi hombro con hombro, y con precios muy parecidos, ambos realmente atractivos. Yamaha ha decidido que cualquiera que quiera una moto de cilindrada media-alta de estilo naked no tenga ninguna excusa para elegir otra marca.
 

Yin y Yang

La FZ8 y la MT-09 son realmente complementarias, pero con el concepto taoísta, también tienen una parte de la otra en su interior. La nueva MT es una moto contundente desde el primer momento, con un motor de respuesta inmediata y vigorosa desde bajo régimen y con una posición que invita a divertirte. La FZ8 es mucho más pausada, más tradicional, con su clásico motor de cuatro cilindros trabajado desde el de una deportiva para reducir la potencia, que es un ejemplo de suavidad, pero mientras el tetracilíndrico todavía mantiene ese carácter rabioso arriba del todo y acaba ofreciendo más prestaciones, a la MT-09 se le han recortado las alas en la zona alta cuando estás en las relaciones de cambio más largas. ¿Tiene sentido ir en una moto sin carenado a mucho más de 200 km/h? Como muchos otros, Yamaha ha pensado que no, y reduciendo la velocidad máxima se ha ahorrado unos cuantos problemas.

La verdad es que las dos motos están bien planteadas en todos los sentidos. Tienen un buen diseño, en ambos casos moderno y particular, personal; están bien acabadas, algo que ya esperas en principio en una Yamaha, y aunque con alguna laguna en cada una, vienen perfectamente equipadas. Más allá, hay que buscar para hallar más puntos de coincidencia. La FZ8 es más tradicional hasta en su postura, deportiva, pero de las de «antes». Vas más alto y con el cuerpo más centrado, mientras en la MT-09 las manos están más abiertas, el cuerpo lanzado hacia delante, como si te quisieras comer el mundo; casi no tienes moto por delante. Pero esa posición más radical, se combina con una tremenda facilidad para poner los dos pies en el suelo, porque su zona media es muy estrecha, al igual que el asiento. La única pega es que el embrague sobresale mucho por la parte derecha, y al pararte siempre acabas tocando la tapa y su protector con la pierna, pero está claro que hay pocas motos tan accesibles en este sentido, y por tanto tan apropiadas para tallas bajas o para el público femenino. En la FZ8 no estás tan seguro cuando te paras, porque tanto el chasis como la forma del asiento y su altura son más «normales». Según sales, vuelves a comprobar que estas dos motos tienen su propia personalidad. Hay veces que comparas motos del mismo segmento, y después de subir y bajar constantemente de una a otra, si pones la mente en blanco y miras por encima de la moto, te cuesta recordar en cuál estás. Esto es imposible con la MT-09 y la FZ8: el sonido es diferente, la posición también, y los cuadros siguen esta tónica. El de la FZ8 continúa fiel al tacómetro analógico, mientras que el de la MT-09 es completamente digital, y te da más información, por ejemplo la de la relación de cambio engranada, aunque para mirarlo tienes que forzar más el cuello hacia abajo.
 

