Maverick Viñales completó la pretemporada perfecta en 2017. Después de vencer y convencer todos los test de pretemporada (Valencia, Sepang, Phillip Island y Losail), parecía que el piloto catalán había ganado el título en el mes de marzo. Algo que certificó con su victoria en los dos primeros GG.PP del año.
Entonces, su simbiosis con la Yamaha era perfecta. Después de hacer historia con la Suzuki en 2016, su fichaje por el equipo Movistar Yamaha suponía su confirmación en el Olimpo de MotoGP; y sobre todo, el contrapeso al binomio Marc Márquez-Honda, que acababa de ganar su tercer título de MotoGP en cuatro años.
La Yamaha parecía la moto ideal para el estilo de Maverick Viñales, un piloto que sabe explotar muy bien su punto fuerte, el rapidísimo paso por curva. Después de ganar en Qatar y Argentina, plantó cara a Márquez en su feudo texano, aunque en Austin el de Roses se fue al suelo en la segunda vuelta.
Yamaha parecía la moto ideal para el estilo de Maverick Viñales, que sabe explotar su rapidísimo paso por curva
Las alarmas se encendieron por primera vez en Jerez, donde acabó a 25 segundos del ganador, Dani Pedrosa. Pero apenas duraron un par de semanas, el tiempo que pasó en volver a ganar la que sería su última victoria (de momento) del año en Le Mans.
Cambios en Michelin, nuevo chasis y el agua
De líder destacado del Mundial, a ser el tercero en discordia en la batalla por el título, lejos del mano a mano por el título que mantienen Marc Márquez y Andrea Dovizioso. Aunque una victoria de Maverick Viñales en Phillip Island, en función de los resultados de sus rivales, podría meterle de nuevo en la pelea. Sin embargo, el piloto de Yamaha se mostraba ayer muy derrotista sobre sus posibilidades. “No hay mucha confianza en mis opciones ni en que la moto pueda estar al nivel que estaba a principio de año”.
Un momento clave en la temporada fue el cambio hacia una carcasa delantera más rígida de Michelin, aprobado por la mayoría de los pilotos en la Safety Commission de Le Mans, y que se hizo efectivo a partir de Mugello. Un cambios auspiciado entre otros por Rossi y Márquez, y al que se opusieron Viñales o Lorenzo.
En Mugello mantuvo el tipo, disputando la victoria a las Ducati, pero en Montmeló llegó el desastre para Maverick Viñales. “Fue el peor momento de la temporada”, decía ayer en la rueda de prensa del GP de Australia. Acabó la carrera décimo, y muy lejos de las otras tres Yamaha. Un día después, en el test oficial, Yamaha ponía en pista el chasis de 2016 y Maverick marcaba el segundo mejor tiempo del día.
Después de Montmeló probó el chasis 2016 y en verano Yamaha desarrollo una modificación del de 2017
De repente, la moto 2017 con la que había arrasado en pretemporada estaba en tela de juicio. En el otro lado del box, Valentino Rossi siempre fue muy crítico con la nueva versión de la YZR-M1 y al final consiguió que Yamaha probara un nuevo chasis en un test en Misano (o una modificación del 2017, como se quiera entender), y que se estrenó en la carrera de Silverstone, donde Viñales se quedó a escasas 114 milésimas de ganar la carrera.
Desde entonces, en teoría, Rossi y Viñales han seguido su propia vía de desarrollo de chasis, pero ambos compartían los problemas de base de la moto de este año. La falta de tracción en la salida de las curvas, una cosa que se acentuó cuando ha habido agua en pista.
Assen, Sachsenring, Misano, Motegi… siempre que la lluvia ha hecho acto de presencia, Maverick Viñales ha acabado fuera del podio y lejos de la victoria. Y ha sido especialmente doloroso comparando sus resultados con los de los pilotos privados del Monster Tech 3, Johann Zarco y Jonas Folger, que utilizan la versión 2016 de la Yamaha, claramente más competitiva en mojado.
"Echo de menos la estabilidad que tenía en el tren delantero, creo que esa falta de feeling es por el neumático delantero, que era muy distinto a éste. En pretemporada sentía que la moto era más estable, más cómoda de pilotar y que giraba un poco mejor. En el test, sobre todo en el tercer día, éramos capaces de rodar en 28 altos, 29 bajos de ritmo, realmente es un tiempo por vuelta rápido. Aunque también es verdad que las condiciones son totalmente distintas, hace frío, mucho aire, en febrero las condiciones fueron muy buenas”, decía Maverick Viñales después de ser quinto en la primera jornada de entrenamientos libres en Australia.
Con 41 puntos de desventaja sobre Marc Márquez y 75 puntos en juego, el campeonato está muy complicado Maverick Viñales, aunque los tres GG.PP que vienen (Australia, Malasia y Valencia) son tres pistas en las que el piloto español arrasó en pretemporada. ¿Qué queda de aquel binomio Viñales-Yamaha que parecía imbatible? Por lo visto, casi nada… aunque si hay una pista en la que puede volver la mejor versión de Maverick esa es sin duda Phillip Island.