El Tribunal de Apelación de MotoGP ha decidido conceder la suspensión cautelar a Marc Márquez tras la apelación del Repsol Honda hacia la modificación de la sanción de dos long lap que le fue impuesta por el incidente en el Gran Premio de Portugal y que también le produjo una lesión que le dejó fuera en Argentina y le ha dejado fuera en Américas.
Esto significa que la sanción queda anulada de forma provisional a la espera de que haya una resolución definitiva del caso. A efectos prácticos supone que, si Marc Márquez regresa por ejemplo en el Gran Premio de España (recordemos que se pierde también el GP de las Américas) y todavía no hay una sentencia definitiva al respecto, no tendría que cumplir la sanción allí.
Esta medida es habitual en el deporte cuando se produce un caso de especial complejidad como este, con el fin de no causar un daño irreparable al piloto como el que se produciría si la resolución tardase más que su retorno y acabase siendo favorable... después de haber tenido que cumplir la sanción.
El Tribunal de Apelación de MotoGP entiende que hay razones de sobra para pensar que la apelación presentada por el equipo del piloto español tiene sentido, en este caso apelando al hecho de que la primera sanción ya era firme y la modificación de la misma vulnera el principio de seguridad jurídica.
Además, dicho tribunal entiende que "la consecuencia de completar la sanción de doble vuelta larga en la próxima carrera de MotoGP afectaría la capacidad del piloto, por ejemplo, para adelantar a otros pilotos y, por lo tanto, su posición en la clasificación de la carrera".
Al mismo tiempo, el tribunal "observa que si, más adelante en el procedimiento principal sobre el fondo del caso, decidiera rechazar el recurso de apelación de los recurrentes, aún tiene la opción de ordenar al corredor que cumpla la penalización de doble long lap en cualquiera de las próximas carreras de MotoGP a lo largo de la temporada 2023".