Nuevo mundo

En cualquier caso, la gran novedad es el motor de tres cilindros que Yamaha acaba de lanzar, y lo cierto es que en ésta, que es solo la primera versión, ya ha quedado redondo. Quizás para algunos incluso sea demasiado directo, pero resulta realmente edificante acelerar desde bajo o medio régimen y comprobar cómo la moto sale disparada de inmediato. En el de cuatro cilindros de la FZ8, todo ocurre de manera más pausada en esta zona, es verdad que es suave y progresivo, pero sin la respuesta del tres cilindros. Para que las cosas se igualen, tienes que llevar el motor al último tercio de régimen, y ésa, muchas veces en estas motos, es una zona que exploras muy de vez en cuando. Al final la FZ corre más, pero es simplemente una cuestión electrónica, porque hasta que la MT-09 no corta, sus cifras son siempre mejores. Como esperas de antemano, cada motor tiene su propia personalidad, pero también puntos comunes, que son básicamente los que pides a cualquiera: no vibran, no tosen a bajo régimen al acelerar con contundencia, funcionan sin un ruido excesivo, y «redondos» de principio a fin, con un sistema de transmisión que se hace invisible. Elegir uno u otro depende de tus gustos, con una opción «de toda la vida», como es el cuatro cilindros, que sabes de antemano cómo va a ir, con su suavidad, pero también con su mayor tibieza abajo, o elegir lo que te ofrecen los nuevos tiempos, una planta motriz más enérgica en la zona en la que normalmente usas la moto, pero también más exigente, porque te anima constantemente a jugar con ella. Para la mayoría, acostumbrados a los motores de cuatro cilindros, la llegada de estos triclíndricos va a suponer todo un descubrimiento, especialmente si se trata de esta planta motriz de Yamaha, que es hasta el momento la más contundente de todas las de su tipo. Si damos el salto al chasis, las cosas siguen sin estar parejas, pero en esta ocasión con un resultado que no sería el que hubieses pensado de antemano. Ya conocíamos la FZ8, y con ella su rígido bastidor de aluminio. Desde las primeras versiones las suspensiones han mejorado, y ahora tienen, por una parte, un buen tarado, y por otra, una adecuada capacidad de ajuste, algo de lo que está necesitada esta primera MT-09, con suspensiones más blandas y una posibilidad de regulación más parca. La FZ8 sigue funcionando en lo que respecta a su chasis como una moto tradicional, y con sus clásicas virtudes de estabilidad, incluso a alta velocidad, y facilidad de conducción, porque es una moto que conoces enseguida, quizás por su estructura básica, y con la que coges confianza. No es una moto tan rápida de reacciones como su hermana, pero sí que es lineal y segura; siempre hace lo que le pides.

Sin embargo, al subirte a la MT-09 enseguida ves que tiene más posibilidades. Es una moto más ágil, con una posición que carga más peso delante, con más palanca en el manillar, y evidentemente más fácil de hacer girar y de jugar con ella, a lo que su mayor ligereza, que se nota casi desde parado influye notablemente. Esta facilidad hace que te animes, y antes o después llegarás a notar que las suspensiones se han pensado más para el confort. Está claro que una moto como la MT-09, dirigida a ser utilizada para todo y cada día del año, no puede tener unas suspensiones de carreras que te sacudan los dientes y los riñones cada vez que coges un bache camino del trabajo, sobre todo teniendo en cuenta que tienen más recorrido del habitual. Pero, cuando la usas por carretera, las posibilidades de su chasis y de su motor te animan, y ahí echas de menos unas suspensiones con mayor capacidad de regulación, que te permitan aumentar su rigidez y evitar que se vean sobrepasadas a alta velocidad o cuando frenas y aceleras sin contemplaciones. Los componentes de las dos motos, si dejamos a un lado las suspensiones, en las que la FZ8 destaca, están al mismo nivel. Hay algunas cosas en las que se notan que los tiempos han avanzado, y que se ha generalizado el uso de la electrónica para todo, no solo para la gestión del motor y las posibilidades para elegir diferentes modos de uso, sino también en otros componentes.

Estilo

Aunque la FZ8 tiene una buena planta, la MT-09 destaca por un diseño realmente espectacular. Ya no se trata solo de hacer una carrocería atractiva, sino que en las últimas motos cada pieza forma parte de un conjunto, y el chasis de la tricilíndrica es un buen ejemplo. Un apartado en el que la FZ8 supera a su hermana de fatigas es la autonomía, que en la MT-09 es un tanto escasa debido a un depósito de tan solo 14 litros. La tricilíndrica gasta menos a pesar de ser más musculosa en medios, algo en lo que también influyen los más de 20 kilos que hay de diferencia, y que no solo se notan cuando la mueves, despacio o deprisa, sino también en el gasto de gasolina. En prácticamente todo tienen diferencias, pero por mucho que se complementen, no dejan de ser dos modelos naked para hacer una vida en común. La diferencia es simplemente cómo de agitada quieres tú que sea.