Las dos principales marcas taiwanesas están en plena batalla en nuestro país. KYMCO, con una estrategia muy agresiva de relación calidad/precio, ha tomado la delantera y, como hemos podido comprobar en los últimos datos de matriculaciones de Anesdor, con gran éxito gracias, sobre todo, a la gran acogida que han tenido el KYMCO Super Dink 125 y el «rueda alta» Agility City.
SYM no ha tardado en reaccionar y Motos Bordoy, importador en España, acaba de presentar un scooter deportivo, con llanta de 16 pulgadas y bien equipado para llevarse una parte de pastel de ventas que está cosechando el Agility City de KYMCO. Este Symphony SR 125 es una mezcla entre el conocido Symphony S y el recientemente presentado Jet4.
Del primero toma la rueda alta, parte ciclo, motor y equipamiento. Y del segundo su aspecto deportivo. Como con el Jet4, SYM ha optado en el mercado europeo por unas decoraciones lisas, un poco más sobrias, que las coloridas y llenas de adhesivos que triunfan en Asia. El resultado es un scooter compacto, muy económico y apto para todas las edades.
HASTA LOS TOPES
Al más puro estilo SYM, este scooter ofrece mucho equipamiento por los 1.799 euros que cuesta (precio de lanzamiento, con un año de seguro obligatorio incluido). Destaca, por encima de todo, su capacidad de carga, puesto que SYM vuelve a demostrar que la rueda de 16 pulgadas y el hueco bajo el asiento capaz para un casco integral son totalmente compatibles.
A ello se une la plataforma plana, una guantera en el escudo y una parrilla portaobjetos trasera muy bien rematada en aluminio.Pero hay mucho más: discos de freno en ambos trenes (ondulado el delantero y mordido por pinza de doble pistón en color rojo), pequeña cúpula ahumada, llanta de 16’’ con cinco palos dobles, estribos retráctiles, apertura remota del asiento, intermitentes en blanco delante y detrás, asiento de nuevo diseño con costuras en rojo y completa instrumentación analógica y digital. No se puede pedir más en un scooter tan barato...
EN MARCHA
Está claro que su hábitat natural es la ciudad. En los atascos y el tráfico se mueve como pez en el agua. En comparación con el Jet4 (ruedas de 12’’), el Symphony SR muestra mucho más aplomo gracias a sus grandes donuts, pero su motor tiene un desarrollo muy «ciudadano», por lo que priman las aceleraciones a costa de sacrificar ligeramente su estirada final. Ese primer impulso le da mucha agilidad en las distancias cortas y sus 12 CV de potencia máxima dan de sobra para cualquier urbe. Tampoco tendría mucho sentido que corriera más, puesto que la protección aerodinámica es escasa.
En su frenada se notan los dos discos, aunque el tacto del trasero es algo blando, como si fuera un tambor, pero si aprietas fuerte la maneta es muy efectivo y enseguida eres consciente de que lo que lleva atrás es un disco. El tacto del freno delantero es tirando a durito, pero tiene potencia de sobra.