Cuando encontramos problemas a la hora de arrancar la moto, las causas pueden ser muchas y muy diversas: desde problemas en la batería hasta una avería en el motor de arranque, pasando por algún desperfecto en las bujías. Las incidencias que estas piezas pueden sufrir son varias, y todas ellas afectarán de algún modo u otro al rendimiento de la moto. Una de las más habituales es toparse con una bujía mojada, aunque no de agua, sino de aceite (en motos de dos tiempos) o de combustible.
Revisión de las bujías
Funcione mejor o peor la máquina, hay que revisar las bujías de vez en cuando, con el objetivo de comprobar que se encuentran en perfecto estado y que aún no es necesario cambiarlas. La complejidad de la operación depende de la moto en cuestión, pues una monocilíndrica suele tener fácil acceso a la bujía, pero en las motos de varios cilindros puede hacer falta desmontar numerosos componentes. Por es importante saber lo que hacemos y realizarlo con meticulosidad, ya que una bujía mal enroscada puede crear problemas que afecten al propio motor.
Una bujía mojada
Así pues, cuando un conductor detecta algún problema al arrancar y se encuentra con una bujía mojada (brillante y con restos de fluidos), debe seguir una serie de pasos. Aunque antes habrá que determinar a qué se debe que esté empapada de combustible o de aceite. Esto puede deberse a múltiples causas, como que haya demasiada presión en la bomba de combustible, que algunos sensores se hayan estropeado, que haya demasiado aceite (suele ocurrir en los motores de dos tiempos), que se haya trabado algún cebador o, en el peor de los casos, que en el pistón o en el cilindro haya fugas, lo que conllevaría una costosa visita al taller.
Problemas de una bujía mojada
En cuanto a los problemas que provoca una bujía mojada, el principal de ellos es que haya dificultades en el momento de arrancar el motor. Asimismo, se pueden producir fallos en el encendido y que al utilizar las marchas más lentas, la moto no responda correctamente.
Ante esta situación, lo más rápido y recomendable es quitar la bujía, limpiarla a conciencia, secarla debidamente y seguir utilizándola. Obviamente, como antes indicamos, la operación en una monoclíndrica o modelos antiguos puede ser cuestión de minutos pero en una tetracilíndrica puede llevarnos varias horas y requerir herramientas muy especiales, sobre todo las motos más modernas, así que tenedlo en cuenta. Es posible que sea un hecho puntual y no por eso hay que desecharla a las primeras de cambio. Que esté mojada no quiere decir que se haya quedado inservible, sino que en ese estado no está cumpliendo bien con su cometido.
¿Qué más hacer?
Obviamente, el hecho de que una bujía esté mojada de gasolina o de aceite tiene, como hemos visto, una causa, de modo que hay que vigilar que no vuelva a ocurrir, así como comprobar que no hay una avería mayor.
Pero si esta no es la razón y viene dada por una avería más compleja, el paso más sensato, más allá de aprovechar la bujía seca para llegar al destino, es llevar la moto al taller para que revisen el problema y lo solucionen. De ese modo se evitarán males mayores.