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Adrien Van Beveren, el Principito que por fin aprendió a amar el Dakar junto a su rosa roja

El francés ha logrado su primer podio en el Dakar para acabar con una larga sequía de Francia.

Swinxy

5 minutos

Adrien Van Beveren ha conseguido su primer podio en el Dakar al ser tercero en 2024

Enero de 2015: el español Marc Coma gana su quinto Dakar ante el portugués Paulo Gonçalves y el debutante australiano Toby Price. Casi una década después, no parece haber nada raro en ese podio; pero en aquel entonces era una anomalía: no había ninguna bandera francesa, algo que no sucedía desde 2001.

Cyril Després se había pasado a los coches y tanto David Casteu como Olivier Pain -ambos con un podio en la prueba- tampoco parecían una garantía. Francia miraba al horizonte de ‘su’ prueba y en él no se dibujaba ningún relevo.

"Mi dibujo no fue un fracaso. Simplemente, mi flor aún no había florecido"

Por eso, cuando Adrien Van Beveren apareció en la lista de inscritos para el Dakar 2016, su país emitió un suspiro de alivio. Apodado ‘le petit prince du sable’ (‘el Principito de la arena’), sus victorias en el Enduropale du Touquet le habían valido un contrato con Yamaha para dar el salto a los raids.

Adrien Van Beveren en el Enduropale du Touquet 2015

Y claro, sus paisanos, ávidos de esperanza, le colocaron en la línea de sucesión tras Richard Sainct y Cyril Després. Como si fuese fácil. Como si las líneas de sucesión del Dakar fuesen rectas y no un escarpado terreno que exige sortear dunas y piedras con constantes giros.

"Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos"

Sexto en su edición de debut -que disputó en el Junior Team de Yamaha-, para 2017 ya llegó como la gran estrella del equipo oficial. Cuajó un gran Dakar y, por culpa de una penalización de un minuto, llegó a la etapa final cuarto a 48 segundos del español Gerard Farrés. Aunque el triunfo parcial fue para Van Beveren, ‘Farreti’ entró con el mismo tiempo y se quedó con el último escalón del podio.

Adrien Van Beveren se quedó a las puertas del podio en el Dakar 2017

La decepción se mezclaba con la esperanza: Van Beveren era muy joven y tendría muchas oportunidades. Además, otros veloces galos que hicieron sus pinitos en el popular raid, como -Antoine Meo, Pela Renet o Xavier De Soultrait, irían claudicando. Y, por muy doloroso que hubiese sido quedarse tan cerca del cajón, la pasión de Adrien por el Dakar seguía intacta.

“Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió”

El Dakar iba a poner a prueba su compromiso en 2018, cuando llegó líder a la décima de las 14 etapas. No solamente tenía cerca el podio final, sino que la victoria era una realidad. Había sorteado con maestría una etapa trampa y estaba amasando una ventaja descomunal, pero una caída a tres kilómetros de la meta lo tiró todo al traste. Empezó a sentirse aturdido y tuvo que ser evacuado.

Adrien Van Beveren durante el Dakar 2019

La cuerda entre el piloto francés y el Dakar seguiría tensándose más y más con los años: en 2019, el motor de su Yamaha dijo basta en la novena etapa, cuando iba cuarto en la general. En 2020 era solo la tercera etapa cuando sufrió una caída a gran velocidad, lo que no hizo sino aumentar las críticas a la fogosidad de su pilotaje. Ese año, el primero en Arabia tras dejar Sudamérica, no hubo ni un solo francés en el top 10 y las voces críticas se endurecían.

“Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.”

La edición de 2021 fue el colmo de la decepción, ya que ni fue rápido ni pudo acabar. Un gran contraste con su temporada mundialista, donde se proclamó campeón tras sendos podios en Kazajistán y Abu Dabi para llegar cargado de moral al Dakar 2022, donde tendría su particular reválida… para volver a quedarse con la miel en los labios.

Adrien Van Beveren sumó su cuarto abandono consecutivo en el Dakar 2021

Líder a dos días del final, abrir pista en la penúltima etapa le condenó y le sacó del podio, repitiendo la cuarta posición lograda un lustro atrás para irse con una mezcla de sabores difícil de identificar: el alivio de alcanzar la meta después de tanto tiempo se difuminaba por la rabia de haber vuelto a quedarse a las puertas del cajón. En la noche del desierto, se antojaba inevitable preguntarle al manto estrellado si su momento llegaría algún día.

"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”

Si necesitaba una señal, la encontró. Yamaha desmontaba el equipo de raids y se quedaba en la calle. Había encomendado su carrera a la marca de los diapasones, como si subiera dando gas una duna cortada sin saber qué hay exactamente al otro lado. Y lo que había al otro lado era una oferta de Honda para enrolarse en su equipo oficial.

El Dakar 2022 fue el último de Adrien Van Beveren con Yamaha

No tardó en devolver la confianza ganando el rally de Andalucía, llegando al Dakar 2023 mucho más relajado. Incluso parecía que demasiado: en una edición en la que no tuvo ningún problema reseñable, ‘solo’ pudo ser quinto. Sin embargo, quizás no se estaba teniendo en cuenta que era su primer intento con la roja Honda después de siete años con la azul Yamaha. Quizás solamente necesitaba pasar tiempo con ella.

“Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.”

Quizás ahí Van Beveren entendió la diferencia entre querer y amar. Entre querer ganar el Dakar a toda costa porque es lo que todo el mundo esperaba de él, y amar la prueba por encima de los resultados. La victoria en el Abu Dabi Desert Challenge le indicó que iba por el buen camino, y llegó a 2024 con otra mentalidad.

Adrien Van Beveren ganó el Abu Dabi Desert Challenge 2023

Analizar la carrera con paciencia puede dar buenos frutos”, decía antes de empezar, y lo puso en práctica tomándose las primeras etapas con calma. Ni siquiera verse a 21 minutos tras dos etapas perturbó su ánimo. Ganarlo seguía siendo su sueño y anhelo, pero su actitud era diferente. Era algo imposible de ver con los ojos, que se podía escuchar latir en el corazón del desierto. Como si por fin hubiese encontrado el secreto de la prueba.

"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”

Desde la tercera hasta la última etapa, Adrien Van Beveren invirtió menos tiempo que nadie. Recortó un minuto a su compañero Ricky Brabec -a la postre ganador- y 20 a Ross Branch, al que se quedó a minuto y medio de superar.

Adrien Van Beveren perseguido por su compañero Ricky Brabec en el Dakar 2024

Suficiente para acabar en tercera posición, saciar su sed tras casi una década, devolver a Francia su ansiado podio y, sobre todo, demostrar a todos los planetas que, por fin, ‘el Principito de la arena’ había aprendido a amar el Dakar como se debe de amar algo bello que no se puede poseer.

"Lo bello del desierto es que en algún lugar esconde un pozo"

(Las citas pertenecen al libro 'El Principito', obra culmen de Antoine de Saint-Exupéry).

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