AD HOC Cafe Racers es la marca de David González, un constructor consolidado que tiene su taller en Barcelona. Aunque David busca desarrollar su inquietudes a través de su marca, que como la locución latina de su nombre indica está pensada para hacer motos específicas, no se encasilla en ningún estilo, es más ecléctico y si tiene un sello no lo pretende. Pero los depósitos artesanales y una paleta de colores bastante naif, sin el uso de metalizados, son puntos que suelen estar presentes en su trabajo.
En este caso se trata de una preparación que ha hecho integrado en el proyecto Yard Built de Yamaha. Shun Miyazawa, un japonés con poco de japonés, fue el responsable de que Yamaha se metiera de lleno en el mundo de las motos customizadas, lo que ha acabado dando como resultado la saga Faster Son. Y ha sido la XSR700, una de las integrantes de esta saga, la moto que ha utilizado David para dar vida la Otokomae. Es la octava Yamaha que se hace en AD HOC, así que hay conexión entre las manos del preparador y la marca japonesa. De ese país, de la región de Kansai, proviene también el nombre de la moto, que hace referencia a un hombre atractivo y varonil, algo así como el caballero de reluciente armadura que viene a ayudar a la dama en apuros. Todo esto se plasma en una moto de marcado estilo Street Tracker, que solo hay que ver unos segundos en vivo para entender que tiene mucha pegada.
Con estas ideas dando vueltas en la cabeza David llamó a Shun y se pusieron manos a la obra, con Yamaha España muy pendiente de la evolución del proyecto. El toque personal de la Otokomae es el concepto en si de la moto y la idea para llevarla a cabo es sencilla, como explica su creador: “¿Qué moto haría yo si trabajara en Yamaha?¿Qué material de otros modelos aprovecharía?”
Esto se refleja en la utilización de piezas distintivas de la marca, o bien por su diseño, como el faro de la MT-01, o por rendimiento como la horquilla de la R6. Aunque además de que sea una buena horquilla, la eligió porque tenía las medidas para que encajase el buje y los discos de Super Ténéré, ya que inicialmente se iban a montar llantas de esta trail. Una street tracker combina el estilo de las motos de dirt track con un toque urbano, de ahí que la utilización de llantas de radios sea parte ineludible de la preparación. Pero finalmente Shun le consiguió unas llantas Borrani, que montan neumáticos Michelin Anakee 3 y que tienen mucha culpa de su encanto. Sus dimensiones son clave para conseguir una línea musculosa, dado que delante se utiliza un neumático trasero en medidas 150/80-17". No es para lo que lo habían pensado en Clermont-Ferrand pero su atractivo es innegable...
Adopta suspensiones y frenos de R6 y buje y discos de Super Ténéré
Como es habitual en este tipo de motos con tan poca carrocería el depósito es el punto sobre el que gira la idea y la estética final. En esta ocasión tiene mucho trabajo e influencia sobre la imagen proyecta. Durante un atasco saltó la idea definitiva en la cabeza de David, que dio la vuelta y volvió al taller para cambiar el proyecto. Una vez definido sirvió como punto de partida para construir el resto de la moto. Se trata de una cubierta hecha artesanalmente sobre una estructura a base de arcilla blanca, creando un molde sobre el cual trazaron las líneas deseadas, pero hicieron falta varios intentos y pruebas para encontrar la estructura actual, basada en cuatro partes modulares.
El azul y el amarillo de su decoración son de Yamaha Racing, pero llevados a unos tonos mas desenfadados. Esta cubierta va sobre el depósito original de la XSR700 y hace un contraste muy llamativo con la minimalista parte trasera, en la que se integra un asiento monoplaza con tapizado antideslizante y el futurista piloto de led. A pesar de estos cambios se mantiene la estructura original, ya que la preparaciones de Yard Built no permiten cortar el chasis. Los pequeños detalles que al final consiguen distinguirla están por toda ella, como los intermitentes pequeños y bien integrados de led, los retrovisores en los extremos del manillar, que es de MT-09, o el equipo de frenos de la R6.
El escape SC Project deja escapar cada pistonada como una MotoGP.
La Otokomae es capaz de captar la atención de todos los que pasan cerca de ella cuando está parada, pero la cosa va más allá cuando giras la llave, que está en el lado derecho inferior del depósito, y le das al botón de arranque... El escape SC Project deja salir cada pistonada como si se tratase de una MotoGP y te hace pensar que la XSR700 se ha convertido en una fiera de circuito. En bajos y medios no parece que tenga tanta patada pero cuando los pequeños filtros K&N empiezan a chupar aire y el motor sube de vueltas la sensación cambia. Se eligieron éstos porque gracias a su reducido tamaño consiguen una estética mucho más "ligera" del motor y porque carburan mejor.
El radiador está pintado en negro para crear una línea mas homogénea junto al motor , la protección original se ha simplificado con unas barras en azul a conjunto con el deposito de gasolina, la caja del filtro de aire original se ha sustituido por unos filtros de potencia y con ello hemos conseguido también un espacio central que aporta ligereza a la línea de la moto.
Las suspensiones le dan un punto, o dos, o tres más de rigidez al conjunto, especialmente el amortiguador trasero Gears Racing. David habló con el preparador taiwanés Winston Yeh de Rough Crafts, que le dio la idea de utilizarlo. Solo el diez por cien de la piezas que se han utilizado en esta preparación no son de Yamaha, así que David ha cuidado el material que elegía cuando no lo fabricaba él mismo. Con la Otokomae AD HOC Cafe Racers se une a la ilustre lista de preparadores que se han vinculado al proyecto Yard Built, como Roland Sands, Shinya Kimura, JVB-moto, Marcus Walz o Deus entre otros. Buen trabajo...
