En abril de 2020, TVS Motors compró Norton, reestructuró la compañía Norton, contrató nuevo personal y construyó una nueva factoría en las Midlands inglesas para inmediatamente desmantelar, analizar y rediseñar la antigua V4SS. Este es el resultado, la V4SV, una moto completamente nueva que promete eficacia y fiabilidad.
El gigante indio tenía y aún tiene mucho que hacer para restaurar el nombre de Norton, que lleva décadas surgiendo y desapareciendo con todo tipo de problemas. Cuando el nuevo equipo de Norton se puso manos a la obra descubrió más de 35 problemas en la moto y directamente la rediseñó completamente para resolver cada fallo y lograr la adecuada fiabilidad, aunque para ello ha habido que probar cada componente, reconstruirlo y emplear piezas nuevas cuando ha sido necesario.
La vieja V4SS estaba plagada de problemas, desde un depósito de combustibe con fugas hasta fallos eléctricos y soldaduras de baja calidad
Tuve la oportunidad de probar en el sur de Francia en 2019 durante dos días la primera V4SV, y aparte de un testigo de reserva de gasolina dudoso, su comportamiento fue impresionante, incluso la cámara de marcha atrás funcionaba. Sé que tuve suerte, porque la vieja V4SS estaba plagada de problemas, desde un depósito de combustible con fugas hasta fallos eléctricos, y lo que era más preocupante, soldaduras de baja calidad en el chasis y el basculante.
A pesar de su obvia relación entre la V4SS y la actual V4SV, esta última es en gran medida un modelo nuevo. Tiene una versión rediseñada del V4 de 1.200 cc, que ofrece 185 CV a 12.000 rpm y 125 Nm a 9.000 rpm: son bastante menos que los más de 200 CV declarados en la V4SS.
El chasis de aluminio soldado con TIG y pulido a mano también es similar, pero rediseñado y con nuevas soldaduras. Mantiene el ángulo de dirección y la altura del pivote del basculante ajustables. Las suspensiones son Öhlins con una horquilla delanteras NIX30 de 43 mm ajustable manualmente y un amortiguador trasero TTXGP diseñado a medida. Es como el modelo anterior, pero nueva cuando rascas en la superficie.
Sigue habiendo dos versiones, la Manx Silver y la Carbon; la única diferencia entre ellas es el aspecto exterior y las llantas de carbono BST en el segundo modelo Carbon. Y tuvimos la oportunidad de probarla en el circuito de Mallory Park, no muy lejos de la nueva sede de la compañía, una oportunidad única de descubrir cómo es esta superbike reinventada de 50.000 euros.
Camino inverso
Cuando una marca produce una nueva moto, lo hace a puerta cerrada. Cada parte del proceso, desde el diseño hasta las finanzas, la producción y la fabricación, se lleva a cabo en un entorno invisible para el exterior y generalmente pasan de tres a cuatro años antes de que se revele el producto terminado.
Norton hizo en el pasado las cosas de manera diferente, todo el proceso estuvo a la vista. Se propusieron competir en el TT de la Isla de Man, ponerla allí a punto y fabricar una moto de carretera, la V4SS. Era una tarea ambiciosa, sobre todo para una empresa con muy poca experiencia y sin una moto en la que basarse.
Norton señala que su V4SV es una moto de carretera y no un modelo de carreras con luces y espejos
Se enfrentaron a la prueba más dura del mundo, y con algunos éxitos y muchos contratiempos, en 2018 Josh Brookes logró rodar a un promedio de 131,745 mph en el SG7, con un motor Aprilia apretado por el equipo de Paul Bird. Acabar entre los cinco primeros en el Senior fue impresionante. Lo que se aprendió en el TT se incorporó al chasis de la V4SS, y tanto el bastidor como sus medidas son las mismas en la V4SV, aunque la calidad de las soldaduras del chasis y el basculante han sido mejoradas.
A pesar de la historia previa en el TT, Norton señala que su V4 es una moto de carretera y no una moto de carreras con luces y espejos. Es algo que se ve en sus especificaciones, es menos potente que su competencia, que anuncia más de 200 CV. Se ha mantenido el basculante monobrazo y el colín decorado con la Union Jack.
También destacan los estribos mecanizados y la nueva carrocería plateada. El guardabarros delantero es una obra de arte, como el sillín monoplaza cosido a mano o el tapón de llenado ficticio en el asiento. A pesar de tener una cámara trasera, Norton ha mantenido espejos retrovisores convencionales. No tiene alas aerodinámicas.
Una vez sobre ella te encuentras con una gran pantalla de color de seis pulgadas, que incluye la cámara de visión trasera que ofrece una imagen clara de lo que hay detrás. La llave es electrónica y solo hay que pulsar el botón de arranque situado en el depósito ficticio de carbono. Los 15 litros de gasolina se almacenan debajo del asiento.
La vista encima es impresionante, la placa de la dirección brillante se combina con las botellas de la horquilla Öhlins que sobresalen ligeramente y se ven acompañadas de un gran amortiguador de dirección también Öhlins y ajustable manualmente. Las piñas son las mismas de la Aprilia, con el mando de los tres modos de conducción en el lado izquierdo, que combinan el carácter del motor, la respuesta del acelerador y las ayudas electrónicas.
