¿Cómo afrontas este GP de Tailandia? “Es muy curioso lo que voy a decir, pero no sé si me gusta o no me gusta este circuito y no sé cómo se le va a dar a la Aprilia. Tengo pocos recuerdos de cuando hemos estado aquí, porque no hemos rodado muchísimo, así que no sé. Es la única pista que me siembra dudas de las que quedan y más viendo el tiempo que va hacer. Vamos a viendo entreno a entreno. Mira que soy positivo pero ya sé que la moto no va a funcionar bien en el primer entreno, así que habrá que tener paciencia, pero en Japón me sorprendí, porque en seco nunca había sido competitivo con la Aprilia, era uno los circuitos más difíciles para nosotros y terminé cuarto el primer día en seco. Aquí soy positivo pero sé que en el primer entrenamiento no va a funcionar muy bien la cosa.
El reencuentro con los mecánicos en el box. “Ha ido muy bien. El lunes me los llevé a todos a cenar a un sitio muy chulo en Tokio y traté de normalizarlo todo. Ellos sentían mucha vergüenza, estaban muy tristes y eso es lo que no quería. Soy el líder de ese equipo. Dije: 'Cabeza alta y vamos'. Vale, fue un error y hay que seguir”.
Un problema que no volverá a ocurrir. “Estuvimos hablando a nivel interno, aunque no hablamos del problema que hubo, no ocurrirá nunca más. Lo usamos para ver dónde podemos mejorar y revisar procedimientos. No es tan sencillo como parecía. Les decía que es un error humano, que puede pasar, así es la competición. Olvidémoslo”.
Previsión de lluvia. Por un lado no tengo nada de ganas de que llueva, no me gusta la lluvia. Pero por otro lado pienso que le vendrá bien al campeonato. Tengo poco que perder y creo que soy más rápido que Pecco y Fabio en agua. Sería bueno para el campeonato una carrera en lluvia y como la previsión es que llueva, pues sacaremos el paraguas, la visera transparente… creo que en la situación en la que estoy ahora en el campeonato, cuanto más follón mejor”.
El factor Bastianini. “No sé cómo valorarlo. Entiendo que no es fácil la situación de Ducati porque al final puede ser campeón del mundo y frenar a un piloto que puede ser campeón tiene que ser muy complicado de gestionar”.