Pon a ponte las suspensiones de tu moto

Consejos para poner a punto las suspensiones de tu moto, adecuándalas al uso que vayas a dar.

Pere Casas

Pon a ponte las suspensiones de tu moto
Pon a ponte las suspensiones de tu moto

Relájate las motos ya salen de fábrica con los mejores reglajes «promedio» entre todos los tipos de conducción y, también, entre todos los escenarios sobre los que vas a rodar. Lo que sí puedes hacer es optimizarlos para determinadas circunstancias.

Una de mis frases favoritas cuando me preguntan acerca de variar los reglajes de suspensión de una moto nueva, es que «mil ingenieros japoneses no pueden equivocarse» (que por supuesto aplico también a las motos con otro origen). Quiero decir que salen de fábrica con unos reglajes estándar que se adaptan casi siempre perfectamente al, como cito en la entradilla, «promedio» de los escenarios a los que la vas a enfrentar.

Dicho de otra manera, puedes optimizarlos -de esto precisamente trataremos aquí- para un ambiente concreto: el más paradigmático circuito, por ejemplo. Pero posiblemente lo «empeorarás» para todos los demás, así que antes de meterte en toquetear gratuitamente, ten claro qué quieres hacer y para qué. Igualmente, esto sí, la moto viene con unos reglajes que se adaptan al motociclista tipo: 75 kg de peso, por ejemplo, y de conducción estándar.

Estas instrucciones te serán útiles especialmente si vas a viajar siempre con pasajero y-o con carga.

Antes que nada, las herramientas básicas que necesitarás: el libro de instrucciones de tu moto y una libreta. En ella anotarás cada uno de los estadios originales y cada uno de los pasos dados para poder retroceder sin perderte en caso necesario.

Recuerda también que los reglajes de las suspensiones se leen desde «cerrado», es decir, que «posición 2 cliks» significa abrir dos posiciones desde totalmente a tope de cerrado a abierto.

Las presiones
Buena parte, más de las que te imaginas, de las cuestiones que nos llegan de «falta de puesta a punto» pueden proceder de que simplemente «vamos mal de presiones». Antes que criticar tus suspensiones, comprueba que si la moto fl anea, se apoya mal, tiende a levantarse en cuanto tocas el freno delantero, o es imprecisa, no se deba a que hace tiempo que no has verificado la presión de los neumáticos siguiendo, siempre en frío, las instrucciones de tu especialista o del libro de instrucciones. Compruébalas, como mínimo cada dos semanas.

Equilibrio
El comportamiento de una moto viene determinado por el reparto de las fuerzas que actúan sobre cada uno de los trenes, que vienen sujetos y amortiguados precisamente por las suspensiones. Una curva tienes tres fases: frenada, inclinación y aceleración. En cada uno de estos procesos el peso pasa de atrás a adelante (frenando) hasta ocurrir lo contrario, al dar gas. Lo importante, pues, es que este asunto ocurra de manera equilibrada.

Dirección
El eje de dirección gira sobre unos rodamientos que pueden, por desgaste o afloje, coger juego. A veces no nos damos cuenta y buscamos problemas de suspensión cuando debiéramos comprobar o hacer comprobar su buen estado y engrase.

Precarga
Tanto delante como detrás se cuenta con muelles. Son los responsables de conseguir que las suspensiones mantengan las ruedas siempre con contacto con el asfalto, tras pasar por un bache, o en apoyo en curva.

Amortiguación
Un amortiguador o suspensión, tiene dos elementos básicos: el resorte o muelle, y los sistemas de frenado hidráulico. La regulación de los reglajes hidráulicos de calidad suelen realizarse en «extensión», o sea, ajustar el rebote o la vuelta tras haberse hundido (suele encontrarse arriba en los tapones de las barras o botellas) y en «compresión», que regula -casi siempre, en la zona inferior-, la rapidez en que se hunde de muelle. En los amortiguadores suele ocurrir al revés, la extensión está abajo.

Fallos habituales:

  • Montar neumáticos fuera de uso o mal de presión, y achacar la falta de estabilidad a las suspensiones.
  • No dedicar unos minutos a comprobar, y en su caso optimizar, el comportamiento de una moto: te sorprendería la cantidad de motociclistas que pervierten «llevándola mal» el enorme esfuerzo de comprar una cara y lujosa motocicleta.
  • Perderse toqueteando sin haber tenido la precaución de apuntar todo cambio para poder volver atrás.
  • ¡Hacer más de un cambio a la vez! Mezclando sensaciones y perdiendo el camino, y sin tener claro el efecto de cada uno de los retoques.