Dispone de control de tracción y de levantamiento vinculados a la IMU de 6 ejes. El ABS no es sensible a la inclinación y tampoco hay control de salida ni de retención del motor. Tampoco se pueden personalizar las ayudas, vienen configuradas de fábrica y no se pueden modificar. Es algo heredado de la primera versión, que se lanzó por primera vez en 2019. Teniendo en cuenta que la mayoría de las deportivas actuales, incluso de media cilindrada como es el caso de la Aprilia RS660, que cuestan una cuarta parte del precio de una Norton V4SV tienen ayudas ajustables y ABS en curva, la Norton se siente un poco de la vieja escuela.
Nueva filosofía
Prácticamente todas las superbikes actuales tienen unos 200 CV, múltiples ayudas de conducción y suspensiones electrónicas semiactivas, por lo que la Norton necesita de una ligera recalibración inicial. Las suspensiones no son tan duras como las de una moto de carreras, hay información y una buena conexión entre piloto y moto, puedes sentir como sus neumáticos Dunlop alcanzan temperatura. Los cambios sin embrague en ambos sentidos son suaves, lo que se agradece porque el embrague es un poco duro. Mallory es una pista corta, más para una supersport de 600 cc que para una máquina de un litro.
Los 185 CV se sienten bien. Teniendo en cuenta que son entre 20 y 30 CV por debajo de los de la competencia, la V4SV es engañosamente rápida, acelerando con fuerza y respaldada por un gran aullido del escape. Es fácil cambiar los modos de conducción en marcha. Simplemente tienes que cerrar el acelerador, y el cuadro cambia los gráficos. Cuando aparece una bandera a cuadros significa que estás en modo Sport. El cuadro está bien resuelto e incluso la cámara trasera es a prueba de despistados y divertida de usar, especialmente cuando la enciendes al salir de una curva y ves que el neumático trasero deja una línea negra en el asfalto.
El caracter del motor y su trempana dosis de par moto convierten a la Norton en una superbike de la vieja escuela
Una vez que tomas confianza es cuando la Norton V4SV puede dividir las opiniones, sobre todo si la comparas con su competencia. En la prueba de la Ducati Panigale V4S en Italia y España con neumáticos slicks Pirelli, compruebas que aman subir de vueltas como un perro perseguir palos. Aceleras hasta el corte a las 14.500 rpm, luego frenas muy fuerte hasta el vértice de la curva, confiando en el ABS de funcionamiento en curva y sales disparado hacia afuera. A Norton no le gusta este tipo de conducción, es más de la vieja escuela.
Si luchas contra el carácter de la Norton y la haces gritar a alto régimen, cumplirá, pero esta no es la mejor dirección. Mientras una Ducati Panigale alcanza su potencia máxima a 13.000 rpm y una Honda Fireblade a 14.500 rpm, la Norton alcanza su pico a las 12.500 rpm, una cifra relativamente baja, mientras su par máximo está a 9.000 rpm, y este es su punto fuerte. Solo el V4 de Aprilia genera más par en esta categoría que la Norton.
Tienes que aprovechar ese empuje en la zona media, realizar cambios frecuentes aprovechando esa caja de cambios suave, soltar los frenos y mantener la velocidad en las curvas. Así, la Norton V4SV responderá maravillosamente. No quiere que la lleves de forma agresiva, es mejor dejarla fluir y dejarla que encuentre su camino, como una vieja V-twin o una Honda RC45. Una vez que te adaptas a esta forma de llevarla, su manejo se convierte en un placer sin esfuerzo incluso en el trazado de un circuito de carreras.
El ajuste de la suspensión trasera es un poco blando, pero el de la delantera es casi impecable. Ambas ofrecen información y te alientan a emplear ese par cada vez antes. Puedes descolgarte un poco más, inclinar un poco más. La única limitación es el agarre de los neumáticos de carretera Dunlop, que acaban por trabajar en sus límites. La versión Carbon cuesta lo mismo, pero viene equipada con ruedas BST de carbono más ligeras, y es capaz de girar un poco más rápido y también se siente un poco más estable en las frenadas. No hay una gran diferencia con respecto a las llantas de aluminio de la Manx Silver. La mayor diferencia en esta prueba se encontraba en los cambios de dirección de las dos chicanes, en las que la Carbon era claramente más fácil de mover de un lado a otro.
Si hay que hacer críticas, habría que señalar que la carrocería es pequeña, por lo que es difícil acomodarte correctamente. No es un problema en un circuito corto como Mallory, pero se convertiría en un problema en los circuitos más grandes como Silverstone o Mugello. Allí también, una cúpula más grande, como la que se usa en el TT, sería una buena opción.
Conclusión
Si te ciñes a las cifras de potencia y los tiempos de vuelta, la Norton está claramente por debajo de su competencia. Sin embargo, si te olvidas del cronómetro y recuerdas que se trata de una moto rediseñada de un modelo 2018 llegarás a la conclusión que es la moto que debería haber sido la V4SS. Es fácil de llevar y tiene un gran par utilizable, como lo eran las superbikes hace unos años.
El nivel tan básico de ayudas electrónicas y su precio son un freno, pero para algunos su logo Norton en el lateral, lo solventará. TVS, el nuevo propietario de Norton, han solucionado los problemas de la V4SS. Es una completa locura pensar que Norton podría desafiar a Ducati en la fabricación de motos deportivas, pero sí puede colocarse en la misma posición que Lotus o Morgan, que no pueden competir con Ferrari en un circuito, pero ofrecen exclusividad.
