La primera vez que vi a Maverick Viñales tras ganar el GP de Qatar salía de atender a las televisiones después estar en el podio. En ese momento hablaba con Aleix Espargaró tras su fantástico sexto puesto con la Aprilia. “¿Me dejas la gorra para la rueda de prensa?”, le preguntó Maverick, “quédatela y luego me la firmas”, contestó sonriendo Aleix. En algún momento entre la ceremonia del podio y la rueda de prensa Viñales había perdido la gorra de Michelin, que por contrato tienen que lucir en rueda de prensa los integrantes del podio de MotoGP.
Con la gorra de Aleix Espargaró dio su primera rueda de prensa como líder del Mundial de MotoGP. Le vi muy seguro de sí mismo, flanqueado por dos veteranos como Andrea Dovizioso y Valentino Rossi, como si llevara toda la vida haciéndolo. Allí sentado contó que se había puesto nervioso al principio con la salida abortada, que no se sentía cómodo en las primeras vueltas y que había tenido que arriesgar para deshacerse de una Ducati que le abrasaba en las rectas.
Álex Salas y Paco Sánchez, junto a Maverick Viñales y su trofeo de Qatar.
Una vez acabada la rueda de prensa, le entrevistaron en el plató de Movistar MotoGP, atendió una a una a las radios nacionales (SER, Cope y Onda Cero) y se hizo la foto de familia con todo el equipo de Yamaha en el box. Pasados unos minutos, los últimos que quedaban en ese mismo box eran Paco Sánchez, su manager, y Alex Salas, su persona de confianza y un hermano mayor para él. Allí estaba, trofeo en mano, relajado. Como si no hubiera soportado la presión de ser el favorito tras dominar la pretemporada. Como si no se hubiera sacado un peso de encima con la victoria. Como si no hubiera sucedido nada extraordinario en mitad del desierto qatarí.
Una rivalidad mediática
La esperada batalla entre Marc Márquez y Maverick Viñales no fue tal. Coincidieron poco en pista. En la primera vuelta, Márquez se aprovechó de una mala salida de Viñales para pasarle, y ya sólo volvieron a coincidir en la vuelta 12, cuando el de Yamaha pasó sin muchos apuros al de Honda, que sufría por culpa de una mala elección del neumático delantero.
Marc Márquez, con problemas de gomas, no fue rival para Viñales (Foto: G&G).
“Sinceramente pensé que Márquez estaría más cerca, pero no estaba pilotando cómodo. Hoy habrá tenido algún problema pero sé que Marc estará en todas las carreras, así que habrá que dar nuestro 100 por cien y batallar”, comentaba Viñales en su corrillo con la prensa española. Y nos apuntaba que las vueltas que rodó tras él, le veía perder la rueda delantera constantemente.
La generación con la que se enfrentó Viñales era Álex Márquez, Rins u Oliveira.
A menudo se ha vendido que 2017 es la continuidad de una rivalidad que viene de la infancia. Aunque Márquez y Viñales coincidieron en algunas carreras de promoción en Cataluña, por edad nunca han competido juntos más allá de carreras puntuales. De los pilotos que han llegado al Mundial, Pol Espargaró sería ese rival que tuvo Márquez en el pasado, ya que ambos han tenido una carrera más o menos paralela hasta llegar a MotoGP. La generación con la que se enfrentó Viñales en su día fueron los Álex Márquez, Álex Rins o Miguel Oliveira.
Está claro que mediáticamente es un caramelo este Márquez vs Viñales, Honda vs Yamaha y campeón vs aspirante. Están llamados a ser los grandes animadores de este campeonato, y por edad, podría llegar a ser una rivalidad larga en el tiempo y legendaria en duelos. Pero dejemos que empiece, que en Qatar nos quedamos con las ganas.
Yamaha y el paso por curva
Antes de nada, me apropio de lo del “clon de Lorenzo”, que es cómo define Carlo Pernat, a Maverick Viñales en su columna de la revista Motociclismo. En el Mundial hay pilotos agresivos en la frenada y otros que apuestan por hacer paso por curva. Valentino Rossi, Marc Márquez o Andrea Iannone son de los primeros, Jorge Lorenzo es el gran exponente de los segundos… y ahora también lo es Maverick Viñales.
