Las motos de motocross son unas de las máquinas más apasionantes que existen cuando se dominan bien. Solo con ellas es posible realizar todo tipo de maniobras en los circuitos de tierra. De hecho, este aspecto es muy importante tenerlo en cuenta: se trata de vehículos que están diseñados para su uso en recintos cerrados y preparados especialmente para tal actividad.
Esto quiere decir que las motos de cross no tienen permitida la circulación por carretera, por núcleos urbanos e incluso por caminos públicos; o lo que es lo mismo, no pueden conducirse fuera de un circuito destinado para su disfrute. ¿Y esto por qué está así reglamentado? Muy sencillo, porque carecen de algunos elementos esenciales para que puedan hacerlo.
¿Qué papeles tiene una moto de cross?
Es ahí donde aparece la pregunta que da título a este artículo y la respuesta es que no tienen documentación, ya que estamos hablando de vehículos sin homologar para poder circular. Esto significa que no tienen ni permiso de circulación ni matrícula ni ningún otro documento más allá del número de bastidor y de los papeles de compra.
Esto, a su vez, implica que no es necesario que pasen la ITV, ya que, como hemos apuntado, no se puede circular con ellas.
¿Por qué no se puede circular con ellas?
Tal y como se ha mencionado, se trata de motocicletas no homologadas cuya única misión es practicar esta modalidad deportiva en un recinto cerrado y preparado para ello. Eso hace que carezca de luces e incluso de espejos retrovisores. Asimismo, pueden llegar a exceder los límites de contaminación tanto acústica como de emisión de gases.
Por otro lado, tampoco tienen (ni necesitan) un seguro para rodar, tal y como ocurre con las que sí circulan. Sí es cierto que los usuarios pueden tener un seguro de accidentes para la práctica de motocross pero no tienen nada que ver con las pólizas comunes.
¿Cómo podrían circular?
Puede darse el caso de que el dueño de una moto de cross quiera conducir con ella fuera del circuito y probar por caminos públicos o incluso por carretera. En ese caso deberá llevar a cabo un proceso de homologación para convertirla en una moto que podría considerarse de enduro.
Este proceso conlleva unos costes elevados, pues no solo se han de instalar todas las piezas necesarias, sino que además estás han de ser las correctas y el proceso debe realizarse en un taller autorizado para ello. Una vez que se haya finalizado la adecuación, deberá pasar los exámenes pertinentes para dar por buena la homologación y, por tanto, pueda ser matriculada. En caso de que algo no esté en regla, la DGT puede negarse a que la moto pueda circular, lo que repercutiría en mayores gastos. Por esa razón son muchas las opiniones que apuntan que en el momento de comprarse una moto de cross, si se aspira a utilizarla fuera del circuito, se opte por una de enduro que no tenga que pasar por ningún proceso de homologación.
En definitiva, las motos de cross no tienen papeles pero no se pueden utilizar para circular.