El año 1976 fue muy importante en la historia de Suzuki como marca dedicada al motociclismo de competición, ya que esa temporada sus motos se convirtieron en las más importantes en el mundial de 500 cc, acaparando todos los primeros puestos y encumbrando a una de esas figuras que siempre serán recordadas: Barry Sheene, campeón tanto en el 76 como en 1977.
Suzuki RG 500 XR14 MKI - 1976
Ya en 1975 las Suzuki habían dado muestras de su potencial, pero es que en 1976 se llevaron todos los GPs de la temporada excepto uno que cayó del lado de MV Agusta con un crepuscular Giacomo Agostini. Contaba con un motor de cuatro cilindros que alcanzaba los 110 CV.
Suzuki RG 500 XR14 MKII - 1977
Las diferencias entre la moto de 1976 y la del año siguiente fueron muy pocas. Era tal la superioridad que tenía en la parrilla que ninguna otra marca se acercaba en prestaciones. Eso permitió a Barry Sheene derrotar a todos los demás pilotos que montaban una RG 500 con cierta suficiencia.
Suzuki RG 500 (MKVI) - 1981
Tras los tres campeonatos consecutivos obtenidos por Kenny Roberts y su Yamaha, Suzuki volvió a dar con la tecla adecuada para convertirse nuevamente en la dueña del mundial. La nueva RG 500 se llevó ocho de los once GPs disputados, de los cuales cinco de ellos cayeron del lado del campeón del mundo, el italiano Marco Lucchinelli (se impuso a Randy Mamola). En cuanto a la moto suponía una nueva generación de la RG 500 con algunos cambios representativos, como fue el caso de las cotas del motor.
Suzuki RG 500 (MKVII) - 1982
Cuando Lucchinelli se marchó a Honda, el turno fue para Franco Uncini, que volvía a tener una de las mejores motos de la parrilla, si no la mejor. Eso sí, la competencia se hizo mayor en 1982 con las Yamaha de Graeme Crosby y Kenny Roberts, y la Honda de Freddie Spencer. A pesar de todo, la actualización de la RG 500 fue más que suficiente como para llevarse el título con cierta suficiencia, ya que Uncini ganó hasta en cinco ocasiones.
Suzuki RGV 500 (XR79) - 1993
Después de la época dorada que la marca vivió a finales de los 70 y comienzos de los 80, pasó a un segundo plano, ya que Yamaha y Honda se convirtieron en las dominadoras de un mundial en el que invertían más que sus compatriotas de Suzuki. Y solo el talento de Kevin Schwantz conseguía victorias frente a ellas.
Por ello hubo que esperar once temporadas hasta que el texano por fin se alzara con el título mundial a lomos de RGV 500, la cual había sustituido a la RG 500 en el año 1986. El motor de la máquina que reinó en 1993 tenía cuatro cilindros y entregaba 165 CV que en manos del fantástico Schwantz resultó ser una maravilla: a las cuatro victorias, el estadounidense le sumó seis podios más.
Suzuki RGV 500 - 2000
La última moto campeona de Suzuki en la categoría de 500 cc fue la RGV 500 del año 2000, pilotada por Kenny Roberts Jr., la única en arrebatar un mundial a Honda en un periodo de diez años (los seis primeros con títulos de Doohan y Crivillé y los tres posteriores con campeonatos de Rossi). En el haber de esta moto, cuatro victorias más cinco podios, todos ellos para Roberts Jr. que sin lugar a dudas tuvo el mejor año de su carrera. A partir de ese momento, las Suzuki dejaron de ser relevantes hasta el título de Joan Mir en MotoGP en 2020.