Maverick Viñales se ha adaptado perfectamente a la Yamaha (Foto: G&G)
“Con la lluvia la pista estaba muy sucia y no me sentía cómodo al principio. No me salía bien el tiempo de vuelta, porque la moto derrapaba mucho y no podía hacer paso por curva pero luego he empezado a coger la confianza. Cuando me sentía más cómodo he empezado a conservar el neumático para poder luchar con Dovizioso al final”, comentaba el propio Viñales.
Su estilo sobre la Yamaha recuerda al de Jorge Lorenzo.
Si el ganador del primer GP del año se ha adaptado a las mil maravillas a la nueva Yamaha es por explotar su mayor virtud: el paso por curva. Y su estilo recuerda mucho al de Jorge Lorenzo en la YZR-M1. De hecho, la victoria de Viñales en Qatar no fue muy diferente de la de Lorenzo en 2016. Aprovechar la parte revirada del circuito (T2 y T3) para abrir hueco con Dovizioso y que no le pasara en las rectas.
El sábado cuando se supo que Maverick Viñales salía desde la pole, el objetivo de sus rivales era que no tomara las de Villadiego en el inicio. Pero Viñales no hizo una salida brillante. Tuvo que levantar la moto para no tocarse con Johann Zarco y perdió posición con Iannone, Dovizioso y Márquez. La carrera de MotoGP en Qatar no fue una más, porque las condiciones meteorológicas y el retraso de la salida afectaron mucho a la pista. Ya en el pasado hemos vivido muchas carreras dominadas de principio a fin por Lorenzo, en modo “don perfecto”, justo como muchos temían que Viñales ganara en Qatar.
Valentino Rossi: “Si Viñales puede yo puedo”
La buena sintonía entre Maverick Viñales y Valentino Rossi quedó una vez más patente tras la carrera. Ambos se felicitaron y se dedicaron halagos mutuamente. Al español se le esperaba ahí, pero el italiano volvió a reivindicar su figura de “animal de carreras”.
A Maverick Viñales le sorprendió la presencia de su compañero en la lucha. “Sé que Valentino los domingos siempre da ese plus, pero cuando he visto en la pizarra ‘Rossi 0’ he pensado, ‘no puede ser’. Hay que felicitar a Valentino porque pese a la pretemporada tan dura y sus entrenamientos, ha sabido pasar de todo, salir motivado a la carrera y conseguir un podio”.
En Qatar siguió la buena sintonía entre los compañeros de box en Yamaha (Foto: G&G)
Valentino Rossi ha tenido una pretemporada muy difícil. Desde que se subió a la nueva Yamaha en Valencia no se encontró cómodo y llegó a calificar de “milagro” poder estar arriba en el inicio de campeonato. Tampoco fueron bien los entrenamientos del GP de Qatar y tras la suspensión de la Q2 partía en cuarta línea de parrilla y con muchos problemas aparentes.
Rossi valoró correr con la Yamaha 2016, pero si Viñales era capaz de hacerla correr...
A la izquierda del ganador del día, Maverick Viñales, Valentino Rossi confesaba en la rueda de prensa oficial que sí que valoró correr con la Yamaha de 2016. Una moto con la que se encontraba más cómodo y que veía muy competitiva en manos de dos rookies como Johann Zarco y Jonas Folger. Sin embargo, al final optó por arrancar la temporada con la nueva YZR-M1 por una cuestión obvia. Si Viñales puede ser tan competitivo con esta moto, tan mala no debe ser…
Por primera vez pudo seguir a rueda el ritmo de Viñales en carrera con la Yamaha 2017, y lo que antes eran problemas ahora son oportunidades de mejorar, porque la nueva moto tiene mucho potencial. Y Valentino Rossi volvió a sonreír, y se acordó de aquellos que le llamaban “viejo” hace no tanto.
Esta vez Valentino Rossi encontró la inspiración en un piloto que apenas gateaba cuando él ganaba su primer Mundial de 125 cc. El mismo piloto que creció enfrentándose (puntualmente) a Marc Márquez en algún karting de Cataluña y que tratará de dejar huella en Yamaha como hizo Jorge Lorenzo.