El Gran Premio de la Emilia-Romaña ha sido especialmente agridulce para un equipo: el Pramac Racing. Por un lado, por la caída de Pecco Bagnaia cuando lideraba cómodamente y que hubieses supuesto el primer triunfo para la estructura italiana. Por el otro, por la temprana retirada del australiano Jack Miller que acabó con el sueño de meter a sus dos pilotos en el cajón.
Miller arrancó bien y se colocó segundo tras Maverick Viñales, pero en la segunda vuelta se vio superado por tres pilotos: su compañero Pecco Bagnaia, Pol Espargaró y Fabio Quartararo. Empezó a rodar un segundo más lento, lo que inevitablemente le hizo irse hacia atrás hasta ser superado en la sexta vuelta por Joan Mir e Iker Lecuona. En la octava vuelta entró en boxes y se retiró.
Nadie sabía qué había sucedido hasta que el propio Miller, con su sorna habitual, dio la explicación en sus redes sociales: en una ‘story’ de Instagram, mostraba una foto de un tear off con el inconfundible 20 de Fabio Quartararo.
“He encontrado algo tuyo”, decía Miller riéndose y mencionando al piloto galo, al tiempo que explicaba: “Desafortunadamente, en la segunda vuelta mi moto succionó un tear off que taponó el filtro de aire. A veces las carreras pueden ser un juego cruel”, se lamentaba el australiano, que con el cero pierde el tren de la general.
El tear off es el nombre que reciben las tiras que van pegadas a la pantalla del casco y que se van arrancando (literalmente ‘tear off’ significa ‘arrancar’) cuando se van ensuciando. En deportes como la Fórmula 1 está prohibido tirarlas a pista, pero en MotoGP sigue siendo una práctica habitual aunque quizás tras esto se cambien, ya que incluso el propio Pecco Bagnaia deslizó la posibilidad de que su caída se debiese a haber pisado un tear off.