El español Marc Márquez ha retomado los entrenamientos en moto dos meses y medio de aquel fatídico 30 de octubre de 2021 en el que una caída entrenando le produjo una conmoción cerebral leve en la previa del Gran Premio del Algarve, confirmándose después el diagnóstico de diplopía que le hizo perderse también el Gran Premio de la Comunidad Valenciana que cerraba la temporada.
Unos problemas que ya sufrió en 2011 cuando peleaba por el Campeonato del Mundo de Moto2 como rookie y que le tuvieron varios meses en el dique seco, hasta el punto de perderse la pretemporada de 2012, y sobre todo con la incertidumbre de no saber cuándo podría volver a subirse a la moto. Una incertidumbre que al menos tuvo final feliz.
En esta ocasión se sumaban al calvario sufrido con el húmero desde el comienzo del curso 2020, que le hizo perderse una temporada entera y le lastró en la primera parte del pasado 2021. Cuando parecía estar dejando atrás todos los problemas, sufrió dicho accidente y volvió la incertidumbre, entrando en una especie de círculo macabro del que por fin parece empezar a salir.
Ya antes de Navidad tuvo un regalo anticipado con la noticia de que iba progresando adecuadamente según la revisión, y a apenas un par de semanas del comienzo de la pretemporada (donde su presencia está en el aire) ha compartido un vídeo de algo más de un minuto practicando motocross y asegurando que ha disfruatado como un niño.
Una vuelta a la moto que llega después de la revisión pasada el lunes con el Dr. Sánchez Dalmau, que confirmó la clara mejoría de la visión del de Cervera y le autorizó a practicar motocross, la disciplina más exigente. Como era de esperar, Márquez no ha tardado en ponerlo en práctica en el Ponts Circuit ilerdense.