A sus 33 años, la gran dominadora de la última década en el Mundial de TrialGP Women anunció que sería su última temporada en activo. A partir de 2025, la máxima categoría femenina de la modalidad más técnica del motociclismo se quedará un tanto huérfana y empezará una nueva era. Se hará raro mirar y no encontrar a Emma Bristow.
Sobre todo, porque cuesta hurgar en la memoria y recordar el trial femenino sin su presencia. Existió, claro. Con Laia Sanz como referente, Iris Kramer como gran rival y Rebekah Cook como pujante alternativa. Pero era una época donde el título se decidía en una cita única a dos o tres carreras. Allí, Bristow se fue curtiendo y superando a casi todas las demás.
Desde que debutó, con apenas 15 años, fue progresando hasta terminar como subcampeona en 2011, posición que repetiría los dos años siguientes. Siempre por detrás de Sanz, la decisión de la española de abandonar el trial para centrarse en el enduro y los rallies dejó a Bristow como gran favorita para sucederla. Lo que no se podía prever era la duración de su reinado.
Aunque en 2013 -su primer año con Sherco tras varias temporadas con Ossa- se había quitado la espina de lograr la primera victoria, de repente ganar pasó de ser una quimera ante la inabordable piloto catalana a convertirse en una obligación. Una presión que en ningún momento pareció pasar factura a la de Lincolnshire, que se impuso a Cook para ser campeona.
Desde ahí, la derrota se convirtió en excepción. Cook le arrancó un triunfo en 2014 y otro en 2015, pero desde entonces logró 27 victorias en 28 carreras (solo Theresa Bauml pudo con ella en 2017) y enlazó siete títulos seguidos para desesperación de las españolas Sandra Gómez y Berta Abellán. Y así se llegó a 2021, el retorno de Sanz.
En una lucha de poder a poder, se repartieron las victorias a partes iguales… pero Emma tuvo que claudicar ante Laia, que recuperó el cetro y lo dejó vacante. Pese a que Abellán le apretó las tuercas como nunca, la británica volvió a auparse a lo más alto y revalidó el título el pasado 2023 para convertirse en eneacampeona del mundo.
Para este 2024, la española volvió a la carga -y con ella nuevas promesas como la italiana Andrea Sofia Rabino o la francesa Naomi Monnier-, pero fue baladí. La inglesa arrancó el curso con tres victorias seguidas y pese al arreón final de Abellán, llegó a la carrera final necesitando ‘solo’ subir al podio, del que no baja desde 2012.
Aun así, consiguió el décimo título a lo grande: con su 53ª victoria, más que el resto de pilotos de la historia juntas, rubricando un año perfecto ganando por octava vez el Trial de las Naciones. Bristow ha cumplido el sueño de mucha gente que juega a la lotería: que el décimo suponga su retirada. La diferencia es que, en su caso, no ha sido cuestión de azar.